Kendare Blake.
Reseña de: Jamie M.
Alfaguara. Madrid,
2013. Título original: Girl of Nightmares. Traducción: Montserrat
Nieto. 359 páginas.
Anna desde el infierno
es la secuela de la inquietante Anna vestida de sangre.
En aquella, la autora presentaba a Teseo Casio Lowood, un
singular cazador de fantasmas (liberador de fantasmas sería
quizá más exacto) que con un cuchillo ritual, un áthame,
enviaba a los espíritus que seguían atados a nuestro plano tras sus
muertes allá donde debieran estar. Uno de esos espíritus era el de
la sanguinaria Anna, que embrujaba una casa, asesinando a
diversos incautos que tenían la temeridad de internarse en sus
muros. La terrible y emotiva historia de la joven salía entonces a
la luz, colocando en un compromiso a Cas, y a sus amigos Thomas
y Carmel, quienes no dudarían en apoyarle. Y si no has leído
la primera novela lo que viene a continuación podría revelarte
algunos datos que no deberías conocer de antemano para disfrutar de
la misma. Blake ofrece una nueva ración de suspense y horror
con ciertas dosis de intriga y misterio en esta ocasión, abandonando
un tanto el toque más romántico de la anterior..
Tras el final de aquella, después del explosivo ritual que cerraba la
aventura, se suponía que Anna había ido a un lugar mejor. Sin
embargo, apenas pasados unos pocos meses, Cas no deja de sufrir
terribles pesadillas en las que la joven se le aparece en las más
horribles de las situaciones, torturada, mutilada, bajo continua
violencia. ¿Son simples sueños o realmente la muchacha sigue
sufriendo? Incapaz de dejarlo correr y continuar con su vida,
distraído hasta el punto de que alguna de sus misiones pueden
terminar realmente mal, Cas está decidido a saber dónde y cómo se
encuentra Anna. Algo para lo que tendrá que indagar en el pasado y
la historia de su áthame.
Anna desde el infierno
da un giro bastante importante respecto a la anterior y bebe más del
género de aventuras, de la búsqueda o misión, que del terror que
era propio de su predecesora (aunque también contenga un buen número
de escenas y situaciones espeluznantes). La presente novela indaga
mucho más en el legado recibido por Cas de su padre y el vínculo de
sangre que mantiene con el áthame. En sus investigaciones, el
joven va a descubrir la existencia de una secreta sociedad que tiene
mucho que ver con la forja de su arma. Decidido a descubrir todo lo
posible y a salvar a Anna (si es que necesita ser salvada), viajará
a Inglaterra para obtener respuestas, dispuesto a bajar
incluso a los infiernos si fuera necesario para conseguir sus
objetivos. El protagonista se encuentra en un estado mucho más
vulnerable, convencido de sus principios, pero ahora tiene dudas
sobre su tarea, tan solo seguro de su intención de salvar a su
amiga.
La inclusión de la Orden
del Biodag Dubh (la Orden de la Daga Negra) y la aparición de la
ambivalente Jestine a su sombra, junto a la aportación de su
mentor Gideon, añaden nuevos e interesantes matices a la
historia. El trasfondo sin duda crece y se ve que hay toda una larga
tradición detrás, aunque las intenciones de la Orden difieran un
tanto de las del protagonista.
Hay también una pequeña
pero muy interesante reflexión sobre la culpabilidad y la redención.
¿Merecería en realidad Anna sufrir las penas del infierno por los
crímenes cometidos mientras era un espíritu o el ser ella misma una
víctima perdona sus actos? La ayuda que prestó para acabar con el
hechicero obeah la redime o no es suficiente para purgar sus
pecados?
La carga romántica de la
novela es inferior a la que aparecía en su predecesora. Es obvio que
todo lo que hace Cas se debe a su amor por Anna, aunque la situación
de ambos no es precisamente la ideal para dar luz a sus sentimientos,
y también está presente la relación entre Thomas y Carmel,
sufriendo algunos altibajos, pero en ningún momento ocupa el centro
de la escena, algo restringido a la búsqueda.
Como su predecesora, Anna
desde el infierno goza de un ritmo muy rápido, algo entrecortado
quizás (algunas situaciones hubieran mejorado con un poquito más de
profundidad y atención), y de una prosa fácil y agradable de leer.
Es de agradecer que la autora no se haya limitado a repetir los
esquemas de Anna vestida de sangre y que, sin abandonar
el terror (el bosque de los suicidas es como poco inquietante, a
pesar de utilizar un recurso [no diré cuál por no chafar la
sorpresa] que ya se ha podido ver en otros lugares), haya explorado
nuevos caminos para sus protagonistas. La novela termina con un final
triste pero satisfactorio, con la historia de Cas y Anna
perfectamente cerrada, aún cuando la conclusión del libro daría
sin problema pie a nuevas aventuras del terceto de “liberafantasmas”.
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Reseña de potras obras de la autora:
Me encantan estos libros, son parte de mi colección de pequeños grandes tesoros :)
ResponderEliminarEl final me hizo llorar y "deprimirme" día y medio, lo habría cambiado, aunque pensándolo bien habría sido realmente complicado de cara a su futuro.
Yo creo que es el final perfecto, aunque eso no quiere decir que no "duela" ;-)
ResponderEliminarSaludos