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martes, 27 de noviembre de 2007

Reseña: Las damas de Grace Adieu

Las damas de Grace Adieu.

Susanna Clarke.

Con ilustraciones de Charles Vess.

Reseña de: Santiago Gª Soláns.

Salamandra. Col. Narrativa. Barcelona, 2007. Título original: The Ladies of Grace Adieu. Traducción: Ana María de la Fuente. 253 páginas.

Supongo que aprovechando el indudable éxito de Jonathan Strange y el señor Norrell (inspiración, desde luego, no le falta), su autora ha publicado una antología o recopilación de relatos cuya acción transcurre en la misma Inglaterra mágica, paralela a la de nuestro mundo, en que se situaba aquella. Cabe decir que al que suscribe, mientras se encontraba inmerso en la lectura, cada vez se le antojaba más que estos cuentos no son sino algunas de las “notas a pie de página” que se le quedaron fuera a Clarke de su magna y muy recomendable obra, ya sea por su extensión o porque tan sólo tenían una relación muy tangencial con lo narrado. Pero no nos engañemos, para muchos lectores son precisamente esos pies de página lo mejor de Jonathan Strange y el señor Norrell, así que se puede decir que están sin duda de enhorabuena.

La mayoría de estos relatos sirven, precisamente como las notas citadas, para ampliar los conocimientos sobre esa Inglaterra llena de magia y de sorprendentes seres, sobre su sociedad, sobre los diferentes tipos de hechizos y sobre el pueblo de los duendes, que ya se intuían en la primera novela, más que para ahondar en los personajes protagonistas allí retratados. De hecho, Jonathan Strange tan sólo tiene presencia, y ni siquiera principal, en el primero de los relatos, Las damas de Grace Adieu, que da nombre a todo el volumen, y el Señor Norrell no llega a aparecer en página alguna, sino como una mención de pasada a su singular figura y existencia.

Hay que decir que todas estas historias siguen bebiendo de la misma prosa rica y agradable de la que ya hiciera gala la autora en su anterior obra; así no falta el fino sentido de humor que invita a esbozar una alegre sonrisa ante muchas de las curiosas situaciones planteadas, a la vez que unas gotas de cruel sátira motivan a la reflexión sobre el papel de los aristócratas o las mujeres en una sociedad victoriana en la que empezaban a introducirse profundos cambios, mayores si caben aquí, puesto que están imbuidos de la magia que se filtra desde la Tierra de Duendes.

Es difícil destacar algún relato sobre los demás. Todos tienen algún detalle especial, ya sea el tema, los personajes o la simple anécdota (pues anécdotas vienen a ser todos) que los hermana como perlas en un collar. Sin ningún tipo de estridencias, sin apabullantes muestras de acción, sino con el tranquilo discurrir de la vida misma, de una forma casi costumbrista, los relatos atrapan la atención de una forma evocadora, poética a veces, a menudo amable, tierna, plena de humor y mostrando una mirada muy comprensiva sobre los defectos humanos. Sirven los relatos para mostrar la particular relación de las mujeres con la magia (“Las damas de Grace Adieu” o “En el monte Lickerish”) o de cómo el mundo mágico de Tierra de Duendes se adentraba en “nuestra” realidad (“El señor Simonelli o El viudo duende” o “John Uskglass y el carbonero de Cumbria”) o de la influencia de las obras de los sidhe sobre el mundo humano (“Tom Brigthwind o Cómo se construyó el puente mágico de Thoresby”) entre otros muchos temas más mundanos como las relaciones entre los diferentes estamentos y clases sociales victorianas o el poder del amor humano sobre los caprichos de los duendes (“La señora Mabb”) o los hechos y personajes de importancia histórica que también ven sus vidas trastocadas por la magia que se filtra desde la Tierra de Duendes (“El duque de Wellington extravía su caballo” o “Antickes y Frets”)

Es un libro, unos cuentos, para saborear con paciencia, lentamente, dejando un lapso de reflexión entre uno y otro para permitir que se aposente todo lo leído, disfrutándolo con calma y a la vez con fruición. Sin embargo, dada las especiales características de los cuentos y su obvia dependencia de Jonathan Strange y el señor Norrell, sin duda será disfrutado mucho más por quienes ya hayan tenido el placer de leer aquel que por aquellos que se enfrenten al libro sin el debido poso, vírgenes de su lectura (y entonces mi recomendación es que corran a hacerse con el primero antes de aventurarse en las historias del que ahora nos ocupa).

En la cuidada edición que en español nos ofrece Salamandra tan sólo he podido encontrar un muy pequeñito “pero”, y es que en el relato “El duque de Wellington extravía su caballo”, que la autora sitúa en el mundo creado por Neil Gaiman para su novela Stardust, y que se desarrolla en el pueblo de Muro (así traducido por lo menos en la edición de Norma, que es la que yo tengo; desconozco lo que hayan hecho en la más reciente edición de Roca), no se ha respetado la traducción anterior y el pueblo se ha quedado simplemente en el original Wall. Cuestión menor a todas luces, pero que, pienso, con una pequeñísima labor de investigación habría costado poco subsanar, manteniendo así la concordancia con lo ya publicado (aunque sea por otra editorial).

Y si alguien echa en falta algún comentario sobre las ilustraciones de Charles Vess que adornan el inicio de cada relato, es que son tan poquita cosa, tan normalitas para lo que nos suele acostumbrar Vess, que casi no merece la pena que se hable de ellas, salvando quizá la que se ha utilizado para dar portada al libro y que sirve de entrada para el cuento que da título a todo el volumen: un retrato de delicado trazo de las damas de Grace Adieu en actitud evocadora, muy acorde con lo que se nos va a narrar luego.

Sirvan estos cuentos para endulzar la espera de la anunciada continuación de Jonathan Strange y el señor Norrell, aunque ojala Clarke no tarde otros diez años en escribirla.


Actualización sobre el tema de la traducción (30/11/2007): compruebo, en efecto, que en la edición de la versión ilustrada de Stardust que acaba de publicar Planeta DeAgostini también han mantenido el nombre del pueblo de Wall en su original inglés, así que se encontraría bien "no traducido" aquí. Al César lo que es del César.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Reseña: Hijos de Mundo Anillo

Hijos de Mundo Anillo.

Larry Niven.

Reseña de: Santiago Gª Soláns.

La Factoría de Ideas. Col. Solaris ficción # 94. Madrid, 2007. Título original: Ringsworld’s Children. Traducción: Manuel Mata Álvarez-Santullano. 314 páginas.

La sensación que me ha quedado al terminar de leer esta novela, al igual que me sucediera con su predecesora, Trono de Mundo Anillo, es que a pesar de ser una lectura agradable es, desde luego, totalmente innecesaria. Larry Niven aprovecha el hecho de tener un escenario francamente interesante y de éxito reconocido para ofrecernos una cuarta entrega de la serie que poco o nada aporta, más allá de la aventura en si misma, al conjunto. El autor sentó las bases en Mundo Anillo, corrigió defectos en Ingenieros… y posteriormente se ha limitado a narrar un par de aventurillas no demasiado largas (eso sí que hay que agradecérselo) y de carácter menor usando la riqueza de lo ya descrito, calcando además prácticamente la misma estructura para ambas.

Una vez más Luis Wu despierta para encontrarse que el mundo que le rodea está de nuevo amenazado por la destrucción total y tendrá que ponerse a la faena de evitarlo. Una vez más las cartas que le han dado son bastante malas, pero tendrá que sacar el mejor provecho de ellas, jugando muchas veces de farol e incluso llegando a hacer trampas. En esta ocasión es la Guerra del Margen, ya nombrada en las anteriores entregas, la que se acerca inexorablemente a Mundo Anillo, amenazando a todos sus pobladores y a su misma estabilidad estructural, mientras en su superficie los enfrentamientos, rivalidades y envidias entre protectores de diferentes razas también crean su porción de caos. Una vez más en una carrera de obstáculos en la que el ganador ni siquiera va a tener un premio claro, pues los que compiten ni siquiera parecen saber por qué lo hacen, en un ir y venir a través de los discos de paso (a eso se llama abusar hasta la saciedad de un buen recurso), en una huida hacia delante en la que Wu se juega mucho más que su propio destino, Niven nos ofrece una algo embarullada narración sobre las consecuencias de los juegos de los poderosos sobre los habitantes de su más célebre creación. Y eso es todo lo que va a sacar el lector.

Lejos de las apabullantes descripciones con una firme base científica, de las conjeturas y adelantos tecnológicos, de las revelaciones de posibles ingenierías espaciales que nos fascinaron antaño, aquí se limita a jugar con su viejo juguete sin aportar nada nuevo y sin avanzar ninguna teoría innovadora (a pesar de todo el tiempo transcurrido desde la primera entrega que ha dejado desfasados algunos de los supuestos allí esbozados); eso sí, sacándose de la chistera un par de enormes deux ex machina que le sirven para taponar (y si alguien lee la novela verá que el verbo está perfectamente elegido) algunos de los berenjenales, o agujeros, en los que mete la trama y a sus personajes.

Y ahora aquí cabría hablar del mensaje del libro: de la herencia genética, de la descendencia, del amor por lo propio desdeñando lo ajeno, de la ambición desmesurada y de la entrega desinteresada, pero es que se trata de una capa de barniz tan fina, de una excusa tan endeble para facturar una space opera poco más que correctita, que quizá sería engañar al posible lector despistado. Y lo que en verdad hay son fuegos artificiales, muchos, sobre el viejo edificio ya conocido.

También cabría hablar sobre el continuo baile de traductores de un volumen a otro, pero es que en esta ocasión hasta me ha parecido adecuado y es que, a mi modesto entender, la traducción mejora y gana bastantes enteros en este Hijos de Mundo Anillo sobre la anterior de Trono de Mundo Anillo. Eso sí, pienso que se deberían haber respetado al menos los nombres ya traducidos con anterioridad antes que darles unas nuevas acepciones, más correctas tal vez, pero que rompen con lo ya conocido. De todas maneras son pocos casos y enseguida se les coge el tranquillo a los nuevos nombres, así que no es un tema que impida ¿disfrutar? de esta novela; novela que yo me animaría a recomendar tan sólo a acérrimos seguidores de Niven y/o Mundo Anillo, ya que muy posiblemente dejará indiferente al resto de sus lectores. Habiendo tantos libros, y aunque no sea aburrido ni estrictamente decepcionante, Hijos de Mundo Anillo sí que se me ha antojado totalmente innecesario.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Reseña: Amanecer de hierro

Amanecer de hierro.

Charles Stross.

Reseña de: Santiago Gª Soláns.

La Factoría de Ideas. Col. Solaris ficción # 93. Madrid, 2007. Título original: Iron Sunrise. Traducción: Manuel Mata Álvarez-Santullano. 348 páginas.

Compartiendo universo y algunos personajes con Cielo de singularidad, Amanecer de hierro es una frenética carrera contrarreloj de creciente intensidad. Un intenso space opera donde una amenaza que involucra a varios sistemas solares pondrá en jaque el futuro devenir de, quizá, todo el universo. Charles Stross propone una aventura de carácter épico y de proporciones descomunales, pero tiene el acierto de cargarla sobre los hombros de personajes que, a pesar de la distancia temporal y tecnológica, que los separan del lector, se hacen de alguna forma cercanos.

El autor maneja con facilidad la acción, dosificando con acierto los momentos de tensión con algunos de distensión, pero sin dejar decaer en ningún momento el ritmo, una cuenta atrás para evitar el desastre y salvar millones de vidas: Cuando una estrella G2 explota arrasando un mundo llamado Moscú y generando una onda de choque que engulle cuanto planeta, estación espacial, satélite o nave encuentra a su paso, Miércoles, una adolescente que está de vuelta de todo, evacuada de la última colonia moscovita, Nueva Terranova, es la única persona que podría demostrar que la explosión quizá no sea achacable a los sospechosos previsibles. Un desagradable incidente diplomático hace pensar en los vecinos del sistema de Nueva Dresde como los culpables más evidentes, pero quizá la evidencia se equivoque. La vida de Miércoles pronto se verá inmersa en un infierno de persecuciones, trampas e intentos de asesinato que la llevarán a un estado de paranoia en el que no sabrá a ciencia cierta de quienes puede fiarse. Por otra parte, a Rachel Mansour, agente de los intereses de la Vieja Tierra y a quien el lector ya conociera en Cielo de singularidad, recibirá el encargo de descubrir la verdadera autoría de la masacre planetaria y de evitar que la tragedia se repita, tratando de abortar la desmesurada venganza de los moscovitas supervivientes.

Navegando hábilmente entre el mundo de la diplomacia, de los espías, de los investigadores-reporteros, de los soldados y de los poderes ocultos, Stross va creando una narración fuertemente evocadora, no exenta de ciertas pinceladas “hard”, en la que el futuro que va mostrando se desvela, poco a poco pero sin escatimar detalles, en toda su riqueza y atractivo. Es un futuro fascinante, de profundos contrastes, pleno de matices y de pequeñas pistas que luego se revelarán imprescindibles para la comprensión final de lo narrado. Stross no deja nada al azar y el resultado, una vez que todas las piezas encajan en su sitio, es plenamente satisfactorio.

Así, el fin último de la novela es la resolución de un misterio, el descubrimiento de la mano que se encuentra tras la destrucción de Moscú y de los intereses que gobiernan sus actos para crear una mayor destrucción todavía. Pero Stross no se pierde en la investigación, sino que a las pìstas y revelaciones continuas une un ritmo endiablado, sin dar tregua a la acción, sin que decaiga el interés y consiguiendo atrapar la atención del lector de principio a fin.

En Amanecer de hierro el lector se encuentra con un space opera ágil y ameno, que trasciende la mera definición de aventura espacial en la que podría encuadrarse para entrar en los caminos de la novela negra y las historias bélicas. Ideal para quien no busque trascendencia, sino pura y simple diversión y entretenimiento.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Presentación: La marea del despertar

Hegemón ediciones, después de hacer lo propio en la Fnac de Donosti (ver fotos al final) y en el HispaCon de Sevilla, se complace en invitar a todos los interesados a acudir a las próximas presentaciones de su nuevo lanzamiento editorial: La marea del despertar, del escritor zaragozano Roberto Malo.

La presentación más cercana tendrá lugar en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Zaragoza (Pº de la Independencia 11, 2ª planta) el próximo lunes día 12 a las 19:30 horas. Se contará con la presencia del autor y de Unai Herrán y Santiago Gª Soláns por parte de Hegemón.

Un poco más adelante, el sábado día 24 del presente, la novela será presentada en Madrid, en la librería Estudio en escarlata (Guzmán el Bueno, 46 [Esq. Fdez. de los Ríos]) donde a las 19:30 el autor representándose a sí mismo y Unai Herrán y David Sanz representando a la editorial harán los honores y agotarán sin duda las existencias de La marea del despertar, así que nos comentan que es conveniente reservar el libro.

Estáis todos invitados.

A continuación os damos los datos del libro:

Título:
La marea del despertar.

Autor:
Roberto Malo.

Sinopsis:
Jesús, un joven músico, descubre para su sorpresa que tiene la facultad de, al dormirse, ir al mundo de los sueños con las mismas ropas, o falta de ellas, con las que se ha acostado en la realidad. De semejante modo, pronto se dará cuenta de que si se adormece en nuestro mundo con cualquier tipo de objeto el mismo irá con él al universo onírico; e incluso, una vez allí, puede traerse de vuelta algo del ensueño…
Como la curiosidad mató al gato, Jesús enseguida empezará a experimentar con los límites de su insólita capacidad, viéndose envuelto en las situaciones más delirantes, peligrosas y divertidas que se pudiera imaginar.
La marea del despertar es una novela de fantasía y humor subyugantes, sembrada de imágenes fascinantes y situaciones surrealistas, donde el lirismo de Roberto Malo brilla en todo su esplendor.

El autor:
Roberto Malo (Zaragoza, 1970) es escritor, cuentacuentos y animador sociocultural. Ha publicado el libro de relatos Malos sueños (Certeza, 2006) y la novela Maldita novela (Mira, 2007). Asimismo, ha publicado más de cincuenta relatos en revistas, periódicos y diversas antologías.
La marea del despertar es su segunda novela.

Portada:
Xaifu / David Daza.

Formato:
14,5 x 23 cm.

Cubierta:
Papel: Cartulina estucada de 250 g/m2.
Tintas: 4 / 0 colores.
Acabado: PLASTIFICADO MATE.

Interior:
192 Págs.
Papel : OFFSET AHUESADO de 80 g/m2.
Tintas: 1 / 1 colores.

Encuadernación:
Rústica con solapas.

Y a continuación algunas fotos de la presentación de la novela en la Fnac de Donosti, donde se puede apreciar al autor, Roberto Malo, y a uno de los editores, Unai Herrán, hablando de lo humano y lo divino. El público asistente se lo pasó fenomenal, ya que Roberto, además de un excelente escritor, es un gran comunicador y todo un "showman" que anima cualquier cotarro: