Autobiografía literaria /3.
George R.R. Martin.
Reseña de: Santiago Gª Soláns.
Gigamesh. Col. Gigamesh ficción # 55. Barcelona, 2015. Título
original: GRRM: A RRetrospective. Traducción: José Óscar Hernández Sendín,
Cristina Macía, Raquel Marqués, Virginia Sáenz. 474 páginas.
La tercera, y última, entrega de
la Autobiografía
literaria de George R.R. Martin,
recoge los dos últimos apartados de la obra original, Dreamsongs. Por un lado,
se inicia con una sección dedicada al universo compartido superheroico Wild
Cards, donde diversos autores ofrecían antologías «mosaico» —con
cuentos que se encadenaban los unos con los otros, influyéndose, fundiéndose y
matizándose— en un mundo en que los superpoderes están a la orden del día; por
otro, el volumen, y la autobiografía literaria en sí, se cierran con un epígrafe que
recoge algunas de las obras cortas más significativas del autor en una etapa
más reciente de su producción, hasta la llegada del enorme éxito de su saga Canción
de Hielo y Fuego, dejando patente, como en anteriores entregas, su gusto
por la hibridación de géneros y su habilidad para la creación de personajes
memorables incluso en las distancias cortas. Tan interesante, o incluso más,
que los propios cuentos y novelas cortas incluidas son las introducciones a cada epígrafe
donde el autor desgrana sus circunstancias vitales, sus gustos literarios o
cinematográficos, sus estados de ánimo a la hora de enfrentar la escritura, sus influencias y muy diversas anécdotas del periodo comprendido, haciendo de la obra
una lectura imprescindible para cualquier lector que desee saber algo más del autor
de moda en el fantástico.
La primera sección o epígrafe, Ocho: Barajando las Wild Cards, da cuenta de cómo, fruto de su amor por los comics de superhéroes, nació un grupo de escritores que se reunían a jugar a un particular juego de rol creado por ellos mismos, creando personajes con poderes extraordinarios, y cuyas historias empezaron a cobrar profundidad con el paso de las partidas. Una serie de antologías y novelas que, con diversos parones y continuaciones, ha sobrepasado ya hoy en día la veintena de entregas. El punto de partida se sitúa en 1946, cuando un virus alienígena se dispersó por el cielo de Nueva York afectando de diversas formas a aquellos que iba contagiando. Dicho virus es fruto de la ingeniería genética de una raza extraterrestre, parte de un experimento que busca desarrollar habilidades suprahumanas en los individuos infectados. El problema es la alta mortalidad que provoca —cerca del 90 % de los infectados— y los efectos impredecibles en los supervivientes. Por un lado están aquellos que obtienen una habilidad extraordinaria, pero siguen mostrando una apariencia totalmente humana, que serán llamados Ases. Por otro, aquellos —la mayoría— en que los cambios son principalmente físicos, deformando sus cuerpos en múltiples y generalmente grotescas, formas, y que recibirán el nombre de Jokers. Entre ambos extremos hay una multitud de «grados», tanto en la deformación como en la intensidad de los poderes, desde aquellos prácticamente inútiles hasta los enormemente valiosos. Y entre los nuevos superhombres, los habrá con una natural inclinación al bien, que utilizarán sus dones para ayudar a los demás, y otros que buscarán su propio beneficio —no dejan de ser humanos—. Y no faltarán aquellos, humanos «normales» o wild cards, que busquen sacar provecho de unos y otros, dando lugar a un buen número de aventuras.
El primer relato, En el
caparazón, incluido en la primera de las antologías, presenta a la Gran y poderosa Tortuga, junto a
otros personajes de gran relevancia dentro de la serie como el alienígena Taquión, culpable a la postre de la
dispersión del virus. Es un cuento interesante, pero que sufre de la ausencia
de aquellos otros que lo complementan, y de la ausencia de algunas de las
claves y el contexto necesarios para aprehender en condiciones la profundidad
del mundo.
El segundo relato, Del
diario de Xavier Desmond, muestra los textos de enlace del volumen 4, El
viaje de los Ases. Por un lado es cierto que sirve para presentar la
profundidad del mundo compartido, pero también lo es que puede resultar algo
confuso para quien no se haya introducido previamente en el mismo, al mencionar
un buen número de personajes —tanto ases y jokers, como «naturales»— y de
situaciones narradas en el resto de cuentos que pueden causar cierto
desconcierto al dejar sin contexto algunas —muchas— de las referencias. Una
delegación de políticos, periodistas, nats y afectados por el virus alienígena,
tanto ases como jokers ―aunque el título del libro sólo haga referencia a los
primeros― van a embarcarse en una gira mundial patrocinada por las Naciones
Unidas y la Organización Mundial de la Salud. A bordo de un avión 747
especialmente fletado para la ocasión y bautizado como el «Carta Marcada» por la
prensa, personajes recurrentes como Tachyon,
Peregrine, Golden Boy, Hiram Worchester,
al padre Calamar, Troll o el senador Greg Hartman ―también conocido como el Titiritero― junto a otros de nuevo cuño recorrerán diversos países
para observar los efectos que ha tenido entre su población el wild
card, interesándose por las condiciones de vida de los afectados en
cada uno de ellos, con diversos resultados y muchas aventuras por el camino.
Guarda importantes reflexiones sobre la discriminación, la falta de
comunicación, la belleza oculta de las cosas y personas… Pero mientras se lee, para
quien ha hecho lo propio con El viaje de los Ases, es inevitable
rememorar el resto de historias al que se hace referencia, rellenando los intrigantes huecos y misterios que como narración independiente deja. Para quien no tenga esa
oportunidad es discutible hasta qué punto se disfruta realmente como cuento
independiente, sabiendo el gran número de cuestiones que se está uno perdiendo.
Una lástima que Timunmas solo publicara las cuatro
primeras entregas y no vaya a continuar con una serie de la que los dos relatos
aquí incluidos, dada la naturaleza compartida de la obra madre, dan más cuenta
de su potencial que de su «realidad».
La segunda sección, Nueve:
Un corazón atribulado, se lleva la parte del león del volumen —casi
tres cuartas partes del mismo— y presenta un conjunto de seis historias que dan
cuenta del gusto del autor por la hibridación de géneros, donde lo importante
no es su catalogación ni el escenario ni el género en sí, sino que la trama
nazca del conflicto dentro de la naturaleza humana —o lo que se podría
considerar como tal—. Historias que alcanzan la década de los ochenta del siglo
pasado hasta la llegada de su exitosa saga Canción de Hielo y Fuego, de la que
se incluye el realto largo El caballero errante, que narra
eventos acontecidos casi cien años antes de los incluidos en Juego
de tronos.
El primer cuento, Asedio,
recupera otro anterior, La fortaleza, incluido en Luz
de estrellas lejanas, pero dotado aquí con un enfoque francamente
diferente. La historia del asedio y rendición de Sveaborg, la inexpugnable fortaleza sueca, con una curiosa variante
que incluye una peculiar suerte de «viajes» temporales. Un momento histórico
que marca de forma determinante el desarrollo de los acontecimientos en toda
Europa y en el mundo futuro; unos acontecimientos que si se pudieran cambiar
darían lugar a un mundo totalmente diferente. Martin ofrece una lectura de
fanatismo, incipiente nacionalismo e inevitabilidad histórica francamente
llamativo.
La novela corta Tráfico
de piel es una fantasía urbana, de tintes oscuros y lóbregos, anterior
a que siquiera se acuñara tal término. Un relato detectivesco-policiaco con licantropía incorporada, donde unos
terribles asesinatos harán descubrir a la investigadora privada Randi Wade todo un mundo sobrenatural
que no podía imaginar. Como es habitual en Martin
la historia encierra mucho más de lo que pudiera antojarse, con un trasfondo
social y humano de intenso calado, y con unos personajes que adquieren vida
propia gracias, principalmente, a su humanidad y defectos.
A continuación Variantes
sin salida da rienda suelta al gusto del autor por el ajedrez —y a
quien no le guste este juego el cuento posiblemente le resultará de lo más
anodino y un tanto pedante—, cargado de obsesión y una particular vuelta de
tuerca en torno a la teoría cuántica. A través de la venganza de uno de los
personajes el autor elucubra sobre las decisiones vitales que se toman y las
consecuencias que las mismas traen ¿inevitablemente? La vida como un tablero, y
las piezas que se está dispuesto a sacrificar para alcanzar el objetivo final.
En La flor de cristal, el
lector asiste a una historia de vida y muerte, visitando de nuevo, y quizá por
última vez, el escenario de sus Mil
Mundos, que habla de renacimiento y segundas oportunidades no siempre
merecidas. Con la presencia del carismático Kleronomas, el sutil juego de
elecciones, de crueldad manifiesta y de cierta transgresión convierten lo
narrado en una aterradora reflexión sobre la naturaleza de los seres
inteligentes y su deseo de perpetuarse.
El caballero errante será seguramente para muchos el plato fuerte
de la antología. Casi cien años antes de los sucesos narrados en Juego de
tronos, los Reinos de Poniente se encuentran unificados bajo el dominio de los Targaryen. En este entorno pacífico los
caballeros deben dar cuenta de su valor, arrojo y habilidades bélicas en alguno
de los muchos torneos que se organizan a lo largo y ancho de la geografía de
Poniente. Dunk, un joven escudero
que acaba de perder a su anciano señor, decide participar en uno de ellos como
caballero errante, algo para lo que va a encontrar algunos problemas mayores de
los esperados. Una delicia de relato, casi novela corta en realidad, que goza
de todos los parabienes de la saga de Canción de Hielo y Fuego, su gusto
por la heráldica, las gestas, el juego de alianzas y el difícil equilibrio
entre honor y crueldad —y no posee sus aparentes defectos, yendo al grano sin
exceso de paja— y que ha tenido posteriormente continuidad con un par de
historias que seguramente no sean las últimas, glosando las aventuras de Ser Duncan el Alto y su escudero Egg.
Cierra la antología Retratos
de sus hijos, con la historia de un escritor al final de su carrera que
de forma inopinada recibe la visita de algunos de sus personajes, sus hijos,
despertando en él una serie de obsesiones que le harán replantearse ciertos
hechos de su pasado. Un particular homenaje, no exento de crítica, al oficio de
escritor y de todo lo que hay que sacrificar o hasta dónde se es capaz de
llegar para obtener el reconocimiento.
Terminado el auto repaso que Martin realiza sobre su vida y obra no
queda sino recomendar su lectura con la debida advertencia y prudencia: quien
tan sólo busque más contenidos al estilo de Juego de Tronos es muy posible que quede decepcionado, pero quien
se adentre con la mente abierta dispuesto a disfrutar de historias fantásticas
difícilmente clasificables seguramente quedará satisfecho. Ciencia ficción,
superhéroes, fantasía de todo tipo —urbana, oscura, épica…—, viajes en el
tiempo, dilemas morales, inmortalidad —en diversas variantes—, horror... Todo
un mundo, y un autor, por descubrir —si es que no se había llegado a él ya con
anterioridad— tanto en lo literario como en lo humano.
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Reseña de otras obras del autor y relacionadas:
Luz de estrellas lejanas. Autobiografía literaria /1.
Híbridos y engendros. Autobiografía literaria /2.
Wild Cards II. Ases en lo alto. Ed. George R.R. Martin.
Wild Cards III. Jokers salvajes. Ed. George R.R. Martin.
Wild Cards IV. El viaje de los ases. Ed. George R.R. Martin.
Wild Cards III. Jokers salvajes. Ed. George R.R. Martin.
Wild Cards IV. El viaje de los ases. Ed. George R.R. Martin.
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