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martes, 1 de mayo de 2007

Reseña: El caso Jane Eyre

El caso Jane Eyre.

Jasper Fforde.

Reseña de: Santiago Gª Soláns.

Ediciones B. Col. Nova # 199. Barcelona, 2007. Título original: The Eyre Affair. Traducción: Pedro Jorge Romero. 338 páginas.

El caso Jane Eyre es una ucronía, cuando menos, diferente de lo habitual. Thursday Next se mueve en un mundo muy parecido al nuestro en algunos aspectos, pero radicalmente diferente en otros muchos. Un mundo donde la gente se toma muy en serio la Literatura, hasta el punto de formarse bandos antagónicos capaces de llegar a la violencia para defender a sus autores favoritos. En este ambiente la existencia de los detectives literarios es una imperiosa necesidad, agentes que se ocupan, entre otras muchas tareas, de evitar los robos de manuscritos, atajar los intentos de plagios, detener la venta de falsos originales o dilucidar la auténtica autoría de ciertos libros adjudicados a autores de renombre.

El mundo de Thursday Next es ciertamente extraño a nuestros ojos y es que cuanto más se va profundizando y avanzando en la novela el trasfondo se nos va antojando más chocante cada vez, extravagante incluso. Comenzando por esa Guerra de Crimea que dura ya 130 años (aunque pocos de ellos de combates reales) y donde la carga de la brigada ligera se realizó con vehículos motorizados y mucho después de cuando en nuestra realidad sucedió, y siguiendo con los transportes aéreos donde los dirigibles siguen en funcionamiento, hasta llegar a la insólita familia de la protagonista cuyo padre es un viajero en el tiempo fugado de la cronopolicía (aunque su única intención es evitar que la corriente temporal, los hechos históricos, sean alterados) y cuyo tío es el típico genio despistado capaz de las más curiosas invenciones como la de poder introducir a alguien en un poema.

A todo ello se une un estrafalario villano, un tanto de opereta, con poderes tales como el de poder sentir si alguien menciona en voz alta su nombre a una buena distancia, junto con algunos otros que es mejor ir descubriendo conforme aparecen en la trama. Un villano que busca la maldad como fin en si misma, sin desear otra recompensa que el placer que le causa y la emoción de saber que puede hacer lo que hace. Acheron Hades, rodeado de otra serie de a cuál más estrambótico sicario, tiene el punto más débil de su caracterización (y yo creo que de la novela en sí misma) en los discursos o monólogos que sobre su maldad e intenciones se embarca en un par de ocasiones y que rozan lo esperpéntico.

Más allá de este detalle, la novela se lee volando. Utiliza Fforde un estilo que por momentos se me antojaba muy similar al de Connie Willis en Por no mencionar al perro, salvando las evidentes distancias (a favor de Willis): rápido, frenético, lleno de giros inesperados, con ciertas paradojas temporales vitales para la trama, con un humor sutil que no surge tanto de los chistes en sí sino de las situaciones en las que se ven envueltos los protagonistas, con acción bien dosificada, con algo de enredo… Humor de todas maneras en este caso mucho más centrado en los juegos de palabras y en los nombres con doble significado (¿es que alguien podía no ver venir las gracias a costa del nombre de la propia protagonista?) y que seguramente pierda algo, como es inevitable, al ser traducido a nuestro idioma.

Demuestra Fforde además un gran amor y conocimiento por la Literatura, por los autores británicos sobre todo. No podía ser de otro modo en una serie dedicada a las investigaciones de una detective literaria; y es un aliciente más el ir observando dónde se introducen los cambios en los libros comentados y cómo se pueden resolver las discrepancias con los libros que conocemos en nuestra realidad. A su vez las distintas discusiones académicas entre los expertos (que en el mundo de Next es prácticamente cada hijo de vecino) resultan ciertamente atractivas, abundando sobre todo en el trillado tema de la existencia real o no y la autoría propiamente dicha de las obras de William Shakespeare, atribuidas a varios coetáneos del bardo y hábilmente resuelta en la novela.

Como handicap precisamente del tema literario, El caso Jane Eyre es una de esas novelas en que página tras página da la sensación de estar perdiéndose algo. Son tantas las referencias, los homenajes, los datos tanto históricos como literarios que se dan por conocidos (y con cuya modificación o alteración se juega contando con la complicidad del lector), que es inevitable pensar que no se puede captar todo lo que el autor ha intentado meter en el texto. Sin duda no es necesario conocerlos todos para disfrutar de su lectura, pero si están puestos es por algo y creo que tener que acudir a otras fuentes (como la página web del autor) para poder desentrañar todos esos detalles es un fallo de la obra en sí y es que, al fin y al cabo, no todos pueden disponer del mismo acervo cultural de referencia.

A pesar de ello, es una muy buena novela para pasar el rato, entretenida y con suficiente emoción como para que no quieras soltar sus páginas hasta haberla terminado.

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Otras reseñas de obras del autor:

Perdida en un buen libro. Thursday Next 2.

El pozo de las tramas perdidas. Thursday Next 3.

Algo huele a podrido. Thursday Next 4.



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