Hija de humo y hueso
II.
Laini Taylor.
Reseña de: Jamie M.
Alfaguara. Madrid,
2013. Título original: Days of Blood and Starlight. Traducción:
Montserrat Nieto Sánchez. 523 páginas.
Si en la primera parte de
la saga, Taylor ofrecía un romance fantástico a lo Romeo
y Julieta paranormal, en esta continuación el romance
queda aparcado a un lado, mientras cobra mayor protagonismo el
ambiente “bélico” (o postbélico, cuando la gran batalla ya ha
tenido lugar y quedan los pequeños combates y enfrentamientos entre
los vencedores y grupúsculos de los vencidos supervivientes).
Días
de sangre y resplandor comienza apenas unos días después de
finalizada la primera entrega, con Zuzana intentando asimilar
la desaparición de Karou; y con Akiva convenciéndose
contra su voluntad de que la joven ha muerto. El dolor, la pena, la
culpa y el arrepentimiento, pero también un mínimo rastro de
esperanza, lastran sus acciones.
Mientras en nuestra
Tierra los medios de comunicación andan alborotados después del
avistamiento en el puente de Praga de unos ángeles enfrentándose a
una misteriosa adolescente de pelo azul; en Eretz las quimeras
no combatientes, tras la debacle que ha supuesto la caída de
Loramendi, intentan huir de las patrullas de serafines que
peinan el territorio convirtiendo en esclavos a los supervivientes.
La novela toma una
decidida dirección hacia la fantasía épica, que ya se
encontraba apuntada en cierta medida en el tramo final de Hija
de Humo y Hueso, abandonando el protagonismo del enfoque de
romance paranormal presente en toda la trama de aquella, y
trayendo al primer plano el enfrentamiento entre los rebeldes
quiméricos, ocultos y golpeando donde menos se les espera, y los
triunfantes serafines, embarcados en una campaña de exterminio de
toda criatura que escapase a la destrucción de su capital
fortificada. Después del cierre de la anterior novela, el amor que
había vuelto a nacer entre Karou / Madrigal y Akiva se
ha convertido en cenizas, una víctima más de la traición, del odio
irracional y de una guerra a la que antaño ambos soñaron poner fin.
La autora tiene la
valentía de no repetir los esquemas y ofrecer una senda nueva y
diferente para el relato, muy coherente sin embargo con lo narrado al
final de la anterior. Y es que las consecuencias de la recuperación
por parte de Karou de los recuerdos de cuando era Madrigal pueden ser
devastadoras, sobre todo para una mente confusa que de repente
descubre que en cierto modo vivía una fantasía, que su mundo puede
esconder verdades horribles y que se culpa en cierta manera de lo
sucedido al pueblo quimérico juzgándose a sí misma merecedora de
castigo. Para ser considerado un libro de literatura juvenil
cabe decir que hay algunas escenas o situaciones realmente duras y
difíciles, incluyendo una secuencia de violación o unos cuantos
asesinatos y mutilaciones muy gráficos.
La novela empieza con un
tono lleno de melancolía, de pérdida y tristeza, con un relato sin
duda mucho más sombrío y cargado de amargura que el anterior. Akiva busca reconciliarse consigo mismo, consciente del horror que sus
acciones han desatado y de lo que suponen para la raza de su amada, e
intenta iniciar un camino de redención con todo en su contra.
El sueño de paz que
compartía con su amada Madrigal se encuentra destrozado y ambos
vuelven a estar en bandos enfrentados con posturas aparentemente
irreconciliables. La “traición” de Akiva destruye cualquier
posibilidad de reconciliación, trocado todo el amor en desprecio y
odio. La ira lleva a tomar decisiones erróneas, a hacer precisamente
lo que se condena en el “enemigo”, a ayudar a aquellos a quienes
se desprecia como intento de expiación de los pecados cometidos,
cerrando el camino a la redención y la paz interior.
El enfrentamiento entra
en una espiral de venganzas, donde los “inocentes” caen como
víctimas colaterales y lo único importante parece ser derramar la
sangre del enemigo sin preocuparse por los no combatientes. La autora
tiene el acierto de no forzar un decidido partido por ninguno de los
dos bandos, pues, aunque es evidente que las quimeras han sufrido
mucho más, también hay malas personas en sus filas, al igual que la
crueldad supuestamente sin fisuras de los serafines podría ser
cuestionada.
Y es que el Lobo
Blanco, el cruel Thiago (quien rechazado por Madrigal
ordenara su ejecución al descubrir su preferencia por un serafín),
se encuentra tras la muerte de su padre al frente de los escasos
combatientes quimera que sobreviven; pero en su mente no está
defender a los indefensos restos de su pueblo, sino que todo su afán
y fuerzas van a ser dedicadas a golpear a los serafines causando el
mayor dolor posible. Su lema, "Victoria y venganza", deja
claras sus intenciones.
En el lado contrario, el
emperador Joram, no se encuentra satisfecho con la aplastante
victoria y busca la total erradicación de las “bestias”,
secundado por su cruel hermano Jael y sus Dominantes,
la legión de élite del Imperio. Los Ilegítimos se
encuentran en medio del fuego cruzado, obedeciendo unas órdenes con
las que muchas veces se encuentran en franco desacuerdo. Liraz
y Hazael se descubren así como el mayor apoyo de Akiva,
“hermanos” a pesar de los reproches por su conducta y de la
incomprensión de aquello que le ha llevado a actuar de esa manera.
En un escenario de
profundo desamor, de corazones rotos, de drama, combates y
traiciones, la parcela de romance queda de alguna forma cubierta con
las apariciones de Zuzana y Mik, con su relación ya
consolidada, y, amigos fieles, con la decisión de descubrir qué le
ha sucedido a su amiga por muy lejos que tengan que llegar. Es una
pareja que humaniza el relato entre tanta brutalidad, asesinatos,
enfrentamientos, horror y violencia física, ofreciendo un pequeño
contrapunto de esperanza y alegría en un mundo plagado de dolor,
incluso aportando algo de humor a un relato no demasiado propenso a
las sonrisas. Y es que entre el resto de implicados reina en todo
momento la desconfianza, la cautela ante el no saber de quién puede
uno fiarse (si es que se puede hacerlo de alguien); una paranoia
bastante justificada en el juego de sospechas al no poder compartir
con nadie los pensamientos, los sufrimientos, las sospechas e
intenciones.
La novela comienza de
forma “suave”, pausada, presentando la nueva situación, saltando
entre varios focos narrativos siguiendo a los principales
protagonistas, y planteando nuevos interrogantes, pero enseguida
entra en materia, con las primeras misiones de los guerreros quimera,
y la acción se hace dueña del relato. Hay un cierto “bache” en
el ritmo de la narración hacia mitad de la novela, pero por suerte
no dura mucho y la autora consigue retomar el pulso hasta el intenso
desenlace.
La autora profundiza en
esta ocasión mucho más en la “construcción” del mundo de
Eretz, en el funcionamiento del Imperio, de sus
disposiciones políticas y militares, de la geografía del continente
(incluso incluye el mapa que se puede ver arriba) y sus culturas, dando cuenta de la
presencia de otras civilizaciones (como los stelians,
primos lejanos de los serafines separados hace tiempo, o las muy
diferentes razas quiméricas)..., y también en el pasado de Akiva,
en sus años de formación, en su origen “familiar” (bastardo de
Joram y una mujer stelian de desconocido destino; aunque lo más
sospechado es que fuera eliminada); y de Madrigal, con apuntes de sus
orígenes quiméricos.
El final de Días de
sangre y resplandor deja las tramas en un punto de tensa espera,
con todo preparado para que se desencadene de nuevo la guerra (lo
cierto es que nunca ha cesado), aunque en esta ocasión los bandos
pueden cambiar radicalmente. Tensa espera también en el lector hasta
la publicación de la tercera entrega.
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Reseña de otras obras de la autora:
Hola:
ResponderEliminarLa primera parte superó mis expectativas, y estaba esperando la continuación con ansias.
¿Ofrece algún resumen del anterior? No creo acordarme todos los detalles. (Pasaron varios libros desde entonces.)
Sldos.
Hola Lorena.
ResponderEliminarPues aunque va incluyendo algunas referencias a sucesos anteriores dentro del propio relato, lo cierto es que un resumen, como tal, antes de empezar propiamente no lo hay, no.
Sí refresca algunas cosas, pero lo va haciendo conforme avanza la propia trama; así que es mejor acordarse de los personajes y demás, porque se dan ya como "presentados".
Saludos
Gracias, Jamie.
ResponderEliminarSeguro que si va refrescando, bastante me va a volver a la memoria.
Un abrazo.
Hola Jamie, esta es la primer reseña hecha por ti que leo y tengo la obligación de admitir que es muy buena,detallada y sumamente completa, en resumen me encantó. Quitó muchas de las dudas que tenía respecto a esta continuación y ahora al menos sé a que atenerme, aunque sinceramente no tengo mucha ilusión de leer el libro conociendo lo que sucede, pero claro eso es independientemente de la reseña y de ti. Saludos y espero encontrar otras reseñas como esta.
ResponderEliminarVerónica, muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarSi sigues curioseando por Sagacomic seguro que encuentras otras reseñas mías ;-)
Saludos