viernes, 20 de junio de 2008

Reseña: El pozo de las tramas perdidas

El pozo de las tramas perdidas.
Una aventura de Thursday Next.

Jasper Fforde.

Reseña de: Santiago Gª Soláns.

Ediciones B. Col. Nova # 209. Barcelona, 2008. Título original: The Well of Lost Plots. Traducción: Pedro Jorge Romero. 354 páginas.

El pozo de las tramas perdidas continúa justo (más o menos) donde se quedó Perdida en un buen libro (y quien no haya leído aquella, quizá haya cosas en esta reseña que le desvelen detalles que no deberían ser conocidos de antemano). Después de lo acaecido en la novela anterior, Thursday Next permanece oculta en el libro Caversham Heights, dentro del Programa de Intercambio de Personajes, trabajando para Jurisficción al tiempo que trata de desembrollar el enredo en que se ha convertido su vida; pero no lo tendrá nada fácil, pues deberá luchar contra un enemigo imprevisto: la paulatina desaparición de sus recuerdos de su erradicado marido. En ello juega un decisivo papel su actual archienemiga, Aornis, hermana del difunto Acheron Hades, y cuyas dotes mnemonomórficas le permiten entrar en la mente y los recuerdos de los demás, alterándolos o borrándolos a su antojo. Perseguida todavía por la Corporación Goliath, pendiente de su juicio por las alteraciones que introdujera en el argumento de Jane Eyre, embarazada a pesar de la actual inexistencia de su esposo… su vida se complicará aún más por la intención de ciertos departamentos de la Gran Biblioteca de implantar a nivel mundial un revolucionario nuevo sistema de lectura: UltraPalabra™, al considerar que el actual está obsoleto. Un sistema que ella deberá testear y que producirá ciertos inconvenientes en el mundo de la ficción cuando se descubra que esta nueva innovación no es tan benigna ni inocente como aparenta.

Casi toda en la novela es un ejercicio de metaliteratura. El libro en que se ha refugiado Thursday Next es una novela todavía no publicada, y que, dado que su escasa calidad no invita a pensar que lo será algún día, permanece en el Pozo de las Tramas Perdidas que da título a esta entrega. La protagonista, dado su trabajo arreglando problemas que surgen dentro de las tramas de otros libros, tendrá que ir saltando de uno a otro imponiendo soluciones y arreglando desajustes en las historias ya escritas; una tarea mucho más peligrosa, arriesgada y difícil de lo que pudiera parecer en principio, teniendo que lidiar no sólo con los cambios en las narraciones sino con las veleidosas personalidades de aquellos que interpretan a los personajes de los libros.

Todo ello le permite a Fforde, como ya sucediera en las dos aventuras anteriores, pero viéndose mucho más pronunciado en esta ocasión, la continua sucesión de situaciones cargadas de surrealismo, de humor y de fina ironía, como el alegato defendiendo que los errores (tipográficos, sintácticos, de concordancia…) cometidos tanto por los autores como por los editores o impresores ya se encuentran en el libro antes de que el autor comience a escribirlo (también da a entender que el autor es un mero intermediario para que el propio libro se exprese). La lucha contra esos gramasitos y demás bichos que afean la lectura es una dura tarea para los agentes de jurisficción, a la par que dan lugar a emocionantes imágenes.

En este ejercicio metaliterario en el que está embarcado el autor, cobra en esta ocasión singular importancia el proceso de construcción de los personajes tal y como se describe en la novela. Algunos de los mejores pasajes de El pozo de las tramas perdidas son los que se ocupan de la evolución de los dos “genéricos” que conviven con Thursday en su refugio de Caversham Heights, mientras estudian en la Escuela para Personajes de San Tabularasa; asistir al modo en que van adquiriendo una personalidad a juego con el papel que les tocará representar en futuros libros es francamente divertido, viendo como chocan sus deseos con lo que la literatura depara a sus vidas (literarias, por supuesto). En este sentido también es curiosa la participación en esa novela dentro de la novela, como algo más que un personaje secundario, de Jack Spratt, un particular detective de la policía dentro de una mala trama policíaca, y que irá evolucionando de la mano de Next para dotar de un mayor atractivo a Caversham Heights, evitando así que caiga en el olvido y posibilitando que sea publicada algún día. Es curioso, digo, porque posteriormente, y a raíz de ciertos sucesos y reivindicaciones de personajes acaecidas precisamente en la novela que nos ocupa, Spratt pasaría a protagonizar la otra serie de Fforde, la “Nursery Crime Division”, con un papel algo diferente al que en principio se muestra aquí al lector, pero en el que inevitablemente, vista la ayuda que presta a Thursday, terminará desembocando.

Como venía siendo habitual en los libros anteriores, el autor sigue con su particular homenaje y declaración de amor a los “clásicos”, plagando el relato de referencias a obras y personajes de la Literatura Universal; sin arredrarse en absoluto, sin embargo, en lanzar dardos envenenados contra aquellas narraciones que la crítica ha ensalzado, pero que él considera supravalorados [comparto especialmente su valoración de Moby Dick). En esta ocasión, además, abre el abanico de los géneros dirigiendo una tierna pero a un tiempo mordaz mirada a la ciencia ficción, dando con ello cabida a una serie de recursos que le permiten un enorme juego a la hora de imprimir giros insospechados a la trama.

Al término de su lectura, El pozo de las tramas perdidas, aunque sí da cumplido final al arco argumental iniciado en esta misma entrega, sobre todo lo que hace referencia a los sucesos dentro de la novela Caversham Heights y lo relacionado con el nuevo sistema operativo UltraPalabra™, sigue sin cerrar las líneas abiertas en la trama principal, dejando en el lector muchas dudas y cuestiones para ser resueltas más adelante. A pesar de ello, y como con las dos anteriores, me lo he pasado francamente fenomenal leyéndola, y ahora sólo me queda esperar pacientemente la publicación en nuestro país de las siguientes entregas (que no tarden mucho, por favor).

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Otras reseñas de obras del autor:

El caso Jane Eyre. Thursday Next 1.

Perdida en un buen libro. Thursday Next 2.

Algo huele a podrido. Thursday Next 4.


2 comentarios:

Último Íbero dijo...

Parece muy interesante y original... a ver que tal.

Santiago dijo...

La verdad es que es una serie que merece la pena (eso sí, hay que leerlos en orden; no es un caso de "libros de lectura independiente").

Se lee todo el rato con la sonrisa en la boca.