Tiempos de arroz y sal
Minotauro, 2003. Título original: The Years of Rice and Salt. Traducción de Franca Borsani. 716 páginas.
Este libro es de los que a priori tienen que gustarme ya que es una ucronía en estado puro. Su punto de ruptura con nuestra realidad se produce en la Alta Edad Media y la terrible plaga conocida como la peste negra. En el libro la población europea del siglo XIV es completamente arrasada y en esa hecatombe desaparece también el cristianismo de la faz de la tierra. Es un original punto de partida. A partir de esa premisa la novela se desarrolla durante siete siglos y el autor nos los presenta de la mano de una serie de personajes que se van re-encarnando una y otra vez.
La novela es buena. Me gustó en líneas generales, pero tiene varios errores que la debilitan (sobre todo fallos de traducción y de revisión de textos que a veces atascan al lector, al menos en la edición que tengo que es la primera en tapa dura) aunque no por ello deja de ser muy recomendable para la lectura.
KSR se ha empapado bastante de las cuatro culturas dominantes en un mundo sin europeos. No opinaré sobre si su manera de presentar a los hindúes, los chinos o los indios nativos americanos es acertada ya que desconozco mucho de esas culturas. De la musulmana, en cambio, puedo opinar y lo cierto es que el autor da una de cal y una de arena confundiendo términos, mezclando cosas e identificando realidades resligiosas de un modo como mínimo confuso.
Pero volviendo a la historia en sí, es muy original y fresca. Puede ser pesada en alguno de los quiebros filosóficos que duran entre veinte y treinta páginas cada vez, pero una vez asumido ese peaje al lucimiento cultural del autor sabe mantenerte enganchado.
Como todas las ucronías que presentan una realidad virtual, podemos no estar de acuerdo con el desarrollo de los acontecimientos históricos pero en esta novela el autor no peca de ingenuo demasiado (para ingenuidad galopante recomiendo La redención de Cristóbal Colón de Orson Scott Card o la trilogía del Hegemón de ese mismo autor) y nos presenta una realidad plausible e interesante.
El libro es gordo. Y puede hacerse pesado. Por eso recomiendo paciencia en algunos puntos. Generalmente después de un capítulo duro llegan varios interesantes que aceleran las cosas.
En definitiva, libro interesante, denso, ameno y que hace pensar. En cierto modo es un toque de atención a nuestro eurocentrismo, recordándonos que el mundo podría arreglárselas sin nosotros… aunque al menos reconoce que las cosas podrían ser igual de malas.
Y a mí que esta novela se me hizo un pelín pesada. No, más bien, muy pesada.
ResponderEliminarNo conseguí encontrar el ritmo entre tanta reencarnación y tantos giros extraños.
Me defraudó.