La
flota perdida 3.
Jack Campbell.
Reseña
de: Santiago
Gª Soláns.
La
factoría de Ideas.
Col. Ventana abierta # 42. Madrid, 2011. Título original:
Courageous. Traducción: Martín Luna Pérez. 314 páginas.
La
Flota al mando de John
Blak
Jack
Geary
sigue
su periplo espacial, intentando zafarse de las fuerzas síndicas que
les persiguen buscando anticipar sus movimientos y acabar con ellos.
Con un buen número de naves dañadas en los recientes combates, con
una alarmante falta de las materias primas necesarias para poder
repararlas y mantener el suministro de combustible que les permita
seguir adelante sin abandonar a nadie, con un inestable equilibro
entre los oficiales que parecen idolatrar al legendario Black
Jack,
los que empiezan a confiar en John Geary y aquellos que se oponen
rotundamente a las nuevas formas y tácticas que ha traído consigo y
que poco a poco se van imponiendo, con la imperiosa necesidad de
llevar la llave de las puertas hipernéticas a territorio de la
Alianza, con cada vez menos destinos a los que dirigirse para
sorprender a los síndicos y con la siempre presente tentación por
parte del protagonista de asumir el papel totalitario al que algunos
parecen creer está destinado, las cosas no son precisamente
halagüeñas y los enfrentamientos ―internos y externos― parecen
inevitables. ¿Conseguirá John
Geary
mantener
el avance victorioso de la Flota, permanecer siempre un paso por
delante de sus enemigos acercándola lentamente a los planetas de la
Alianza sin perder demasiadas naves, demasiados tripulantes, y parte
de su alma en el intento?
Las
cosas parecen estar poniéndose cada vez más negras, con menos
destinos viables a cada momento y con los Síndicos aprendiendo
aparentemente de sus errores, con John Black
Jack Geary
empantanado en medio de una carrera para escapar del enemigo mientras
lidia con la oposición dentro de sus filas, inmerso en la pesadilla
logística de abastecer a la Flota, teniendo que seguir saqueando los
sistemas por los que pasan, mientras el enemigo parece estar cada vez
más cerca de cerrar el cerco sobre ellos. Tras cada combate debe
echar mano de tácticas más complicadas para lograr sorprender a sus
perseguidores y poder mantenerse siempre un paso por delante de
ellos. Además, la relación con la copresidenta Victoria
Rione,
que le servía de alguna manera de válvula de escape, ha llegado a
un punto muerto, surgiendo de nuevo la tirantez del principio sin que
el capitán entienda demasiado bien las razones para ello. ¿Se le
estará acabando su legendaria suerte? ¿Será este el punto final a
su desesperada huida?
El
intento por parte del autor de añadir esa nueva dimensión en las
relaciones personales de los protagonistas no termina de resultar
enteramente satisfactorio ―es difícil sentir empatía por los
«problemones» y dilemas morales de la consejera o entender el
supuesto alcance de los malidicentes «rumores» de carácter
sentimental que se extienden por la Flota―, pero sí sirven para
ejemplificar la distancia entre Geary y sus subordinados, con muy
diferentes mentalidades tras los cien años que éste pasó a la
deriva en animación suspendida dentro de una cápsula de salvamento
y todos los dolorosos cambios que se han producido en ese periodo, al
tiempo que consigue retratar las sociedades, tanto de la Alianza como
de los Mundos Síndicos, creadas por la continuada duración de la
guerra. ¿Hay realmente tantas diferencias entre ellos? ¿Es tan malo
el enemigo una vez que empiezas a conocerlo? ¿Son lo mismo
dirigentes que ciudadanos?
Es
cierto que no existe en la novela una gran profundidad en la
caracterización de los personajes, pero se agradece el intento de
mostrar sus sentimientos, muchas veces contradictorios, ante la
guerra, el amor y lo que les pueda deparar el futuro. ¿Podrá Geary
mantener el equilibrio entre la leyenda y la persona, tan necesarios
ambos por otra parte? ¿Sería capaz de convertirse en un dictador
ante la aquiescencia de sus subordinados? ¿Valorará siquiera la
idea? ¿Seguirá Rione oponiéndose a ello contra viento y marea a
pesar de los beneficios personales que podría obtener de su
relación?
Siendo
una intensa, satisfactoria y emocionante space
opera militarista,
lo cierto es que para quien haya leído las dos entregas anteriores,
esta tercera se puede antojar quizá un poco más de lo mismo, nada
«nuevo», sin que haya un avance real en la trama general. Entre
batallas y conflictos internos, es más bien poco lo novedoso que
ofrece Osada,
donde el status
quo
parece
haber vuelto de alguna manera al estado de la primera novela. El
autor sigue demostrando su forma magistral de afrontar la descripción
de las batallas espaciales, la tensión generada por la espera
relativista en las batallas, pero debe ir pensando en dotar a sus
próximos libros de algo más de contenido, lejos de la fórmula que
tan bien le ha funcionado hasta aquí, para evitar convertirlos en
algo excesivamente repetitivo. Da la impresión de que el autor se ha
limitado a mover las piezas de un lado a otro del tablero de juego,
sin avanzar realmente en la partida y con la trama en una especie de
impass
a
la espera de sucesos que la hagan dar un salto adelante.
Osada
tiene
en abundancia todos los elementos que hacían atractivos los dos
anteriores libros ―incluso potenciados y mejorados―, una prosa
efectiva, rápida y clara, interesantes batallas espaciales, acción
continua, tensas esperas, culto al héroe junto a conflictos internos
y enfrentamientos soterrados, una narración inteligente llena de
detalles técnicos que hacen verosímil lo relatado, una
satisfactoria experiencia militar con tácticas bélicas
sorprendentes, arriesgadas y emocionantes..., pero poco nuevo que
sorprenda realmente. No hay revelaciones de calado ―hasta justo el
final―, no se avanza demasiado en las tramas generales, no se ve
más cerca el final de la larga huida, no se encuentran más cerca de
casa. Es, sin duda, una novela muy entretenida e interesante, pero se
antoja un volumen un tanto de «relleno», de transición hacia la
cuarta entrega, donde el prometedor cliffhanger
y
las ―no tan inesperadas― deducciones postreras de los
protagonistas con que se cierra ésta ofrecen esperanzas de que la
serie remonte el vuelo. Ojalá no tarde.
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Reseña de otras obras del autor:
Hola,
ResponderEliminarLa verdad es que, habiendome leido las otras dos novelas previas, me esperaba mas de esta tercera que claramente ha sido un mas de lo mismo (como tambien comente en mi blog)...
En fin... esperaba que Campbell profundizara un pelin mas en esta tercera entrega en "esa amenza alienigena" que se va insinuando en la saga, pero sin embargo mi gozo en un pozo ya que toda la novela no es mas que un repetir situaciones...
En fin... no pierdo la esperanza para la cuarta.
Un saludete y enhorabuena por el blog.
Pues sí, precisamente lo de no profundizar en el tema alienígena quizá sea lo más decepcionante de toda la novela. Algo se insinúa, pero parece que Campbell se ha limitado a estirar lo que ya tenía con situaciones ya vistas y sin acercarse a un posible desenlace de la serie.
ResponderEliminarGracias por la visita y el comentario.
Saludos