Cuentos Completos I
Isaac Asimov
Reseña de: Amandil
Zeta Bolsillo. Col. Nova. Barcelona, 2009. Título original: The Complete Stories. Volume I. Traducción: Carlos Gardini. 816 páginas.
Isaac Asimov es siempre un valor seguro a la hora de ser publicado en cualquiera de sus facetas ya que supo conectar con un elevadísimo número de lectores a través de su sencillo estilo como escritor. Da igual que nos encontremos ante el novelista de grandes sagas como la Fundación o Robots, o ante el ameno divulgador tanto de temas científicos como históricos o, incluso, como en estos Cuentos Completos 1, ante el reputado fabulador de cuentos cortos.
Lo cierto es que este volumen, que ha de ser completado con el consecuente "tomo 2", no aporta ninguna novedad a la prolífica obra de uno de los grandes de la ciencia ficción mundial. Rara es la ocasión en que en un libro dedicado a ser un mero recopilador, el seguidor fiel de un escritor se vea sorprendido por algo que no conozca de antemano. En otras palabras: no hay nada nuevo bajo el sol.
Pero el éxito de este libro no ha de medirse en terminos de originalidad (inexistente, como ya se ha dicho) sino en el valor que tiene, precisamente, como recopilador pretendidamente total (en el prólogo el propio Asimov ya avisa que su obra es casi imposible de localizar de un modo completo y fiable debido a que ha sido publicada en soportes dispares (especialmente revistas de mediados del siglo XX)y extintos, muchos de ellos hoy en día perdidos e irrecuperables para el lector actual. Así que, en realidad, disponer de unos Cuentos Completos es una posibilidad que no se puede dejar pasar a la ligera si se quiere acceder a las obritas que, de otro modo, es probable que no podamos disfrutar.
Sólo por esta posibilidad la edición que nos presenta Zeta ya debería ser tenida en cuenta por cualquier seguidor de la ciencia ficción, en general, y de Asimov, en particular.
Pero no sólo por eso. Hay que reconocer que la calidad del volumen, asumiendo que es una edición de bolsillo en tapa blanda, es muy elevada y se mantiene en todo momento dentro de lo que me atrevo a denominar "el camino correcto" en lo que a edición y respeto al lector se trata. No nos encontramos con esos fallos que parecen abundar en las colecciones de libros que se asocian con la ciencia ficción y la fantasía. Incluyo en este elogio la traducción que en ningún momento se convierte en un obstáculo para el lector. No hay giros gramaticales extraños, ni vocablos de dudoso acierto, ni traducciones a la virulé. Así que, por ese lado, el lector puede estar satisfecho del continente.
Y ahora hablemos del contenido.
En este primer volumen disponemos de cuarenta y siete relatos cortos (dos de ellos, para ser exactos, son poemas) que no siguen ningún orden cronológico conocido sino, simplemente, han sido ordenados de ese modo por Asimov. De hecho en el prólogo (por cierto, muy breve y exclusivo en el libro ya que ninguno de los relatos está prologado, como sí suele suceder en otros libros de "cuentos cortos" del mismo autor) lo único de lo que se nos informa es de que nos encontramos que varios de ellos son de especial cariño para el escritor, citándose su título pero sin hacer mayor hincapié en los porqués de esa valoración. Queda en manos del lector decidir si su gusto coincide con el del autor.
Aunque la temática es muy variada según se va avanzando en la lectura surgen tres grandes temas que se repiten con cierta regularidad como telón de fondos de la mayor parte de los cuentos. Es preciso señalar, de nuevo, que al ser un compendio que abarca varias decadas de producción, la reiteración que percibe el lector no es, en modo alguno, una muestra de la falta de originalidad de Asimov, sino más bien una consecuencia lógica del mero hecho de compilar textos que están encuadrados en una época concreta de la Historia de la humanidad.
Esos tres grandes "bloques temáticos" son la existencia de la todopoderosa supercomputadora Multivac (que llega a convertirse casi en el hilo motor del libro, por sus múltiples apariciones aunque, en ocasiones con consecuencias contradictorias); el desarrollo atómico con fines militares como amenaza y signo de la estupidez humana; y la pretensión de acceder al pasado como observadores por medios técnicos.
Junto con estos tres temas reiterativos (pero no cansinos ni aburridos) surgen otros que son fiel reflejo de algunas de las líneas narrativas que caracterizaron a Asimov, en especial la robótica y sus aplicaciones, y la capacidad de convertir la Historia en una ciencia matemática o estadística.
Pero no se agotan aquí los temas que aparecen en los diversos relatos, ni mucho menos. Encontramos espacio para el humor (leyendo El chistoso en un tren no pude contener la risa varias veces y con El brujo moderno uno descubre que quizá no es buena idea lo de utilizar elixires de amor a lo loco), el romanticismo, (Los ojos hacen algo más que ver es una buena muestra de que puede haber poesía junto con un inusitado sentimiento de amor por lo perdido) la especulación filosófica (La última pregunta se mueve entre el ¿por qué estamos aquí? y la Creación), la temática religiosa (el demonio tiene cabida como personaje a burlar -Treta tridimensional- o burlador -La trompeta del Juicio Final- en varios cuentos). En definitiva se puede decir que es casi imposible aburrirse viendo la variadísima temática que se despliega ante nuestros ojos.
Esta versatilidad a la hora de imaginar cuentos e historias cortas siempre se nos muestra bajo un mismo estilo y utilizando las mismas herramientas de escritor avezado. ¿Para qué otras si el éxito persigue el modo sencillo y limpio de contar las cosas? No encontraremos florituras, ni exquisitas formas metafóricas leyendo las obras de Asimov. Todos los personajes son esbozados de un modo simple, con nombre y un apellido (en el caso de extraterrestres de nombres estrafalarios se incluye también alguna distinción relacionada con su función -piloto, capitán, etc.-), se les describe someramente para distinguir a unos de otros y en seguida la narración se basa en una eficaz combinación de diálogos bien hilvanados, pensamientos reveladores y datos aportados por el narrador.
Finalmente, como es de esperar en un relato corto, la trama suele desembocar en un final inesperado que dota de un significado revelador lo que se ha leídoya sea para un giro cómico, trágico o catastófico. De todo hay. De hecho gran parte de la fuerza de algunos de los cuentos se apoya casi por completo en el último párrafo o en la página de cierre, mostrando en ese momento el autor su habilidad para entretener y sorprender al lector.
No tiene desperdicio este volumen de Cuentos Completos para descubrir diecisiete años después de su muerte a un autor que hizo de la Ciencia Ficción, seguramente, uno de los generos literarios más versátiles, entretenidos y evocadores que podemos encontrar dentro de la Literatura contemporanea. Y, sin temor a equivocarme, este libro le hace justicia.
Isaac Asimov
Reseña de: Amandil
Zeta Bolsillo. Col. Nova. Barcelona, 2009. Título original: The Complete Stories. Volume I. Traducción: Carlos Gardini. 816 páginas.
Isaac Asimov es siempre un valor seguro a la hora de ser publicado en cualquiera de sus facetas ya que supo conectar con un elevadísimo número de lectores a través de su sencillo estilo como escritor. Da igual que nos encontremos ante el novelista de grandes sagas como la Fundación o Robots, o ante el ameno divulgador tanto de temas científicos como históricos o, incluso, como en estos Cuentos Completos 1, ante el reputado fabulador de cuentos cortos.
Lo cierto es que este volumen, que ha de ser completado con el consecuente "tomo 2", no aporta ninguna novedad a la prolífica obra de uno de los grandes de la ciencia ficción mundial. Rara es la ocasión en que en un libro dedicado a ser un mero recopilador, el seguidor fiel de un escritor se vea sorprendido por algo que no conozca de antemano. En otras palabras: no hay nada nuevo bajo el sol.
Pero el éxito de este libro no ha de medirse en terminos de originalidad (inexistente, como ya se ha dicho) sino en el valor que tiene, precisamente, como recopilador pretendidamente total (en el prólogo el propio Asimov ya avisa que su obra es casi imposible de localizar de un modo completo y fiable debido a que ha sido publicada en soportes dispares (especialmente revistas de mediados del siglo XX)y extintos, muchos de ellos hoy en día perdidos e irrecuperables para el lector actual. Así que, en realidad, disponer de unos Cuentos Completos es una posibilidad que no se puede dejar pasar a la ligera si se quiere acceder a las obritas que, de otro modo, es probable que no podamos disfrutar.
Sólo por esta posibilidad la edición que nos presenta Zeta ya debería ser tenida en cuenta por cualquier seguidor de la ciencia ficción, en general, y de Asimov, en particular.
Pero no sólo por eso. Hay que reconocer que la calidad del volumen, asumiendo que es una edición de bolsillo en tapa blanda, es muy elevada y se mantiene en todo momento dentro de lo que me atrevo a denominar "el camino correcto" en lo que a edición y respeto al lector se trata. No nos encontramos con esos fallos que parecen abundar en las colecciones de libros que se asocian con la ciencia ficción y la fantasía. Incluyo en este elogio la traducción que en ningún momento se convierte en un obstáculo para el lector. No hay giros gramaticales extraños, ni vocablos de dudoso acierto, ni traducciones a la virulé. Así que, por ese lado, el lector puede estar satisfecho del continente.
Y ahora hablemos del contenido.
En este primer volumen disponemos de cuarenta y siete relatos cortos (dos de ellos, para ser exactos, son poemas) que no siguen ningún orden cronológico conocido sino, simplemente, han sido ordenados de ese modo por Asimov. De hecho en el prólogo (por cierto, muy breve y exclusivo en el libro ya que ninguno de los relatos está prologado, como sí suele suceder en otros libros de "cuentos cortos" del mismo autor) lo único de lo que se nos informa es de que nos encontramos que varios de ellos son de especial cariño para el escritor, citándose su título pero sin hacer mayor hincapié en los porqués de esa valoración. Queda en manos del lector decidir si su gusto coincide con el del autor.
Aunque la temática es muy variada según se va avanzando en la lectura surgen tres grandes temas que se repiten con cierta regularidad como telón de fondos de la mayor parte de los cuentos. Es preciso señalar, de nuevo, que al ser un compendio que abarca varias decadas de producción, la reiteración que percibe el lector no es, en modo alguno, una muestra de la falta de originalidad de Asimov, sino más bien una consecuencia lógica del mero hecho de compilar textos que están encuadrados en una época concreta de la Historia de la humanidad.
Esos tres grandes "bloques temáticos" son la existencia de la todopoderosa supercomputadora Multivac (que llega a convertirse casi en el hilo motor del libro, por sus múltiples apariciones aunque, en ocasiones con consecuencias contradictorias); el desarrollo atómico con fines militares como amenaza y signo de la estupidez humana; y la pretensión de acceder al pasado como observadores por medios técnicos.
Junto con estos tres temas reiterativos (pero no cansinos ni aburridos) surgen otros que son fiel reflejo de algunas de las líneas narrativas que caracterizaron a Asimov, en especial la robótica y sus aplicaciones, y la capacidad de convertir la Historia en una ciencia matemática o estadística.
Pero no se agotan aquí los temas que aparecen en los diversos relatos, ni mucho menos. Encontramos espacio para el humor (leyendo El chistoso en un tren no pude contener la risa varias veces y con El brujo moderno uno descubre que quizá no es buena idea lo de utilizar elixires de amor a lo loco), el romanticismo, (Los ojos hacen algo más que ver es una buena muestra de que puede haber poesía junto con un inusitado sentimiento de amor por lo perdido) la especulación filosófica (La última pregunta se mueve entre el ¿por qué estamos aquí? y la Creación), la temática religiosa (el demonio tiene cabida como personaje a burlar -Treta tridimensional- o burlador -La trompeta del Juicio Final- en varios cuentos). En definitiva se puede decir que es casi imposible aburrirse viendo la variadísima temática que se despliega ante nuestros ojos.
Esta versatilidad a la hora de imaginar cuentos e historias cortas siempre se nos muestra bajo un mismo estilo y utilizando las mismas herramientas de escritor avezado. ¿Para qué otras si el éxito persigue el modo sencillo y limpio de contar las cosas? No encontraremos florituras, ni exquisitas formas metafóricas leyendo las obras de Asimov. Todos los personajes son esbozados de un modo simple, con nombre y un apellido (en el caso de extraterrestres de nombres estrafalarios se incluye también alguna distinción relacionada con su función -piloto, capitán, etc.-), se les describe someramente para distinguir a unos de otros y en seguida la narración se basa en una eficaz combinación de diálogos bien hilvanados, pensamientos reveladores y datos aportados por el narrador.
Finalmente, como es de esperar en un relato corto, la trama suele desembocar en un final inesperado que dota de un significado revelador lo que se ha leídoya sea para un giro cómico, trágico o catastófico. De todo hay. De hecho gran parte de la fuerza de algunos de los cuentos se apoya casi por completo en el último párrafo o en la página de cierre, mostrando en ese momento el autor su habilidad para entretener y sorprender al lector.
No tiene desperdicio este volumen de Cuentos Completos para descubrir diecisiete años después de su muerte a un autor que hizo de la Ciencia Ficción, seguramente, uno de los generos literarios más versátiles, entretenidos y evocadores que podemos encontrar dentro de la Literatura contemporanea. Y, sin temor a equivocarme, este libro le hace justicia.
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