Reseña: Descender 2. Luna Máquina.

Descender 2.

Luna Máquina.

Guión: Jeff Lemire.

Dibujo: Dustin Nguyen.

Reseña de: Francisco José Arcos Serrano.

Astiberri. Col. Sillón Orejero. Bilbao, 2016. Título original: Descender, vol. 2: Machine Moon. Traducción: Santiago García. Cartoné. 120 páginas, color.

Hace una década gigantescos robots, conocidos como los Cosechadores, aparecieron en la órbita del grupo de los nueve planetas centrales que forman el Consejo Galáctico Unido (CGU) y dejaron a toda la humanidad devastada antes de desaparecer. El pequeño robot TIM-21 puede tener la clave de lo que quieren esos invasores y el porqué de su llegada, lo que le convierte en el robot más buscado.

Huyendo de las diversas facciones que tratan de controlarlo y junto con los robots Bandido y Taladro, y un grupo de humanos dispuestos a protegerle, van a parar al asteroide donde se esconde la resistencia robótica.

Hoy os traigo por aquí el segundo tomo de Descender, la serie de ciencia ficción creada por Jeff Lemire, la cual está encandilando por igual a crítica y público.

El autor continúa en Luna Máquina expandiendo la fascinante premisa del anterior tomo y desarrollando nuevas subtramas enclavadas en este interesante universo construido por el canadiense.

Quien haya leído el primer tomo (mi reseña pinchando aquí) se habrá dado cuenta que la historia de este Descender bebe de influencias muy conocidas por todos nosotros. Algunos dirán que su niño protagonista Tim 21 es incluso un trasunto del de Inteligencia Artificial o incluso Astro Boy, referentes que son muy fáciles de mencionar en esto de la sci-fi.

Todo esto no quita importancia para que estemos ante una historia muy adictiva y que su guionista sabe perfectamente cómo dosificarla para mantenernos enganchados tomo tras tomo (de hecho este segundo tomo finaliza con un cliffhanger de infarto…).

No voy a hablar demasiado de los hechos que ocurren en esta continuación por no incurrir en los dichosos spoilers, pero sólo os diré que la trama va cogiendo derroteros cada vez más oscuros a través de unos personajes que no son todo lo que dicen ser.

En el apartado artístico volvemos a tener el increíble trabajo de Dustin Nguyen, el cual utiliza un trazo bastante simple (en apariencia), redondeándolo con un excelente uso del color (a base de acuarelas) que es lo que realmente impacta en todas y cada una de las páginas de este cómic.

El formato elegido por la editorial bilbaína vuelve a ser magnífico: tapas duras y muy resistentes y un papel igualmente fuerte y grueso, traduciéndose todo ello en un tomo muy vistoso que da gusto verlo en la estantería.

En definitiva: Descender va camino de convertirse en una de las series más atractivas del momento, así que por mi parte sólo me queda recomendaros encarecidamente que os hagáis con ella sea como sea.