Los poderes oscuros III.
Kelley Armstrong.
Reseña de: Jamie M.
Marlow. Barcelona, 2011. Título original: The Reckogning. Darkest Powers III. Traducción: Ignacio Alonso Blanco. 381 páginas.
Tras los sucesos del anterior libro, que debe ser leído previamente para afrontar la lectura de este, Chloe, Derek, Simon y Tori permanecen ocultos en la casa segura de Andrew, donde conocerán a otros humanos, adultos, con poderes dispuestos a enfrentarse al Grupo Edison y sus oscuros experimentos. Deseosos de rescatar a Rae y a la tía Lauren
de manos de sus antagonistas, los muchachos se sienten encerrados allí,
aún disponiendo de la oportunidad de practicar y conocer algo mejor el
alcance de sus poderes potenciados por los experimentos genéticos
practicados en ellos por el Dr. Davidoff.
La tensión se masca en el ambiente de la casa, mientras los sucesos se
precipitan. La irrupción de un nuevo fantasma telequinético que viene a
atormentar la vida de Chloe, trayendo a un tiempo maléficas amenazas,
ambiguas advertencias y muchas preguntas nuevas, llevarán a la joven y a sus compañeros a cuestionarse todo lo que les rodea.
Como
pronto van a comprobar los jóvenes, no se puede confiar en cualquiera,
aunque tenga buenas intenciones. Solo pueden apoyarse en sí mismos.
Acción,
peligro, hormonas adolescentes desatadas con una pincelada de
romanticismo, traiciones, mentiras, huidas y persecuciones..., los
cuatro fugitivos van a tener que enfrentarse a la situación en la que se
encuentran, tomando decisiones difíciles, mientras intentan comprender
quiénes son ellos mismos y hasta donde llegan las transformaciones que
han sido introducidas en sus genes. La aparición de nuevos personajes
sirve como contrapunto y control de sus poderes, pudiendo comparar con
lo que un hechicero o una nigromante “normales” pueden hacer y lo que
está al alcance de ellos. Al mismo tiempo, Chloe debe hacer frente a sus
sentimientos, resolviendo el conflicto latente en el triángulo amoroso
formado con los dos hermanos, Simon y Derek, llena de dudas por no
querer hacer daño a ninguno en medio de su propia confusión.
Los
jóvenes deberán abrirse paso a través de una red de mentiras y
traiciones que les tiene a ellos como centro, y posee inesperadas
ramificaciones. A la vez, como adolescentes que son, deben madurar y
asumir sus propias responsabilidades, cosa que la autora ha reflejado de
forma desigual. La caracterización de los personajes cojea de alguna
manera en esta tercera entrega, más centrada en atar algunos cabos que
en hacer avanzar la personalidad de los protagonistas, lo que motiva que
algunas de las cuestiones presentadas se muestren excesivamente
precipitadas o poco explicadas. Los cambios en Tori se antojan
demasiado acelerados, al tiempo que la resolución del triángulo se
siente demasiado sencillo ante todos los obstáculos (y las dudas de los
propios implicados no sería el menor de ellos) que existían con
anterioridad y que aquí son apartados del camino con demasiada rapidez.
El
problema de la novela, junto a la sensación de que no pasa nada
realmente nuevo, es que conforme avanza la trama y quedan menos paginas
por leer, uno empieza a cuestionarse que aquello pueda acabar
satisfactoriamente (incluso consulté diversas páginas para asegurarme
que en efecto se trataba de una trilogía) y tristemente ese es el caso.
La trilogía termina porque la autora así lo dice, pero lo cierto es que
muy bien podría seguir adelante con las muchas cosas que quedan
pendientes al pasar la última página. Se explican muchas cosas, sí, el
camino de muchos personajes queda definitivamente decidido, se
clarifican muchos detalles que habían quedado difusos o poco coherentes,
se terminana algunas tramas y se dan unas cuantas respuestas... Pero,
no obstante, hay muchas líneas que quedan sin cerrar y más parece un
punto y aparte, un alto en el camino, que un final en sí mismo.
Sinceramente pienso que la serie se merecía un final más digno.
De
hecho, la autora no solo no termina de cerrar todas las líneas que
venía arrastrando de los libros anteriores, sino que se permite plantear
otras nuevas en este sin que se llegue a entender su relevancia ni
terminen de llegar a ninguna parte. Armstrong parece
haberse dicho a sí misma que si algo había funcionado en las dos
entregas anteriores aquí bastaba con ofrecer en mayor cantidad lo mismo.
Y no es así, sobre todo cuando tantas dudas quedan sin contestación, y
muchas de ellas, tan aparentemente trascendentes, carecen luego de todo
desarrollo e importancia. El tema de la identidad del padre de Tori y su
desconocimiento por parte de los implicados, el trato con la semi
demonio y su resolución celérica que más suena a socorrido deus ex machina,
el destino de Liz ( de todos ellos, por otra parte), la breve aparición
del espíritu de la madre para no significar luego nada, el misterio de
la desaparición de Rae y con quién se haya ido...
La
autora fía todo el interés de esta entrega a las escenas de acción, a
los giros inesperados, a los enfrentamientos y al uso de los poderes. No
deja de tener su atractivo, pero queda en el lector un cierto
sentimiento de insatisfacción o decepción después de haber llegado hasta
aquí a través de tres novelas sin que haya una auténtica resolución a
todo lo planteado y, sobre todo, al destino futuro de los muchachos, que
queda totalmente en el aire. Lo dicho, emocionante pero decepcionante.
Hay segunda trilogía con otros protagonistas... el mismo mundo, por eso. Mi teoría es que ambas trilogías acabarán por encontrarse. Según tengo entendido todo forma parte de un plan narrativo bastante ambicioso.
ResponderEliminarEsta trilogía me gustó mucho. Estoy de acuerdo que como lector hay cierta insatisfacción con la no resolución, pero valoro más "lo diferente" de la serie.
Hola, Jorge.
ResponderEliminarEn efecto, conocía la existencia de la serie en publicación titulada "Darkness Rising" con un título publicado y otro ya anunciado por el momento, y también soy consciente de que estas trilogías comparten el mundo con la serie un tanto más "adulta" de Women of the Otherworld; pero nada de eso me sirve de consuelo, al menos por ahora, del final tan enormemente abierto de esta en concreto.
A pesar de que, en efecto, me gustaría saber más del mundo, lo que me interesaba aquí era saber más del destino de los personajes y la esperanza de que en un futuro desconocido la autora vuelva a ellos por el momento me sirve de poco.
Eso sí reconozco que esta "desilusión" quizá sea mayor precisamente porque la ttrilogía me estaba gustando bastante y pienso que se habría merecido un mejor cierre.
En fin, es lo que hay, ¿no?
Saludos
la verdad estoy totalmente de acuerdo con jaime, desde hace tiempo que a los autores cada vez les importa menos lo que los lectores pensemos y mas como vender mas libros; algo similar me paso con la saga de los intrumentos mortales, ultimamente los autores no saben como cerrar sus historias y lo que hacen es meter mas libros sinceramente estoy decepcionado y ahora mas que se que el final es malo, como antes lo mencionaron me estaba gustando la saga y no se merece que le hagan eso.
ResponderEliminaro al menos los autores o las editoriales deberian de darse la molestia de decirnos en cuantos libros va a concistir la saga ya que es bastante molesto leerte los 3 libros de un solo golpe para quedarte con las mismas dudas porque ahora resulta que va a iniciar otra saga y que al final se van a juntar para dar a concer el descenlace eso en mi opinion es una porqueria.
Poco más que añadir a lo dicho, la verdad; tan solo puntualizar, desde mi particular opinión, que el final no es que sea "malo" sino que NO es un final (lo que ya es bastante decepcionante de por sí).
ResponderEliminarY encima, si la cosa continúa, a saber cuántos años tarda en que podamos ver el resultado por aquí (si es que lo vemos).
Saludos