Mark Millar y Brian Hitch
Panini Cómics, 48 págs. Ocho números dobles mas dos anuales.
Reseña de: Matt Davies
Cuando a mediados de 2002 Marvel publicó el primer volumen de The Ultimates, compuesto por catorce números, la crítica y los lectores lo aclamaron rápidamente como mejor cómic del año. Y lo cierto es que el elaborado guión de Mark Millar y el dibujo detallista hasta casi ser obsesivo de Brian Hitch combinaron a la perfección, otorgándole a la serie un ritmo de película de gran presupuesto, con escenas espectaculares pero sin caer en el error de olvidarse de los personajes. Los autores jugaban con la nostalgia de los lectores, ofreciéndoles iconos clásicos convenientemente modernizados y actualizados, inmersos en la cotidianeidad, de manera que parecieran más “reales” que sus homónimos del universo Marvel tradicional, el que idearon Lee y Kirby hace ya más de cuarenta años.
El único "fallo" que se le puede achacar a este segundo volumen de The Ultimates es que ha perdido el factor sorpresa de la primera parte. El problema de crear escuela es que lo que has ideado pronto dejará de ser original. Así, durante los últimos años nos hemos acostumbrado tanto a la linea Ultimate y a su estilo narrativo que el regreso de los Ultimates ya no viene precedido por la emoción y el asombro de la primera parte. Da una sensación de ya leído, de repetición de esquemas, que en ningún momento lastra la lectura pero que ya no tiene la frescura del primer volumen.
Cuidado, que eso no quiere decir que Ultimates vol. 2 sea un mal cómic o sea aburrido. De hecho, los autores, conscientes de lo que hicieron en la primera parte y de que la serie que ellos crearon pasará a otras manos al finalizar este volumen, se esfuerzan porque no decaiga la acción. Introducen traidores en el grupo, juegan al despiste (de forma un poco tramposa, eso sí, pero perdonable) y, sobre todo, buscan la espectacularidad, tanto en las numerosas batallas como en los momentos de calma. El dibujo de Hitch sigue siendo brillante, quizás algo más sucio que en etapas anteriores, pero es un cambio que se adapta bien a la historia. Los dos anuales, dibujado el primero por Steve Dillon y el segundo por Deodato Jr., con guión de Charlie Huston, simplemente cumplen con su función de relleno, aunque Huston sabe dejar su impronta personal en la historia, con un ritmo y unos diálogos brillantes.
En mi opinión, un gran (en todos los sentidos) cómic de supergente, que, a pesar de haber perdido el brillo de la novedad, sigue siendo lo mejor de la linea Ultimate. Ahora solo nos queda esperar temerosos el volumen 3. Y es que las últimas páginas de estos Ultimates cierran de forma tan perfecta la historia comenzada hace años- con homenaje a Lee y Kirby incluidos- que Jeph Loeb y Joe Madureira, futuros autores de la continuación, lo van a tener difícil para estar a la altura.
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