J.R.R. Tolkien.
Minotauro. Barcelona, 2007. Título original: The Tale of the Children of Húrin.. Traducción: Estela Gutiérrez. 280 páginas.
Reseña de: Santiago Gª Soláns.
Antes que nada hay que reconocer que Los hijos de Húrin no es un bocado para todos los paladares, quien se adentre en sus páginas al amparo de la simple lectura de El Señor de los Anillos o de la visión de las películas basadas en él, buscando algo similar, es muy posible que se vea decepcionado. Los hijos de Húrin no es una novela al uso, sino una crónica al estilo de las historias incluidas en el Silmarillion, y ese es un detalle muy importante sobre todo en la forma de la narración, aunque a veces la diferencia pueda resultar difícil de apreciar. Tiene además el handicap de que para cualquier tolkieniano de pro no cuenta nada “nuevo”, sino que amplía en alguna manera una historia ya conocida y difundida tanto en el Silmarillion como en los libros de
Los hijos de Húrin es la historia trágica hasta el desgarro, triste hasta las lágrimas, de la maldición que Morgoth impone sobre el derrotado Húrin y toda su estirpe. En medio de la eterna guerra entre el bien y el mal que se desarrolla a través de las edades en
Es una historia inmensamente bella, de una belleza nacida de la pena y la desgracia, como una tragedia griega o shakesperiana (ni siquiera Romeo y Julieta tiene un final tan amargo); con batallas, peleas, confusiones, traiciones, búsquedas desesperadas, pasiones imposibles, amistades imperecederas destinadas a la muerte, amores que trascienden los parámetros del amor y tras todo ello el poderoso telón de la guerra sin tregua contra el Mal que Morgoth planea extender por toda
Como ya digo, todo está narrado en forma de crónica, no de una novela al uso, y para algunos lectores esto puede resultar algo tedioso, buscando un discurrir más fluido, más lleno de acción o de diálogos; pero si uno se deja llevar por la magia evocadora de las palabras, por el tono cadencioso, por la imaginería fantástica de lo que se está relatando, es imposible no dejarse arrebatar por la fuerza de la narración y trasportarse a un mundo donde es posible vernos reflejados en alguna manera.
Tolkien odiaba las alegorías, eso es cierto, y sin embargo imbuyó a sus obras de un poderoso mensaje de esperanza entre la desesperanza. En la eterna lucha contra
Es este un libro que se lee en un suspiro (en verdad la narración dura hasta la página 226, el resto son apéndices y tablas) y que se cierra con un nudo en el estómago, con una emoción triste, y sé de más de uno que no se ha privado de dejar caer una lagrimita. No me extraña, la verdad, a mí también me emociona ese final, ese reencuentro donde la maldición se cierra con toda su carga trágica, donde expira con una última maldad.
Sobre la edición, además de hacer referencia a las hermosísimas ilustraciones de Alan Lee (a mí casi me han gustado más las en blanco y negro que las láminas en color, aunque estas también sean impresionantes), cabe decir que al principio hubo bastantes quejas por unas cuantas erratas y bailes de nombres, sobre todo en las tablas genealógicas, pero que Minotauro se puso las pilas bastante rápido y que en la cuarta impresión (abril de 2007, el mismo mes de la primera edición) ya estaban corregidas. Quedaba algún otro pequeño detalle (como poner Mîn en vez de Mîm, en el nombre del enano mezquino), pero lo más importante ya estaba arreglado. Es una cosa que, siendo muy de agradecer y que demuestra una rapidez de reflejos encomiable, no deja de reflejar un mal endémico en el mundo editorial español: la prisa por querer ofrecer el libro hace que se cometan errores fácilmente subsanables. Está muy bien y es de aplaudir el que se haya corregido, pero mejor sería que no se hubieran cometido los fallos; ¿acaso los compradores de la primera edición no tienen derecho a tener un libro en perfectas condiciones? Pienso que sí.
Los hijos de Húrin es un libro que no dejará indiferente, te gustará hasta la pasión o no podrás terminarlo, por mi parte yo ya lo amo, pero claro, yo ya caí rendido a los pies de J.R.R. Tolkien hace muchos, muchos años, así que ya estaba predispuesto a dejarme conquistar de nuevo sin demasiada resistencia.
Me encanta cómo haces las reseñas, es una pena que el libro no me interese nada de nada ;)
ResponderEliminarVic
Gracias por el elogio, y sobre el libro, pues lo que ya digo en la reseña, reconozco que no es bocado para todos los paladares, y habrá mucha gente que, si es que lo empiezan, no podrán terminarlo. Y eso no es ningún demérito para ellos, sino que la forma de narrar de Tolkien te tiene que "llegar", sino más vale olvidarte.
ResponderEliminarSaludos
Lo tengo en la pila de libros de mi mesilla. A ver que tal, que hace mucho que no leo nada de Tolkien.
ResponderEliminarQue curioso, he publicado en mi blog sobre este libro precisamente hoy a un año de tu publicación, y es solo un poco porque lo voy leyendo poco a poco, no logro entenderlo del todo por el vocabulario mas sin embargo quiero terminar por tu reseña, me preguntaba si alguien la habrá leeido y heme aquí.
ResponderEliminarSaludos, espero continúes publicando.
excelente reseña la he utilizado en mi blog info-lect.blogspot.com espero que aunque esta entrada sea vieja pueda visitar mi blog gracias
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