El pozo de las tramas perdidas.
Una aventura de Thursday Next.
Jasper Fforde.
Reseña de: Santiago Gª Soláns.
Ediciones B. Col. Nova # 209. Barcelona, 2008. Título original: The Well of Lost Plots. Traducción: Pedro Jorge Romero. 354 páginas.
El pozo de las tramas perdidas continúa justo (más o menos) donde se quedó Perdida en un buen libro (y quien no haya leído aquella, quizá haya cosas en esta reseña que le desvelen detalles que no deberían ser conocidos de antemano). Después de lo acaecido en la novela anterior, Thursday Next permanece oculta en el libro Caversham Heights, dentro del Programa de Intercambio de Personajes, trabajando para Jurisficción al tiempo que trata de desembrollar el enredo en que se ha convertido su vida; pero no lo tendrá nada fácil, pues deberá luchar contra un enemigo imprevisto: la paulatina desaparición de sus recuerdos de su erradicado marido. En ello juega un decisivo papel su actual archienemiga, Aornis, hermana del difunto Acheron Hades, y cuyas dotes mnemonomórficas le permiten entrar en la mente y los recuerdos de los demás, alterándolos o borrándolos a su antojo. Perseguida todavía por
Casi toda en la novela es un ejercicio de metaliteratura. El libro en que se ha refugiado Thursday Next es una novela todavía no publicada, y que, dado que su escasa calidad no invita a pensar que lo será algún día, permanece en el Pozo de las Tramas Perdidas que da título a esta entrega. La protagonista, dado su trabajo arreglando problemas que surgen dentro de las tramas de otros libros, tendrá que ir saltando de uno a otro imponiendo soluciones y arreglando desajustes en las historias ya escritas; una tarea mucho más peligrosa, arriesgada y difícil de lo que pudiera parecer en principio, teniendo que lidiar no sólo con los cambios en las narraciones sino con las veleidosas personalidades de aquellos que interpretan a los personajes de los libros.
Todo ello le permite a Fforde, como ya sucediera en las dos aventuras anteriores, pero viéndose mucho más pronunciado en esta ocasión, la continua sucesión de situaciones cargadas de surrealismo, de humor y de fina ironía, como el alegato defendiendo que los errores (tipográficos, sintácticos, de concordancia…) cometidos tanto por los autores como por los editores o impresores ya se encuentran en el libro antes de que el autor comience a escribirlo (también da a entender que el autor es un mero intermediario para que el propio libro se exprese). La lucha contra esos gramasitos y demás bichos que afean la lectura es una dura tarea para los agentes de jurisficción, a la par que dan lugar a emocionantes imágenes.
En este ejercicio metaliterario en el que está embarcado el autor, cobra en esta ocasión singular importancia el proceso de construcción de los personajes tal y como se describe en la novela. Algunos de los mejores pasajes de El pozo de las tramas perdidas son los que se ocupan de la evolución de los dos “genéricos” que conviven con Thursday en su refugio de Caversham Heights, mientras estudian en
Como venía siendo habitual en los libros anteriores, el autor sigue con su particular homenaje y declaración de amor a los “clásicos”, plagando el relato de referencias a obras y personajes de
Al término de su lectura, El pozo de las tramas perdidas, aunque sí da cumplido final al arco argumental iniciado en esta misma entrega, sobre todo lo que hace referencia a los sucesos dentro de la novela Caversham Heights y lo relacionado con el nuevo sistema operativo UltraPalabra™, sigue sin cerrar las líneas abiertas en la trama principal, dejando en el lector muchas dudas y cuestiones para ser resueltas más adelante. A pesar de ello, y como con las dos anteriores, me lo he pasado francamente fenomenal leyéndola, y ahora sólo me queda esperar pacientemente la publicación en nuestro país de las siguientes entregas (que no tarden mucho, por favor).
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Otras reseñas de obras del autor:
El caso Jane Eyre. Thursday Next 1.
Perdida en un buen libro. Thursday Next 2.
Algo huele a podrido. Thursday Next 4.
2 comentarios:
Parece muy interesante y original... a ver que tal.
La verdad es que es una serie que merece la pena (eso sí, hay que leerlos en orden; no es un caso de "libros de lectura independiente").
Se lee todo el rato con la sonrisa en la boca.
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