lunes, 17 de diciembre de 2007

Reseña: El vínculo del cuchillo I. Encantamiento.

El vínculo del cuchillo I. Encantamiento.

Lois McMaster Bujold.

Reseña de: Santiago Gª Soláns.

Libros del Atril. Col. Omicrón. Barcelona, 2007. Título original: The Sharing Knife: Beguilement. Traducción: Adela Torres Calatayud. 335 páginas.

Nunca pensé que diría algo así de una novela de McMaster Bujold, pero esta primera entrega de El vínculo del cuchillo me ha llegado a aburrir por momentos. Fan y defensor acérrimo de las novelas de Miles Vorkosigan (a pesar de que las últimas entregas estaban iniciando un giro un tanto “moñas”), disfruté a su vez bastante con la lectura de las novelas de Chalion, pero ésta que nos ocupa me ha, quizá precisamente por lo anterior, defraudado profundamente. Y eso que comienza más o menos bien, con una “jovencísima” campesina (tan joven que todos la toman por una niña; vamos, que “sólo” tiene 20 años) huye de su casa y de sus gentes ocultando un misterioso secreto (secreto que el lector avispado ha descubierto a la segunda mención de pasada o leyéndose la, como suele ser habitual, estupenda sinopsis de contraportada donde desvelan todo misterio, pero ese es otro tema) y cae en manos de una “malicia”, un ser malvado y terrorífico, al que tendrá que enfrentarse con la ayuda de un “andalagos”, Dag, patrullero de una sociedad un tanto desprestigiada de caza monstruos, temidos y repudiados por los campesinos a los que defienden de aquellos seres malignos.

Y hasta allí, salvando unas cuantas tonterías, la cosa no va mal. Hay acción, hay buenas ideas y Bujold sigue escribiendo con su habitual estilo ligero y desenfadado que hace que la lectura sea ágil y hasta cierto punto amena. Pero a partir de ahí la cosa deriva más, mucho más, hacia el “romance imposible entre humanos pertenecientes a grupos que no pueden mezclarse” que avisaba en la contraportada (es lo que tiene leérsela al acabar el libro, que descubres cosas que no esperabas) y la cosa se convierte en literatura romántica disfrazada de fantasía (y con un disfraz un tanto pobre, todo hay que decirlo). De todas maneras, lo de que “no pueden mezclarse” queda pronto desmentido, pues vaya si se mezclan, sí, por lo menos dos de ellos.

Nos encontramos, pues, ante una trama que lo que hace es abundar en el tema de los “amores imposibles” tan sobreexplotado ya, donde chocan dos sociedades y dos formas de entender la vida. En esta primera novela de la serie (iban a ser dos libros, pero ya han anunciado el tercero para el mercado anglosajón) nos encontramos con el rechazo de la familia de ella hacia el trotamundos con mala fama que “pretende” a su hija. Los andalagos son muy mal vistos por los campesinos, quienes les acusan de prácticas brujeriles, actos inhumanos y costumbres disolutas; por lo que el que uno de ellos, por muy bueno, atento y delicado que demuestre ser, se acerque a su hija o hermana no puede sino ser contemplado con malos ojos y cierto temor. Ante ello la pareja deberá luchar contra los prejuicios de los que les rodean, y contra el odio y el rencor de algunos allegados, contando para ello con escasos aliados. Y por esos derroteros discurrirá prácticamente el resto de la novela.

Entre medias se nos irán ofreciendo detalles del mundo por el que se mueven los protagonistas (y dónde se intuye que antaño existió una civilización muy avanzada, pero que ahora apenas es un recuerdo y los conocimientos, confundidos, o no, con magia, se van perdiendo poco a poco de forma irreparable y, aparentemente, irreversible) y de su vida, incidiendo sobre todo en los usos y costumbres de los andalagos y en lo que significa el vínculo del cuchillo con su poseedor, sembrando de pasada por el camino unas gotitas de misterio cuando uno de esos cuchillos se vincule con quien no debe. De todas maneras, la resolución de tal misterio, al igual que el encuentro de la pareja con la familia de él, queda para el segundo volumen de la serie (o para el tercero, que todavía no se sabe de cuántos estamos hablando), con lo que se nos hurta algo de lo poco interesante de la novela, que seguramente seguirá siendo un misterio para mí, pues no sé si tendré fuerzas para leerme la siguiente entrega tan sólo para enterarme de eso.

Lo dicho, para mí una decepción, no porque sea una novela romántica en sí (las últimas de Vorkosigan ya aventuraban esta tendencia en la producción más reciente de McMaster Bujold, aunque seguían manteniendo su interés), sino porque ni siquiera es una buena novela romántica, porque la sociedad que nos retrata tiene múltiples agujeros (¿cuándo dejarán de reflejar la moral y la forma de vida actual en un mundo de características medievales? Ya que sabemos que no es real, al menos que sea verosímil, por favor) y porque prácticamente carece de toda emoción pasados los primeros capítulos. Novela fallida sería decir demasiado de ella; sin embargo, y dados mis antecedentes con la novela fantástico-rosa, seguro que ahora empieza a ganar reconocimiento (según se nos dice en portada, ya ha sido finalista del Premio Mundial de Fantasía 2006; pero, claro, yo estoy “peleado” con los que otorgan estas distinciones) y a hacerse famosa. Desde luego, será que me esperaba otra cosa, pero este Encantamiento no es lo mío.

4 comentarios:

Santiago dijo...

La primera vez que un autor anglosajón "lee" una de mis críticas. Lástima que sea la única novela de esta autora que no me haya gustado. Claro que según dicen en el "hilo" de la conversación, es que no la he entendido.

http://lists.herald.co.uk/pipermail/lois-bujold/2007-December/006494.html

Último Íbero dijo...

Ya es mala suerte que para un libro de McMaster Bujold al que le ves alguna pega, va y te pilla la autora.

¡Si siempre nos estas diciendo lo buena que es!

Santiago dijo...

Pues sí, ya ves. De todas maneras, aprovechando la visita, he investigado más sobre el libro y he visto que en el ámbito anglosajón la novela se vende como "romantic fantasy", cosa que a la editorial en España parece que se les ha olvidado decirnos (también yo podría haber leído la sinopsis de contraportada, donde de alguna forma se intuye el tono rosa de la novela; pero viendo lo dados que son todos los editores españoles a destripar allí las tramas, casi que prefiero no hacerlo).

Y aprovechando a su vez mi visita a la lista de correo sobre la autora, he podido comprobar que Bujold ya está buscando título para la cuarta entrega de la serie, así que la cosa va para largo. Teniendo ahora las "claves" para leerlo en condiciones igual hasta me animo con el segundo... ¿quién sabe, igual hasta mejora la cosa?

Anónimo dijo...

Santi no trates de arreglarlo, Lois ya no te ajunta y ahora encima dirá que esta web-blog es muy cruel y odiosa.