martes, 17 de julio de 2007

Reseña: Harry Potter y el cáliz de fuego

Harry Potter y el cáliz de fuego.

J.K. Rowling.

Reseña de: Santiago Gª Soláns.

Salamandra. 2005 (19ª edición). Título original: Harry Potter and the Goblet of Fire. Traducción: Adolfo Muñoz García y Nieves Martín Azofra. 635 páginas.

Ya desde el primer capítulo, como si Rowling quisiera avisar al lector de un cambio en el tono de la serie, en vez de asistir a la habitual descripción del sufrimiento veraniego de Harry en casa de los Dursley la novela se abre con una escena dedicada a Lord Voldemort dando muestras de su vena cruel y sádica. Y en los siguientes capítulos, continuando la tendencia abierta en el libro anterior, la autora se dedica a seguir ampliando el mundo mágico, con Harry y compañía viajando a los Mundiales de Quidditch, donde se mezclarán con multitud de magos y brujas procedentes de todos los puntos cardinales e irán conociendo, al mismo tiempo que el lector, toda una serie de detalles sobre la sociedad oculta que les rodea y sobre los modos y usos de la comunidad mágica con relación al mundo de los muggles; y donde, además, se podrá comprobar que la amenaza del Señor Tenebroso y sus seguidores, los temibles mortífagos, permanece muy presente y en absoluto puede ser dejada de lado.

Ya en Hogwarts, con sus catorce años, Harry tendrá que enfrentarse a las asignaturas de cuarto con una gran sorpresa: compartirán el curso con alumnos de otros dos colegios de magia, y un elegido de cada uno de los tres colegios competirá en el Torneo de los Tres Magos, en el que deberán pasar diversas pruebas superando obstáculos casi infranqueables. ¿Será Harry uno de los elegidos? Mejor que lo lea cada uno.

El mundo de Harry Potter ha alcanzado ya en este El cáliz de fuego una complejidad ciertamente sorprendente, y todo lo que ha perdido en frescura (que no ha sido poco) lo ha ganado en consistencia y cercanía. Son muchas páginas ya y las personalidades de protagonistas y secundarios están ya demasiado definidas como para permitirse excesivas sorpresas. Es, sin duda, en los nuevos personajes (o en los secundarios que han aparecido poco), donde más juego y libertad puede tomarse la autora.

Harry ha crecido, y por el camino ha perdido casi toda su ingenuidad, aunque no su timidez innata, y empieza a descubrir nuevos horizontes acordes con su edad, como las primeras y turbadoras atracciones hacia el sexo opuesto más allá de la simple amistad. No es que haya ningún escarceo amoroso en el libro, sino que Harry parece darse cuenta por primera vez de que las chicas son algo más que molestas compañeras de estudios y lo pasará realmente mal para decidirse a pedir a una que vaya con él al baile de Navidad.

Los personajes nuevos, tanto los profesores (impactante el nuevo ocupante de la vacante de las enseñanzas de defensa contra las Artes Oscuras) como los alumnos de los otros dos colegios dan una nueva visión, mucho más amplia, del hasta el momento bastante Hogwarts-centrista mundo de Harry. Y los secundarios que van apareciendo aportan un importante granito de arena para dar variedad al reparto, como cierta periodista un tanto pagada de si misma que llegará a convertirse en un verdadero incordio, haciéndose odiosa ante los ojos del lector, pero deparando algunas de las mejores páginas del libro.

Harry sigue creciendo, junto con sus lectores, pero no deja de ser un joven que todavía se indigna al descubrir que la vida no es justa, que la verdad no siempre triunfa y que los libelos (incluso aunque al principio sean bienintencionados) sobre las personas pueden hacer mucho daño. Está descubriendo, por las malas, que la vida, y los adultos, tiene muchas caras y que no siempre es la más bonita la que te va a mostrar. Hay, pues, además del entretenimeinto, ciertas dosis de reflexión, que nunca vienen mal en el público hacia el que está dirigido el libro.

En El cáliz de fuego, Harry deberá enfrentarse de cerca a un enemigo con el que ya se había encontrado anteriormente, pero que quizá nunca antes le había rozado tan de cerca: la Muerte. Y es que, aunque ya antes esta le había rondado con insistencia, quizá nunca había sido tan consciente de su propia fragilidad y de la de los que lo rodean. Como decía, el tono de la serie se va haciendo paulatinamente un poco más oscuro, más tenebroso, conforme la mano de Lord Voldemort se va haciendo cada vez más visible en los actos que conforman la vida de Harry. Es como una sombra siniestra de la que no puede despegarse, y eso bastaría para amargar la vida de cualquiera. Es por tanto un libro menos “alegre” que los anteriores, más serio tal vez por los temas que toca o por el enfoque que Rowling ha decidido darles.

La autora tiene el acierto, además, de limitar los partidos de qidditch a los de los Mundiales, evitando el escollo de hacerse repetitiva y de añadir páginas innecesarias a un libro ya de por sí largo.

Es a su vez el libro de la serie que termina con un final más abierto. Si en los tres anteriores había una conclusión clara y un cierre de todas las tramas, a pesar de que la figura de su archi enemigo siguiese gravitando sobre su persona, no sucede lo mismo en esta entrega. En efecto, toda la línea del Torneo de los Tres Magos (y por tanto de El cáliz de fuego) queda perfectamente cerrada, pero sus consecuencias quedan amenazadoramente en el aire, dejando un montón de cabos a continuar en el próximo volumen; algo que no es malo per se, pero que deja con una enorme sensación de desasosiego y curiosidad en le lector. La amenaza es mayor que nunca y queda pendiente de resolución para más adelante, lo que a más de uno hará ir corriendo a por Harry Potter y la Orden del Fénix, quinta entrega de la saga y donde esperemos se desvelen unos cuantos misterios que se han quedado en el tintero.

Harry Potter y el cáliz de fuego deja buen sabor de boca y con ganas de más, a mí por lo menos.

Reseñas del resto de la serie:

Harry Potter y la piedra filosofal.

Harry Potter y la cámara secreta.

Harry Potter y el prisionero de Azkaban.

Harry Potter y la Orden del Fénix.

Harry Potter y el misterio del príncipe.

Harry Potter y las Reliquias de la Muerte.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi no me gustó. Demasiado largo y pesado. Tiene demasiada paja. Creo que con 100 páginas menos habría sido perfecto. Creo que con este termina para mi la saga de Harry Potter.
Un saludo
Iriem

Anónimo dijo...

primero aprende a leer libros, no cuentos de caperucita roja de 2 paginas.

Santiago dijo...

Lo bueno de la Literatura es que hay un libro para cada gusto y mucho espacio para la discrepancia. Lo malo de los intolerantes es que no aceptan que alguien discrepe con sus gustos.

En fin, la buena educación nunca está de más, ¡ejerzámosla! No me gustaría tener que andar borrando comentarios.

Saludos, ¡y leed un buen libro! (según vuestros personales e intransferibles gustos).

Anónimo dijo...

MUY BUENO ESE LIBTRO LO LEU¡I Y ME ENCANTO
PECHOCHURA.COM@HOTMAIL.COM
ME LLAMO EUNICE Y TENGO 12 AÑOS

Unknown dijo...

La síntesis que se hace es interesante, porque da pequeños detalles para que te intereses en el libro y también en la película y así quieras verla. Creo que todas las peliculas de Harry son muy buenas y lo mejor es que son aptas para toda la familia.
María José