jueves, 3 de marzo de 2011

Reseña: Flores de Sombra


Flores de Sombra.

Sofía Rhei.

Reseña de: Jamie M.

Alfaguara. Madrid, 2011. 341 páginas.

En el verano de su último año de instituto, Hazel Hawthorne se ve obligada por circunstancias familiares adversas (su padre las ha abandonado a ella y su madre) a trasladarse a Umberfield, un pueblo remoto y perdido en medio de ninguna parte que ni siquiera tiene cobertura de móvil. Alejada de su novio Bob y su mejor amiga Virginia, se encuentra de repente en un lugar donde no parece existir ningún tipo de diversión para una adolescente. Enfadada con su madre y con el mundo en general, siente que ese va a ser el verano más aburrido de su vida, pero está terriblemente equivocada.

Cuando las dos se instalen en la vieja casa familiar, un antiguo caserón algo apartado del pueblo, Hazel se va a encontrar viviendo en medio de dos mundos. En el descuidado jardín, un misterioso reloj nocturno de flores negras le permitirá pasar al Otro Lado y visitar la Feeria, donde conocerá a un serio y enigmático joven de rostro enmascarado, Áster, por el que se sentirá irresistiblemente atraída, aunque al principio crea que todo es tan solo un vívido sueño. Pero, como es inevitable, las cosas han de complicarse y el destino de toda la Humanidad podría encontrarse en peligro debido a las acciones que debe emprender Hazel.

El acierto de Rhei es partir de la utilización de todos los tópicos de este género fantástico juvenil tan de moda hoy en día para ofrecer después una obra con un toque diferente. De inicio se podría pensar que no hay nada demasiado original, desde la adolescente con problemas familiares que es arrastrada lejos de todo lo que conoce y se ve inmersa en un ambiente extraño y desolado, un lugar donde debe “rehacer” desde cero su vida hasta que descubra que tiene una habilidad especial, herencia de su linaje familiar, que le abrirá la puerta a nuevas experiencias fantásticas, pasando por la aparición de seres sobrenaturales (y es de destacar la habilidad de la autora al evitar los tan trillados vampiros, hombres lobo o zombies para ofrecer una novedosa mitología de heléboros, sugreles y azogues, muy emparentada sin embargo con el mundo clásico de las hadas y la naturaleza), intercalando la inevitable historia romántica con el prototipo de chico atractivo y misterioso, y recalando finalmente en la inevitable y frenética misión salvadora que solo ella puede llevar a cabo.

La originalidad de la novela reside entonces en el mundo creado y en la forma de plasmarlo, en la poderosa imaginería del Otro Lado, con reminiscencias que recuerdan de alguna manera al Gaiman de Stardust, mostrando una Feeria intrigante, atractiva, fascinante y terriblemente peligrosa, habitada por unos seres extraños y maravillosos, buhoneros proveedores de increíbles mercancías mágicas dispuestos, sin embargo, a llevar a cabo los peores engaños y a cometer las más crueles felonías y maldades. La autora muestra una sociedad de criaturas sobrenaturales, escindida de nuestro propio mundo hace mucho tiempo, estrictamente dividida en rígidas “castas” y llena de estrictas reglas de obligatorio cumplimiento bajo la amenaza de las más terribles consecuencias por su incumplimiento.

La autora crea toda una nueva mitología para la ocasión, muy emparentada, sin embargo, con todo el mundo natural y feérico (como deja bien claro el nombre del “mercado” que se encuentra Hazel al cruzar al otro lado: la feeria), de hadas y animales parlantes, de seres humanoides que sin embargo están más cerca de las plantas; un mundo mágico, fascinante y peligroso a partes iguales. Destaca un palpable amor por la naturaleza, por el mundo botánico, que tiñe de un amable ecologismo el fondo de la trama. El profundo conocimiento de las flores y plantas implicadas en el paso de un mundo a otro dota de gran sensibilidad y realismo al relato.

Con una protagonista perfectamente definida y retratada, y con el mundo en el que ha de moverse bien establecido, si Flores de Sombra falla en algo es, sin duda, en la caracterización de los personajes secundarios (sobre todo Bob y Victoria, pero también de la “mala de la película”, Catleya) que parecen construidos tan solo para cumplir en un determinado momento un determinado papel, cambiando inesperadamente el mismo conforme avanza la narración, entrando y desapareciendo de escena como a ráfagas, sin llegar a adquirir una personalidad definida más allá de lo que la narradora dice directamente de ellos, sin demostrarlo realmente por sus actos. Hay instantes en que quedan excesivamente postizos y planos, meros transmisores de la acción sin implicación emocional para el lector. Irónicamente Rhei consigue crear mucha más afinidad por cierto erizo de jardín o cierto hurón parlante que por los humanos, con la excepción, tal vez, de la dicharachera Poppy.

Con seis libros de poemas publicados, la autora hace gala de una escritura cuidada y certera, evocadora en muchos momentos. A través de una prosa que en muchos momentos podría perfectamente ser denominada “poética” y que atrapa desde un primer momento por su sencillez y claridad, la autora consigue trasmitir todos los sentimientos implicados en la acción y la fascinación de ese mundo mágico que se abre ante los ojos de la protagonista. Si es cierto que la trama es previsible en ciertos pasajes y que el final no llama a la sorpresa (de hecho la sorpresa hubiera sido que no hubiese sido ese, pero casos se han visto), también lo es que la novela es una lectura muy agradable y fluida, dotada de una frescura que últimamente se echaba en falta dentro de este género. Conforme avanza el relato consigue, además, transmitir a la perfección el sentimiento de carrera contrarreloj en el que se ve inmersa la protagonista, el nerviosismo provocado por el inminente desastre y el deseo de proteger y cuidar de sus seres queridos. Destinado a un público eminentemente juvenil y femenino, Flores de Sombra es un libro que deja buen sabor de boca y además, en este tiempo de enealogías y dilatadas sagas, es autoconclusivo, con un final cerrado y satisfactorio como corresponde a un buen cuento de hadas.

3 comentarios:

Iraya Martín dijo...

Totalmente de acuerdo contigo en especial lo que respecta a los personajes secundarios. Es una pena pero el resto compensa bastante y el resultado final es un excelente estreno para Rhei.

Jamie M. dijo...

Sí, como debut novelístico la verdad es que es notable y deja con ganas de leer más obras de la autora (aunque lo cierto es que la poesía no es lo mío, así que me esperaré a que le publiquen más novelas).

Y el tema de los personajes secundarios, teniendo su importancia, es tan solo un detalle a pulir en próximas obras; y hay que remarcar que no desmerece al resto en absoluto.

jose_madrid30@hotmail.com dijo...

aparte de que por la reseña parece interesante, por la fotografia la escritora es espectacular :) Le echare un vistazo