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Reseña de: Jamie M.
Sociedad Tolkien Española. Madrid, 2009. 249 páginas.
Los seguidores de Tolkien en España, agrupados en torno a la Sociedad Tolkien Española (STE), convocan anualmente el concurso de relatos cortos conocido como Premios Gandalf. Y desde 2007 han retomado un concurso también anual de ensayos cortos sobre la obra del autor inglés conocido como Premios Aelfwine. Este libro presenta los ganadores de ambos concursos en sus convocatorias de los años 2007 y 2008 con una pequeña presentación del volumen a cargo del presidente de la STE y tres brevísimas introducciones temáticas que separan las obras literarias de las de investigación y divulgación.
Cabe destacar que para ser una edición ajena a las editoriales profesionales y enmarcada dentro de la producción amateur y limitada (sólo los socios reciben el libro) el resultado obtenido es bastante bueno en lo referente a calidad de la maquetación (quizá habría sido visualmente más atractivo el texto si se le hubiese dotado de un mayor margen externo, pero eso no deja de estar dentro de los parámetros del gusto del lector) y revisión de los textos (no hay apenas errores tipográficos reseñables). La encuadernación es un tanto blanda pero resistente y supongo que forma parte de lo que se puede esperar de una obrita que cuenta con recursos económicos ajustados y no pretende hacerse un hueco en las librerías. En este sentido, el libro cumple sobradamente las expectativas estéticas y sigue con la tradición de dotar de una única tonalidad a la cobertura externa del ejemplar (en años anteriores se presentó en rojo y en azul).
Las expectativas de contenido, en líneas generales, se cumplen sobradamente y denotan claramente que los relatos y artículos recogidos son los ganadores de un proceso de selección y eliminación sujeto a las normas de dos concursos. En todos ellos hay calidad a la par que muestran distintos estilos y modos de aproximarse a la obra de J.R.R. Tolkien por parte de personas aficionadas a la producción literaria del citado autor y que han profundizado bastante más allá de lo popular (El Hobbit, El Señor de los Anillos, etc.) para poder ofrecer, como ficción o como investigación, una nueva perspectiva que ofrecer al lector de esta obra.
Los relatos incluidos en esta recopilación y brevemente comentados, son los siguientes:
El club secreto del escarabajo de piedra, de Pilar Caldú Royo, Primer Premio del año 2007. Pino, un niño hobbit apocado por la pronta muerte de su madre y la falta de cariño de su padre, descubre un día un orco enfermo y moribundo oculto en una hondonada en medio del bosque. Superando su miedo inicial decide cuidar y alimentar a aquella criatura movido por un sentimiento de bondad y de aventurera curiosidad. Sin embargo su secreto es rápidamente descubierto por otros niños hobbits a los que convence para que, entre todos, cuiden al orco ocultando la verdad a los adultos. De ese modo surge el club secreto... Caldú consigue envolver toda la historia de una entrañable perspectiva infantil, adoptado la inocencia que acompaña la as acciones de los niños y su modo de actuar ante una criatura salida de los terribles relatos de la lejana y pasada Guerra. Se agradece un relato de ambientación hobbit que no queda atrapado en lo cómico sino que muestra una sociedad muy creíble en un entorno de pueblo pequeño y cotilla. El personaje de Pino está perfectamente trazado y dotado de una profundidad con la suficiente entidad como para que abandone los tópicos infantiles que podrían haber atenazado el relato. La narración rebosa sentimiento, esperanza y calor aunque en ocasiones muestre crueldad y desasosiego. El final, aunque se ve venir, cierra de un modo emotivo la pequeña historia de Pino, el orco y el club.
De Rían y Huor, de Mónica Sanz Rodríguez, Segundo Premio del año 2007. Se abre ante nosotros un relato que hunde sus raíces en una de las partes más importantes de El Silmarillion, las vicisitudes de los hijos de Galdor, Húrin y Huor, que serán a su vez los padres de dos de los personajes centrales de la raza humana, Túrin y Tuor. La historia se centra en el amor entre Huor y la dama Rían, como se conocen, descubren lo que sienten y se unen en un matrimonio que se ve roto por la guerra y la temprana muerte de Huor. Y aunque ese es el argumento central, en realidad la autora engloba ese romance dentro de una plano mayor en el que incluye, de manera preponderante, la figura de Húrin, el hermano mayor que es modelo de guerrero, de noble y de soberano (y al que Tolkien sitúa en un plano a medio camino entre el héroe y el traidor, en un trágico final acorde con la figura de su hijo, Túrin Turambar). Con un lenguaje fresco, evocador y muy bien manejado, Mónica Sanz se adentra en una historia hermosa, bien narrada, en continuo movimiento, que no se apoya innecesariamente sobre trucos sentimentales. La historia de amor de Rían y Huor se engarza maravillosamente en los acontecimientos generales, sin estropearse mutuamente ni convertirse en un pegote añadido con calzador. Es un relato bien escrito, muy bien llevado y con un ritmo constante y sin sobresaltos.
Las ciénagas, de Jesús Santiago Álvarez Muñoz, Tercer Premio del año 2007. Decir que este relato bebe de Lovecraft se queda corto porque, de hecho, mezcla de un modo perfectamente creíble el imaginarium del de Providence con la Tierra Media de Tolkien. Y para lograrlo aprovecha uno de los entornos geográficos que más se prestan a ello: Las Ciénagas de los Muertos. Huelga decir que el lugar por sí mismo no hubiese garantizado el éxito del experimento literario, pero por medio de un relato al más puro estilo lovecraftiano (un narrador en primera persona y en pasado, apelaciones a la cordura, descripciones vagas pero lo suficientemente aterradoras, brumas, ruidos en la noche, avisos de peligro, miedo y suspense) consigue que el lector, sin abandonar la Tierra Media, crea estar caminando por Innsmouth. La historia comienza cuando un comerciante consigue de modo casual un mineral, la "lágrima de elfo", con asombrosas cualidades estéticas, que le hace ganar mucho dinero gracias a la alta sociedad de Minas Tirith. Pero un día deja de recibir su materia prima y, ante el riesgo de quiebra, decide investigar por qué se ha interrumpido el suministro, lo que le llevará hasta una lejana y semiabandonada colonia minera, Alknar, que se asienta en el linde las terribles Ciénagas de los Muertos, poblada por unos misteriosos individuos que no tienen relación con nadie fuera de los límites de su pueblo. Álvarez, copiando con bastante maestría el estilo de Lovecraft, logra sumir al lector en una aventura tenebrosa y oscura que encaja perfectamente y no chirría en absoluto. Los tiempos están muy bien medidos, el ritmo es trepidante, las descripciones son acertadas. No le falta ni le sobra nada.
El anochecer del Mago, de Juan José Pérez-Pons Agudo, Primer Premio del año 2008. Si siempre es arriesgado escribir sobre personajes creados por otro sin traicionar la esencia y el estilo que el autor ha impreso en los mismos, meterse en la cabeza de esos personajes y ponerles a escribir un diario es una maniobra arriesgada, casi suicida. Y eso es lo que hace Pérez-Pons en este relato con la compleja y traicionera figura de Saruman. El capitán de una guarnición enviada a Isengard años después del fin de la Guerra del Anillo encuentra unos antiguos manuscritos que resultan ser una serie de anotaciones del Mago Blanco en las que cuenta sus percepciones, opiniones y valoraciones en distintos momentos de su prolongada vida. De ese modo el lector percibe como se va produciendo la "corrupción" del Istari (¿el "anochecer" del título?) y su distanciamiento progresivo de la misión que le fue encomendada junto con Gandalf y los demás Magos. Usando las misivas, y con una introducción ajustada a justificar el hallazgo, el autor desliza por medio de microrelatos en primera persona, datos sobre la personalidad de Saruman y las causas de su caída. El desmedido orgullo, la creciente desconfianza en Gandalf, la envidia, la confusión entre el fin y los medios a utilizar, el olvido de lo importante en aras de "lo nuevo". Todo ello tiene cabida en este pequeño relato. ¿Logra salir airoso de esa entrada en la mente de un personaje de esta envergadura? Creo que sí, en cualquier caso logra adoptar un tono y un estilo que podría acercarse al del mago creado por Tolkien sin desentonar demasiado con lo que se nos muestra de él en El Señor de los Anillos.
¡Echad al extranjero!, de Miguel González Plaza, Segundo Premio del año 2008. Con un estilo arriesgado y confuso en los primeros compases el relato consigue avanzar con fuerza y dibuja la que pudo ser la resistencia a Sauron y sus aliados en el Este gracias a la labor de los poco conocidos Magos Azules. La confusión nace del hecho de que el autor opta por contar la historia mediante la plasmación de los pensamientos en orden cronológico de varios de los habitantes de una aldea oriental a la que un día llega un "embajador" de una supuesta confederación de pueblos contrarios a seguir sometidos a los variags. El embajador, con su mera presencia, desata en todos los habitantes sentimientos encontrados y eso es lo que González Plaza narra de un modo lineal y desde distintas perspectivas. El efecto es muy curioso y original, sin embargo se presta a la confusión hasta que queda claro quien es quien, puesto que no hay indicaciones salvo las que se extraen del mismo texto. La historia de un conflicto entre los que quieren seguir como siempre (sometidos pero en paz), los que quieren sacudirse el yugo, los oportunistas, los temerosos, los agoreros, muestra sin aspavientos ni moralinas como pueden convivir todos estos sentimientos y pensamientos en un pequeño pueblo que, a la postre, será presa de su propia indefinición. La prosa es ágil, la profundidad la justa y los personajes rozan lo tópico sin caer por ello en lo banal, quizá se echa en falta al menos un "pensamiento" del personaje sobre el que gira toda la historia, el misterioso embajador, aunque esa misma carencia hace del relato algo más sangrante por lo mezquino del comportamiento de algunos individuos.
Por otra parte, los cinco artículos/ensayos que completan el libro son los siguientes:
Estética y don en Hoja de Niggle, de Eduardo Segura Fernández, Primer Premio del año 2007. Por medio de la aproximación al relato breve de Tolkien Hoja de Niggle el autor se plantea la ingente misión de explicar (o mostrar) lo que el propio profesor inglés entendía sobre el proceso creativo y artístico, el descubrimiento de un nuevo mundo sometido al poder "subcreador" de su imaginación y la vinculación existente entre todo eso y su poética. Para ello desgrana de un modo profundo, conciso y casi quirúrgico los distintos aspectos alegóricos que Tolkien plasmó en esa obra y que, más allá de la propia belleza del relato en sí, trazaban una verdadera explicación de su concepción de la subcreación como reflejo particular de la Creación en sí misma. Segura, de un modo magistral, muy cercano, lleva de la mano al lector a través de opiniones, sentimientos, influencias y mensajes que configuraron Niggle como una especie de explicación y justificación que Tolkien se daba a sí mismo sobre lo que había sido hasta el momento su vida como académico, escritor y, sobre todo, subcreador.Las expectativas de contenido, en líneas generales, se cumplen sobradamente y denotan claramente que los relatos y artículos recogidos son los ganadores de un proceso de selección y eliminación sujeto a las normas de dos concursos. En todos ellos hay calidad a la par que muestran distintos estilos y modos de aproximarse a la obra de J.R.R. Tolkien por parte de personas aficionadas a la producción literaria del citado autor y que han profundizado bastante más allá de lo popular (El Hobbit, El Señor de los Anillos, etc.) para poder ofrecer, como ficción o como investigación, una nueva perspectiva que ofrecer al lector de esta obra.
Los relatos incluidos en esta recopilación y brevemente comentados, son los siguientes:
El club secreto del escarabajo de piedra, de Pilar Caldú Royo, Primer Premio del año 2007. Pino, un niño hobbit apocado por la pronta muerte de su madre y la falta de cariño de su padre, descubre un día un orco enfermo y moribundo oculto en una hondonada en medio del bosque. Superando su miedo inicial decide cuidar y alimentar a aquella criatura movido por un sentimiento de bondad y de aventurera curiosidad. Sin embargo su secreto es rápidamente descubierto por otros niños hobbits a los que convence para que, entre todos, cuiden al orco ocultando la verdad a los adultos. De ese modo surge el club secreto... Caldú consigue envolver toda la historia de una entrañable perspectiva infantil, adoptado la inocencia que acompaña la as acciones de los niños y su modo de actuar ante una criatura salida de los terribles relatos de la lejana y pasada Guerra. Se agradece un relato de ambientación hobbit que no queda atrapado en lo cómico sino que muestra una sociedad muy creíble en un entorno de pueblo pequeño y cotilla. El personaje de Pino está perfectamente trazado y dotado de una profundidad con la suficiente entidad como para que abandone los tópicos infantiles que podrían haber atenazado el relato. La narración rebosa sentimiento, esperanza y calor aunque en ocasiones muestre crueldad y desasosiego. El final, aunque se ve venir, cierra de un modo emotivo la pequeña historia de Pino, el orco y el club.
De Rían y Huor, de Mónica Sanz Rodríguez, Segundo Premio del año 2007. Se abre ante nosotros un relato que hunde sus raíces en una de las partes más importantes de El Silmarillion, las vicisitudes de los hijos de Galdor, Húrin y Huor, que serán a su vez los padres de dos de los personajes centrales de la raza humana, Túrin y Tuor. La historia se centra en el amor entre Huor y la dama Rían, como se conocen, descubren lo que sienten y se unen en un matrimonio que se ve roto por la guerra y la temprana muerte de Huor. Y aunque ese es el argumento central, en realidad la autora engloba ese romance dentro de una plano mayor en el que incluye, de manera preponderante, la figura de Húrin, el hermano mayor que es modelo de guerrero, de noble y de soberano (y al que Tolkien sitúa en un plano a medio camino entre el héroe y el traidor, en un trágico final acorde con la figura de su hijo, Túrin Turambar). Con un lenguaje fresco, evocador y muy bien manejado, Mónica Sanz se adentra en una historia hermosa, bien narrada, en continuo movimiento, que no se apoya innecesariamente sobre trucos sentimentales. La historia de amor de Rían y Huor se engarza maravillosamente en los acontecimientos generales, sin estropearse mutuamente ni convertirse en un pegote añadido con calzador. Es un relato bien escrito, muy bien llevado y con un ritmo constante y sin sobresaltos.
Las ciénagas, de Jesús Santiago Álvarez Muñoz, Tercer Premio del año 2007. Decir que este relato bebe de Lovecraft se queda corto porque, de hecho, mezcla de un modo perfectamente creíble el imaginarium del de Providence con la Tierra Media de Tolkien. Y para lograrlo aprovecha uno de los entornos geográficos que más se prestan a ello: Las Ciénagas de los Muertos. Huelga decir que el lugar por sí mismo no hubiese garantizado el éxito del experimento literario, pero por medio de un relato al más puro estilo lovecraftiano (un narrador en primera persona y en pasado, apelaciones a la cordura, descripciones vagas pero lo suficientemente aterradoras, brumas, ruidos en la noche, avisos de peligro, miedo y suspense) consigue que el lector, sin abandonar la Tierra Media, crea estar caminando por Innsmouth. La historia comienza cuando un comerciante consigue de modo casual un mineral, la "lágrima de elfo", con asombrosas cualidades estéticas, que le hace ganar mucho dinero gracias a la alta sociedad de Minas Tirith. Pero un día deja de recibir su materia prima y, ante el riesgo de quiebra, decide investigar por qué se ha interrumpido el suministro, lo que le llevará hasta una lejana y semiabandonada colonia minera, Alknar, que se asienta en el linde las terribles Ciénagas de los Muertos, poblada por unos misteriosos individuos que no tienen relación con nadie fuera de los límites de su pueblo. Álvarez, copiando con bastante maestría el estilo de Lovecraft, logra sumir al lector en una aventura tenebrosa y oscura que encaja perfectamente y no chirría en absoluto. Los tiempos están muy bien medidos, el ritmo es trepidante, las descripciones son acertadas. No le falta ni le sobra nada.
El anochecer del Mago, de Juan José Pérez-Pons Agudo, Primer Premio del año 2008. Si siempre es arriesgado escribir sobre personajes creados por otro sin traicionar la esencia y el estilo que el autor ha impreso en los mismos, meterse en la cabeza de esos personajes y ponerles a escribir un diario es una maniobra arriesgada, casi suicida. Y eso es lo que hace Pérez-Pons en este relato con la compleja y traicionera figura de Saruman. El capitán de una guarnición enviada a Isengard años después del fin de la Guerra del Anillo encuentra unos antiguos manuscritos que resultan ser una serie de anotaciones del Mago Blanco en las que cuenta sus percepciones, opiniones y valoraciones en distintos momentos de su prolongada vida. De ese modo el lector percibe como se va produciendo la "corrupción" del Istari (¿el "anochecer" del título?) y su distanciamiento progresivo de la misión que le fue encomendada junto con Gandalf y los demás Magos. Usando las misivas, y con una introducción ajustada a justificar el hallazgo, el autor desliza por medio de microrelatos en primera persona, datos sobre la personalidad de Saruman y las causas de su caída. El desmedido orgullo, la creciente desconfianza en Gandalf, la envidia, la confusión entre el fin y los medios a utilizar, el olvido de lo importante en aras de "lo nuevo". Todo ello tiene cabida en este pequeño relato. ¿Logra salir airoso de esa entrada en la mente de un personaje de esta envergadura? Creo que sí, en cualquier caso logra adoptar un tono y un estilo que podría acercarse al del mago creado por Tolkien sin desentonar demasiado con lo que se nos muestra de él en El Señor de los Anillos.
¡Echad al extranjero!, de Miguel González Plaza, Segundo Premio del año 2008. Con un estilo arriesgado y confuso en los primeros compases el relato consigue avanzar con fuerza y dibuja la que pudo ser la resistencia a Sauron y sus aliados en el Este gracias a la labor de los poco conocidos Magos Azules. La confusión nace del hecho de que el autor opta por contar la historia mediante la plasmación de los pensamientos en orden cronológico de varios de los habitantes de una aldea oriental a la que un día llega un "embajador" de una supuesta confederación de pueblos contrarios a seguir sometidos a los variags. El embajador, con su mera presencia, desata en todos los habitantes sentimientos encontrados y eso es lo que González Plaza narra de un modo lineal y desde distintas perspectivas. El efecto es muy curioso y original, sin embargo se presta a la confusión hasta que queda claro quien es quien, puesto que no hay indicaciones salvo las que se extraen del mismo texto. La historia de un conflicto entre los que quieren seguir como siempre (sometidos pero en paz), los que quieren sacudirse el yugo, los oportunistas, los temerosos, los agoreros, muestra sin aspavientos ni moralinas como pueden convivir todos estos sentimientos y pensamientos en un pequeño pueblo que, a la postre, será presa de su propia indefinición. La prosa es ágil, la profundidad la justa y los personajes rozan lo tópico sin caer por ello en lo banal, quizá se echa en falta al menos un "pensamiento" del personaje sobre el que gira toda la historia, el misterioso embajador, aunque esa misma carencia hace del relato algo más sangrante por lo mezquino del comportamiento de algunos individuos.
Por otra parte, los cinco artículos/ensayos que completan el libro son los siguientes:
Los regalos de Papá Noël: las cartas, de Francisco Sempere Galat, Segundo Premio del año 2007. El autor aborda la particular obra de Tolkien, nacida del ánimo de entretener a sus hijos con una serie de cartas enviadas por el mismísimo Papá Noël todas las navidades, desde dos perspectivas distintas. Por un lado explica el origen y arraigo histórico de los dos personajes históricos y míticos como el San Nicolás cristiano y el King Winter o Father Time sajón que terminarán por converger en la figura de Father Christmas. Por otro narra el desarrollo, contenido y progresión de las cartas en sí mismas. Se nos muestra como el abrumador universo mitológico de Tolkien termina por introducirse de algún modo en este juego tan familiar e infantil (trasgos, dragones, Gollum, el hombre de la luna, etc.) sin por ello desmerecer a los personajes netamente originales de Las Cartas (el Oso Polar, Papá Noël, el Muñeco de Nieve, etc.). En definitiva, Sempere Galat bucea en una de las obras más personales del profesor inglés logrando dar con algunas de sus claves de un modo efectivo y clarificador.
Hijos de la misma Luz, de José Manuel Ferrández Bru, Tercer Premio del año 2007. Desde el primer momento el autor avisa de que no está presentando un trabajo en el que se vaya a defender la idea de que la obra de Tolkien responde a un consciente y premeditado deseo de evangelizar por medio de una alegoría. Más bien se propone mostrar las conexiones que existieron entre Tolkien y el movimiento católico protagonizado por el cardenal Henry Newman, así como las influencias que se produjeron como consecuencia del contacto directo entre el autor inglés y el padre Francis Morgan Osborne. Por medio de una presentación de hechos históricos, tendencias confesionales (el paso del anglicanismo anti-papal a otro menor agresivo y la final conversión al catolicismo de Newman) e influencias en la vida de Tolkien (el oratorio de Birmingham, la tutela durante una década del padre Morgan, etc.), Ferrández Bru va señalando las evidente coincidencias entre escritor y religioso y las posibles consecuencias que, posteriormente, quedarían reflejadas en las ideas globales que quedaron plasmadas en las obras literarias de Tolkien. El ensayo se puede leer en la web del autor, aquí.
J.R.R. Tolkien y la Guerra Civil española, de José Manuel Ferrández Bru, Primer Premio del año 2008. Este artículo incide sobre varios de los puntos más polémicos que rodean la figura de Tolkien y que, en muchas ocasiones, son abordados de un modo demasiado simplificador y generalista. Me refiero al pensamiento político del propio autor inglés y su posición en relación a la Guerra Civil española. Ferrández Bru rompe con los tópicos y sitúa, por una parte, a Tolkien en su época y en las divisiones al respecto que se produjeron en la sociedad británica al estallar el conflicto en España y, por otra parte, matiza por medio de datos incontestables (cartas, apuntes biográficos) esa tendencia a "catalogar" de un modo cerrado el pensamiento del escritor. El ensayo, de libre acceso en la web del autor aquí, es muy sencillo de leer, sorprendentemente clarificador y perfectamente estructurado.
La crítica literaria a Tolkien, de Francisco Sempere Galant, Segundo Premio del año 2008. Este artículo muestra la evolución del denominado "Tolkien criticism" desde la publicación de los primeros poemas de Tolkien en el periodo comprendido entre 1910 y 1922, hasta la aparición de las obras clave El Silmarillion, la Biografía y las Cartas por Carpenter y los Cuentos Inconclusos entre los años 1976 y 1981. Es el propio autor el que se marca este límite para poder limitar la extensión de su trabajo y dedicar sus esfuerzos a las épocas menos conocidas de la crítica en España, en la que las obras (literarias y académicas) de Tolkien se vieron sometidas a grandes elogios y también a mordaces y demoledores ataques. De hecho, la gran originalidad de este ensayo no es tanto la estructura (en esencia una sucesión de resúmenes de los argumentos centrales de las distintas críticas) sino la posibilidad de que el lector, de un vistazo, vea como ha sido tratada la producción de Tolkien desde la perspectiva de los que lo han estudiado per se en esos sesenta años de "crítica". De hecho este artículo es único en este sentido en lengua española y sorprende por tocar un tema que, de otro modo, no suele entrar dentro de lo comúnmente conocido por el aficionado medio.
Se puede decir que la Sociedad Tolkien Española, con iniciativas como los Premios Gandalf y Aelfwine y una edición como la aquí comentada, sigue sosteniendo un modo serio y admirable de acercamiento a la obra de una figura como la de Tolkien ¿Para cuando una edición profesional y "abierta" para que podamos acceder a ella los que no somos socios?
Por lo que comentas, parece una recopilación muy interesante. ¿Hay alguna forma de conseguirla si no se pertenece a la STE?
ResponderEliminarMe temo que no. Aunque a lo mejor si preguntas a la propia STE hay algún modo. De todos modos como es un libro con ISBN debe hacer copia en la Biblioteca Nacional.
ResponderEliminarLo siento.
Saludos.
ResponderEliminarPrimero de todo quisiera agradecer personalmente al autor la reseña hecha de este volumen recopilatorio de los Cuentos y Ensayos ganadores de los premios que anualmente convoca la Sociedad Tolkien Española.
Por otro lado y para Javier, si estás interesado en este material te rogaría que te pongas en contacto con nosotros en una de estas dos direcciones de correo:
presidente@sociedadtolkien.org
vicepresidente@sociedadtolkien.org
indicando como tema tu interés por este recopilatorio y tus datos personales para poder examinar como hacerte llegar uno.
Atentamente,
Miguel González Plaza
Vicepresidente de la STE.
Mira que bien ¡y qué honor!, Javier. Ya te han respondido la duda y además, uno de los autores del libro :)
ResponderEliminarPues a mi me ha gustado el contenido pero no el continente. Creo que merecería la pena que se gastasen más dinero en la edición para que dure años.
ResponderEliminarFdo. Un socio de la STE
Buenos días
ResponderEliminarOs doy las gracias de todo corazón por vuestro comentario a este nuevo volumen de los Premios Gandalf y Aelfwine. El esfuerzo conjunto de los escritores, ensayistas, jurados y editores nos trae a las manos esta joya, muy esperada por los socios.
Vuestro comentario sobre mi cuento me halaga profundamente, muchas gracias. También aprovecho para comentarle al personaje anónimo que precede a este comentario que nunca están de más las propuestas presupuestarias que se quieran hacer, oportunamente estudiadas y justificadas, a los gastos de la STE en las Asambleas Generales.
Un saludo desde la soledad de las Torres.
Elanor Findûriel