Flores
de Sombra.
Sofía Rhei.
Reseña
de: Jamie
M.
Alfaguara.
Madrid,
2011. 341 páginas.
En el verano de su último año de instituto, Hazel Hawthorne se ve obligada por circunstancias familiares adversas (su padre las ha abandonado a ella y su madre) a trasladarse a Umberfield, un pueblo remoto y perdido en medio de ninguna parte que ni siquiera tiene cobertura de móvil. Alejada de su novio Bob y su mejor amiga Virginia, se encuentra de repente en un lugar donde no parece existir ningún tipo de diversión para una adolescente. Enfadada con su madre y con el mundo en general, siente que ese va a ser el verano más aburrido de su vida, pero está terriblemente equivocada.
Cuando
las dos se instalen en la vieja casa familiar, un antiguo caserón
algo apartado del pueblo, Hazel se va a encontrar viviendo en medio
de dos mundos. En el descuidado jardín, un misterioso reloj nocturno
de flores negras le permitirá pasar al Otro
Lado
y
visitar la Feeria,
donde conocerá a un serio y enigmático joven de rostro enmascarado,
Áster,
por el que se sentirá irresistiblemente atraída, aunque al
principio crea que todo es tan solo un vívido sueño. Pero, como es
inevitable, las cosas han de complicarse y el destino de toda la
Humanidad podría encontrarse en peligro debido a las acciones que
debe emprender Hazel.
El
acierto de Rhei
es
partir de la utilización de todos los tópicos de este género
fantástico juvenil tan de moda hoy en día para ofrecer después una
obra con un toque diferente. De inicio se podría pensar que no hay
nada demasiado original, desde la adolescente con problemas
familiares que es arrastrada lejos de todo lo que conoce y se ve
inmersa en un ambiente extraño y desolado, un lugar donde debe
“rehacer” desde cero su vida hasta que descubra que tiene una
habilidad especial, herencia de su linaje familiar, que le abrirá la
puerta a nuevas experiencias fantásticas, pasando por la aparición
de seres sobrenaturales (y es de destacar la habilidad de la autora
al evitar los tan trillados vampiros, hombres lobo o zombies para
ofrecer una novedosa mitología de heléboros,
sugreles
y
azogues,
muy emparentada sin embargo con el mundo clásico de las hadas y la
naturaleza), intercalando la inevitable historia romántica con el
prototipo de chico atractivo y misterioso, y recalando finalmente en
la inevitable y frenética misión salvadora que solo ella puede
llevar a cabo.
La
originalidad de la novela reside entonces en el mundo creado y en la
forma de plasmarlo, en la poderosa imaginería del Otro Lado, con
reminiscencias que recuerdan de alguna manera al Gaiman
de
Stardust,
mostrando una Feeria
intrigante,
atractiva, fascinante y terriblemente peligrosa, habitada por unos
seres extraños y maravillosos, buhoneros proveedores de increíbles
mercancías mágicas dispuestos, sin embargo, a llevar a cabo los
peores engaños y a cometer las más crueles felonías y maldades. La
autora muestra una sociedad de criaturas sobrenaturales, escindida de
nuestro propio mundo hace mucho tiempo, estrictamente dividida en
rígidas “castas” y llena de estrictas reglas de obligatorio
cumplimiento bajo la amenaza de las más terribles consecuencias por
su incumplimiento.
La
autora crea toda una nueva mitología para la ocasión, muy
emparentada, sin embargo, con todo el mundo natural y feérico (como
deja bien claro el nombre del “mercado” que se encuentra Hazel al
cruzar al otro lado: la feeria),
de hadas y animales parlantes, de seres humanoides que sin embargo
están más cerca de las plantas; un mundo mágico, fascinante y
peligroso a partes iguales. Destaca un palpable amor por la
naturaleza, por el mundo botánico, que tiñe de un amable ecologismo
el fondo de la trama. El profundo conocimiento de las flores y
plantas implicadas en el paso de un mundo a otro dota de gran
sensibilidad y realismo al relato.
Con
una protagonista perfectamente definida y retratada, y con el mundo
en el que ha de moverse bien establecido, si Flores
de Sombra
falla
en algo es, sin duda, en la caracterización de los personajes
secundarios (sobre todo Bob y Victoria, pero también de la “mala de
la película”, Catleya)
que parecen construidos tan solo para cumplir en un determinado
momento un determinado papel, cambiando inesperadamente el mismo
conforme avanza la narración, entrando y desapareciendo de escena
como a ráfagas, sin llegar a adquirir una personalidad definida más
allá de lo que la narradora dice directamente de ellos, sin
demostrarlo realmente por sus actos. Hay instantes en que quedan
excesivamente postizos y planos, meros transmisores de la acción sin
implicación emocional para el lector. Irónicamente Rhei consigue
crear mucha más afinidad por cierto erizo de jardín o cierto hurón
parlante que por los humanos, con la excepción, tal vez, de la
dicharachera Poppy.
Con
seis libros de poemas publicados, la autora hace gala de una
escritura cuidada y certera, evocadora en muchos momentos. A través
de una prosa que en muchos momentos podría perfectamente ser
denominada “poética” y que atrapa desde un primer momento por su
sencillez y claridad, la autora consigue trasmitir todos los
sentimientos implicados en la acción y la fascinación de ese mundo
mágico que se abre ante los ojos de la protagonista. Si es cierto que
la trama es previsible en ciertos pasajes y que el final no llama a
la sorpresa (de hecho la sorpresa hubiera sido que no hubiese sido
ese, pero casos se han visto), también lo es que la novela es una
lectura muy agradable y fluida, dotada de una frescura que
últimamente se echaba en falta dentro de este género. Conforme
avanza el relato consigue, además, transmitir a la perfección el
sentimiento de carrera contrarreloj en el que se ve inmersa la
protagonista, el nerviosismo provocado por el inminente desastre y el
deseo de proteger y cuidar de sus seres queridos. Destinado a un
público eminentemente juvenil y femenino, Flores
de Sombra
es
un libro que deja buen sabor de boca y además, en este tiempo de
enealogías
y
dilatadas sagas, es autoconclusivo, con un final cerrado y
satisfactorio como corresponde a un buen cuento de hadas.
3 comentarios:
Totalmente de acuerdo contigo en especial lo que respecta a los personajes secundarios. Es una pena pero el resto compensa bastante y el resultado final es un excelente estreno para Rhei.
Sí, como debut novelístico la verdad es que es notable y deja con ganas de leer más obras de la autora (aunque lo cierto es que la poesía no es lo mío, así que me esperaré a que le publiquen más novelas).
Y el tema de los personajes secundarios, teniendo su importancia, es tan solo un detalle a pulir en próximas obras; y hay que remarcar que no desmerece al resto en absoluto.
aparte de que por la reseña parece interesante, por la fotografia la escritora es espectacular :) Le echare un vistazo
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