Laini Taylor.
Reseña de: Jamie M.
Alfaguara. Madrid, 2012. Título original: Daughter of Smoke and Bone. Traducción: Montserrat Nieto. 458 páginas.
Con
esta novela la autora inicia una nueva serie fantástico-romántica
sobrenatural cuya acción tiene lugar en nuestro presente y que busca un
nuevo giro de tuerca en la eterna lucha entre el Bien y el Mal,
retorciendo el concepto hasta que no haya ni buenos ni malos, solo
víctimas y verdugos por ambos bandos. El enfrentamiento entre ángeles y demonios
tamizado por una nueva visión que rechaza las interpretaciones
comúnmente aceptadas hasta el momento y plantea la existencia de un
plano o reino paralelo donde la guerra es la constante y la Humanidad es
una ignorante víctima colateral de sus “coletazos” a través de los
reducidos contactos que se han producido a lo largo de la Historia. Taylor
busca romper los esquemas y los clichés, alejándose del canon angélico y
demoniaco bíblico o religioso, creando unos personajes extraños y
humanos a un tiempo, producto de siglos de guerra y muertes, incapaces
de ofrecer o recibir perdón, pero desesperadamente necesitados de amor y
apoyo. Y en medio de todo ello surge la figura de una joven de
diecisiete años que, ignorante de su origen, de sus raices, del
conflicto que bulle cercano y del destino que parece aguardarle, vive
entre ambos mundos, colaborando con uno de los bandos, sin ser partícipe
ni conocedora de lo que sucede en el “otro lugar”.
La protagonista, Karou, es una estudiante de arte en Praga. Enormemente dotada para el dibujo, sus cuadernos repletos de ilustraciones de seres fantásticos a los que ella llama “quimeras” (con cuerpos parte humanos y parte animales) tienen alucinados a sus compañeros, pero lo que ellos no saben es que los dibujos no surgen de la imaginación de la joven, sino de sus vivencias mientras crecía en una extraña tienda-taller situada aparentemente en otra dimensión, con un mentor realmente especial, llamado Brimstone, el Traficante de Deseos, que la envía a través de portales a cualquier rincón del mundo a recoger dientes de toda especie para ignotos propósitos mágicos. En una vida en que, por muy extraordinaria que puedan resultar sus “salidas” y los personajes con los que tiene que tratar, su máxima preocupación es evitar los indeseados acercamientos de un insistente ex-novio, pronto todo va a dar un vuelco cuando sobre las puertas dimensionales empiecen a aparecer misteriosas marcas de manos impresas a fuego sobre su superficie y en un mercado de Marrakech su camino se cruce con el de Akiva, un supuesto “ángel” que intenta impedir el comercio de dientes y parece quedarse prendado de ella.
La protagonista, Karou, es una estudiante de arte en Praga. Enormemente dotada para el dibujo, sus cuadernos repletos de ilustraciones de seres fantásticos a los que ella llama “quimeras” (con cuerpos parte humanos y parte animales) tienen alucinados a sus compañeros, pero lo que ellos no saben es que los dibujos no surgen de la imaginación de la joven, sino de sus vivencias mientras crecía en una extraña tienda-taller situada aparentemente en otra dimensión, con un mentor realmente especial, llamado Brimstone, el Traficante de Deseos, que la envía a través de portales a cualquier rincón del mundo a recoger dientes de toda especie para ignotos propósitos mágicos. En una vida en que, por muy extraordinaria que puedan resultar sus “salidas” y los personajes con los que tiene que tratar, su máxima preocupación es evitar los indeseados acercamientos de un insistente ex-novio, pronto todo va a dar un vuelco cuando sobre las puertas dimensionales empiecen a aparecer misteriosas marcas de manos impresas a fuego sobre su superficie y en un mercado de Marrakech su camino se cruce con el de Akiva, un supuesto “ángel” que intenta impedir el comercio de dientes y parece quedarse prendado de ella.
Taylor
fusiona con suavidad ambos mundos, mágico y terrenal, a través de las
experiencias de la joven, que tan pronto pasa de estar tomando algo con
su mejor amiga y hablando de cotilleos a viajar a la otra punta del
globo en una arriesgada misión para su padre adoptivo. Y todo sin
comprender realmente para qué sirve lo que está haciendo o cómo se ha
visto envuelta ella en todo el asunto desde su más tierna infancia. Y
con ese desconocimiento se va a ver convertida en actriz principal de un
nuevo acto en la larga guerra entre serafines y quimeras.
Mientras el lector va conociendo parte del conflicto, a través de las vivencias de Karou y de un largo flash back con la historia de Madrigal
que a la postre es de una de las partes más apasionantes de la novela,
la autora muestra las motivaciones de ambos bandos para mantener el
conflicto, ambas incompletas y sesgadas, ambas defendibles y
repudiables, aunque de cierta forma decante la simpatía del lector hacia
las “oprimidas” quimeras frente a los arrogantes ángeles. Casi olvidado
el origen del conflicto en medio de una nube de contradictorias
explicaciones, todos creen estar luchando por el bien común, por obtener
la paz que consideran solo se alcanzará con la erradicación de los
contrarios.
Inmersa
casi de golpe en este torbellino, es Karou una “heroina” que nada
contracorriente, sin entender realmente lo que está sucediendo, pero
dispuesta a no dejarse vencer por las circunstancias. Con una
personalidad “diseñada”, sin duda, para captar la empatía y atención de
los lectores más jóvenes: con un punto de rebeldía, que le ha llevado a
tener el pelo azul y algún que otro tatuaje, liberal, liberada e
independiente, con fuertes convicciones propias, irónica y dura cuando
la ocasión lo requiere, capaz de defenderse a sí misma a pesar de
ciertas inseguridades puntuales, muy amiga de sus amigos, leal a los
suyos... Sin embargo, la aparición, sobre todo de inicio, de abundantes
referencias sexuales para una simple novela juvenil hacen subir la edad
promedio del público al que la novela pudiera estar dirigida, haciéndola
más adecuada para ese indefinible cajón de sastre que se ha dado en
llamar “young-adults” (adultos jóvenes).
Enclavada
de forma inevitable dentro del más emocionate relato de la guerra que
ya dura siglos, del mundo en que tiene lugar, de las circunstancias y
personalidades de los combatientes, y de las sociedades creadas por ese
estado contínuo de tensión bélica en que se desenvuelven, la historia de
amor, muy en la línea de Romeo y Julieta
(representantes ambos de “familias” antagónicas” e irreconciliables),
se intuye abocada al fracaso aunque sorprendentemente se va abriendo
camino entre las dificultades hasta que la desgarradora revelación final
deja todo preparado para un segundo acto (y un nuevo libro). Un romance
que, quizá por demasiado “predestinado”, se siente algo forzado frente
el calado de los sucesos en que los protagonistas se ven envueltos, y
ante la historia anterior que va surgiendo conforme avanza la trama,
haciendo que el elemento fantástico se sienta mucho más verídico e
interesante que el amoroso. Y es que, ¿se trata de auténtico amor o de
simple deseo carnal? El atractivo sexual es innegable, pero ¿es eso
suficiente para sostener la relación o es tan solo el requisito o
recurso imprescindible para crear tensión, impulsar hacia adelante la
intriga y crear el dramático momento con que se cierra el relato
dejándolo todo en su punto álgido? Y sí, cierto, la trama no termina, en
absoluto, con el fin de la novela, sino que un frustrante cliffhanger encierra la promesa del gran enfrentamiento por venir.
Hija de humo y hueso es un libro de fantasía urbana (aunque buena parte del mismo se desarrolle en un mundo lejano y fascinante) con toques románticos sobrenaturales,
que juega con la mística de los ángeles y demonios para ofrecer un
nuevo enfoque en su eterno enfrentamiento, con mundos paralelos y una
magia extraordinaria que se basa en la concesión de deseos de diverso
poder; una historia que desvela la búsqueda de una joven por descubrir
su auténtica identidad y su lugar en el mundo, que habla sobre la
esperanza y la fuerza necesaria para cambiar el destino, sobre el amor,
la amistad y la traición, sobre la sinrazón de los conflictos heredados
por generaciones muy alejadas de aquellos que los iniciaron, con
personajes curiosos y atractivos, con un buen elenco de secundarios y
una historia poderosa no exenta de algún altibajo. Fanrasía adulta, más
que adolescente, con mucha aventura, cierto romance y un toque picante
que va diluyéndose conforme avanza la trama y las cosas comienzan a
ponerse peliagudas. Una heroína a la que habrá que seguir el “vuelo”.
¿Van a hacer una película?¿Cuándo va a salir la película?
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminarLa película a día de hoy se encuentra tan solo en proyecto o "en desarrollo", así que por el momento es imposible avanzar nada de ella, ni intérpretes ni, por supuesto, fecha de estreno.
Habrá que esperar.