Bob Gale / Erik Burnham / Alan Robinson / María Santaolalla.
Reseña de: Alb Oliver.
Norma Editorial. Barcelona, 2018. Título original: Back to the Future: Citizen Brown. Cartoné. 148 páginas. Color.
Veamos, ¿un cómic basado en un videojuego basado en la trilogía de Zemeckis? Pues sí, como fan de la saga, consideré una obligación leerlo. Para mi sorpresa, es el tercer cómic publicado, en lo que parecen ser arcos argumentales independientes. No tuve ocasión de jugar al juego, pero investigando en la red veo que es parecido, así que evitaré contar gran parte del argumento por si pudiera enfadar a alguien.
Volvamos a la nostalgia ochentera, volvamos a los DeLorean voladores. La historia nos sitúa seis meses después del final de la tercera parte, y vamos a unos Marty y Jennifer en el patio trasero de la casa de los McFly mientras un DeLorean aparece ante ellos... (¿Deja vu, quizás?). A diferencia del comienzo de la segunda entrega, esta vez Doc no lo conduce, sino que en el asiento del piloto encuentran una grabadora avisando de que si el coche va a buscar a Marty, es porque algo le ha ocurrido a Doc, y seguramente necesite su ayuda...
Buena premisa de partida. A partir de ella, podemos revivir muchas de las situaciones que vivimos con la trilogía.
Marty comienza a investigar qué ocurrió en la última fecha que marca el coche y vemos personajes que posteriormente aparecerán en la historia (o sus antepasados, recordemos que tratamos con viajes en el tiempo). Viene a ser un repaso a los esquemas de la trilogía fílmica, con una nueva historia. Mejor o peor, no sabría decirlo, a mi me ha dejado buen sabor de boca.
Los elementos que más he disfrutado, ya los conocía, vemos un momento en el que Marty empieza a desaparecer a pesar de haber creído que había solucionado el problema original. O haber solucionado otro problema y regresar a un futuro que ha sido modificado... O tener que volver al mismo momento y verse a sí mismos e intentar reparar otra situación manteniéndose ajenos a su primera intervención...
Todo ello hace que no nos sintamos ajenos a lo que leemos, porque todas esas situaciones ya las hemos visto. Lo que me ha llamado la atención, es que en esta ocasión parece que apenas han operado en el pasado que vengan repercusiones, en una historia bastante simplista, pero cómo no, el efecto mariposa ahí está, y si tu apellido es McFly, y tienes acceso al viaje temporal “de forma elegante” da por hecho que en algún momento las cosas se van a complicar.
En esta ocasión, visitaremos Hill Valley durante la ley seca, en pleno auge de las organizaciones mafiosas, después volveremos a 1985, para estudiar las consecuencias, y oye, quizás tengamos que volver al pasado para ver en qué momento se torcieron las cosas...
Cómo no, volveremos a ver encarnaciones de los Tannen y los McFly en diferentes épocas, que no falten. Como siempre, las encarnaciones de los Tannen son el elemento abusivo, por lo que tendrá que aparecer algún McFly para ponerlos en su sitio.
Cosas que como fanático de la saga he echado de menos... y sí, podéis llamadlo spoiler aunque solo sean apuntes:
No vemos a un Tannen estamparse contra un carromato o contenedor de estiércol (llamadme cruel por revelaros ésto). Tampoco vemos a un Marty modificar un patinete para huir de una persecución, ni ser despertado por una versión de su madre completamente desorientado. Esos tres detalles reiterativos en las películas (vale, lo del patinete solo ocurre en las dos primeras) por muy casuales que resultaran, los considero sello de Regreso al futuro, hubiera sido (¿entrañable?) anecdótico que se incluyeran.
Sí hay una secuencia en la que vemos a Marty dormido en su posición habitual, con un brazo cruzado a la espalda (bastante incómoda, yo lo he intentado y no sé como el chico podía conciliar el sueño así).
No vemos a un Tannen estamparse contra un carromato o contenedor de estiércol (llamadme cruel por revelaros ésto). Tampoco vemos a un Marty modificar un patinete para huir de una persecución, ni ser despertado por una versión de su madre completamente desorientado. Esos tres detalles reiterativos en las películas (vale, lo del patinete solo ocurre en las dos primeras) por muy casuales que resultaran, los considero sello de Regreso al futuro, hubiera sido (¿entrañable?) anecdótico que se incluyeran.
Sí hay una secuencia en la que vemos a Marty dormido en su posición habitual, con un brazo cruzado a la espalda (bastante incómoda, yo lo he intentado y no sé como el chico podía conciliar el sueño así).
El apartado gráfico es bastante agradable, los personajes son fácilmente reconocibles, con un estilo dinámico, que me ha recordado a la serie de televisión de dibujos protagonizada por los hijos de Doc.
Viendo que las amenazas de remake, o continuación de la saga nunca llegaron a buen puerto, a pesar de que Christopher Lloyd se metió en el rol de Doc en varias ocasiones para campañas publicitarias destinadas a caridad y programas televisivos, y viendo que la enfermedad de parkinson de Michael J. Fox le impide retomar su papel, podríamos considerar que tenemos continuación oficial.
Conclusión: Si disfrutaste con Marty McFly y el Doctor Emmet L. Brown, quizás deberías darle un tiento. Lo peor que te puede pasar es que revivas la experiencia cinematográfica y disfrutes también con el cómic, y visto así, puede que sea lo mejor que te puede pasar.
Pues no tiene mala pinta, aunque bien es cierto que con la edad esta saga ya no me fascina tanto, pero no descarto darle una oportunidad.
ResponderEliminarSaludos