Diciembre. Noticias desde el yermo.
Jesús Urceloy
Reseña de: Amandil
Fundación Centro de Poesía José Hierro. Colección Alegría. Madrid, 2008. 117 páginas.
¿Cómo se hace la reseña de un poemario? No lo sé, pero a ello voy.
Diciembre me fue recomendado como una buena manera de adentrarme, despacio, en la obra poética de Jesús Urceloy (cuyo blog podemos ver aquí). El cómo llegué hasta necesitar un Virgilio poético es una historia larga, plagada de coincidencias y de curiosidades. La omito.
Rimas y versos libres. Estructuras reconocibles y otras caóticas a primera vista. Poemas que atacan al corazón y a los testículos, a la razón y a la fantasía, al entendimiento y a la sensibilidad. Momentos elevados y momentos subterráneos. Lo nítido enfrentado a lo borroso. Lo divertido a lo triste. La vida y la muerte separadas por una coma, por un punto. Todo esto es Diciembre. Y por eso mismo me ha gustado casi tanto como me ha desencantado. ¿Es posible la poesía sin rima? Lo es, claro. Incluso para los que, de entrada, no solemos mostrar mucha emoción por el género poético. Urceloy parece que se empeña en mostrar que es capaz de hacer unas rimas impresionantes, bien buscadas y sorprendentes, al mismo tiempo que se marcha por los versos libres, sin rima pero con ritmo, cuyo significado se te escapa.
Es lícito pero no es satisfactorio. Aunque, no lo niego, a veces en esa especie de sin sentido de palabras tan palabras (¿adonde nos llevas Jesús, adonde?) es dónde se encuentra de un modo inesperado la belleza del poema. No en la rima sino en el sonido. No en la sucesión asonante o consonante, sino en el adjetivo encadenado magistralmente al sustantivo, en la metáfora que estalla sin aparente sentido. Es hermoso pero desorienta. Y al lector poco hecho a este tipo de escritura puede llegar a fatigarle porque interpretar el poema, desentrañar "qué quiere decirme el autor con esto o aquello" puede cargar los hombros más fuertes y las espaldas más anchas.
Entonces ¿Diciembre es recomendable? Sí y no. O mejor dicho: depende.
Con esta obra me ha pasado algo muy curioso (y recuerden que no me gusta la poesía de entrada) y es que he pasado de momentos aburridos a otros intensamente emocionantes con sólo cambiar de página y poema. Como si estuviese leyendo a la vez dos libros, el que me ha gustado y el que no soportaba. Es lo curioso de los poemarios. Cada página, que digo cada página ¡cada estrofa! es un reto del autor para el lector, lo que va bien se troca en horrible y viceversa. Y a mí este cambio de ritmo... me ha gustado.
La estructura de Diciembre es novedosa. No miente el poema al subtitular su obra Noticias desde el yermo ya que adopta la forma de un periódico cuyas secciones vamos pasando y en cuyo interior encontramos distintos poemas que no tienen nada que ver (o no he sido capaz de encontrarlo) con la sección que les da cobijo. Tenemos un Editorial, Opinión, Actualidad Local, Sociedad, Necrológicas, Infantil, como en un diario cualquiera.
Jesús Urceloy
Reseña de: Amandil
Fundación Centro de Poesía José Hierro. Colección Alegría. Madrid, 2008. 117 páginas.
¿Cómo se hace la reseña de un poemario? No lo sé, pero a ello voy.
Diciembre me fue recomendado como una buena manera de adentrarme, despacio, en la obra poética de Jesús Urceloy (cuyo blog podemos ver aquí). El cómo llegué hasta necesitar un Virgilio poético es una historia larga, plagada de coincidencias y de curiosidades. La omito.
Rimas y versos libres. Estructuras reconocibles y otras caóticas a primera vista. Poemas que atacan al corazón y a los testículos, a la razón y a la fantasía, al entendimiento y a la sensibilidad. Momentos elevados y momentos subterráneos. Lo nítido enfrentado a lo borroso. Lo divertido a lo triste. La vida y la muerte separadas por una coma, por un punto. Todo esto es Diciembre. Y por eso mismo me ha gustado casi tanto como me ha desencantado. ¿Es posible la poesía sin rima? Lo es, claro. Incluso para los que, de entrada, no solemos mostrar mucha emoción por el género poético. Urceloy parece que se empeña en mostrar que es capaz de hacer unas rimas impresionantes, bien buscadas y sorprendentes, al mismo tiempo que se marcha por los versos libres, sin rima pero con ritmo, cuyo significado se te escapa.
Es lícito pero no es satisfactorio. Aunque, no lo niego, a veces en esa especie de sin sentido de palabras tan palabras (¿adonde nos llevas Jesús, adonde?) es dónde se encuentra de un modo inesperado la belleza del poema. No en la rima sino en el sonido. No en la sucesión asonante o consonante, sino en el adjetivo encadenado magistralmente al sustantivo, en la metáfora que estalla sin aparente sentido. Es hermoso pero desorienta. Y al lector poco hecho a este tipo de escritura puede llegar a fatigarle porque interpretar el poema, desentrañar "qué quiere decirme el autor con esto o aquello" puede cargar los hombros más fuertes y las espaldas más anchas.
Entonces ¿Diciembre es recomendable? Sí y no. O mejor dicho: depende.
Con esta obra me ha pasado algo muy curioso (y recuerden que no me gusta la poesía de entrada) y es que he pasado de momentos aburridos a otros intensamente emocionantes con sólo cambiar de página y poema. Como si estuviese leyendo a la vez dos libros, el que me ha gustado y el que no soportaba. Es lo curioso de los poemarios. Cada página, que digo cada página ¡cada estrofa! es un reto del autor para el lector, lo que va bien se troca en horrible y viceversa. Y a mí este cambio de ritmo... me ha gustado.
La estructura de Diciembre es novedosa. No miente el poema al subtitular su obra Noticias desde el yermo ya que adopta la forma de un periódico cuyas secciones vamos pasando y en cuyo interior encontramos distintos poemas que no tienen nada que ver (o no he sido capaz de encontrarlo) con la sección que les da cobijo. Tenemos un Editorial, Opinión, Actualidad Local, Sociedad, Necrológicas, Infantil, como en un diario cualquiera.
Y en el interior ¿qué encontramos? Pues cosas que te agitan el espíritu con violencia, tristeza y mucho estilo (Luz Violenta 1, arrollador, Luz Violenta 2, deja sin palabras), otras que te traen una buena sonrisa a los labios, incluso alguna carcajada (Dos poemas posteriores a la Guerra de las Galaxias, imprescindibles, Exposición poco recomendable y tal vez traída con pinzas.... inmenso), muchos que dan que pensar (La poesía como método sinfónico). Junto con los otros, los que ni fú ni fá (Pasapié del pintor y la niña descalza, La noche del vigía, Finis Terrae Mundi, Sueño). En definitiva, se puede decir que es difícil no encontrar algún poema que guste y alguno que deje frío, lo cual es bueno ya que garantiza que encontraremos algo que nos atraiga del libro.
Diciembre es un libro curioso, atractivo, ameno y sencillo de leer. Por momentos aire fresco, esplendor. Y, a veces, algo extraño, sin sentido, lejano. En definitiva la obra de un poeta.
Diciembre es un libro curioso, atractivo, ameno y sencillo de leer. Por momentos aire fresco, esplendor. Y, a veces, algo extraño, sin sentido, lejano. En definitiva la obra de un poeta.
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