Neil Jordan.
Reseña de: Amandil.
Take 5 / Octagon / Mid Atlantic Films. Canadá, Irlanda, Hungría, 2011. Título original: The Borgias. The original crime family.
Siguiendo la estela de la exitosa Los Tudor, Neil Jordan y la productora Take 5 optaron por repetir el esquema argumental dando forma seriada a las aventuras y desventuras de otro famoso apellido vinculado con una etapa apasionante de la Historia Moderna europea. La familia hispano-italiana de Los Borgia, vinculada en el acervo popular con lo peor y más corrupto de la Italia renacentista, culmen de la degradación política y religiosa del nucleo de la Cristiandad y origen, de aquellas maneras, de los usos más perversos que hoy en día podemos apreciar en las mafias que asolan y corrompen ciudades, países y gobiernos. A fin de cuentas, el subtítulo de la serie "The original crime family" parece decirnos algo así como "si te gustaron Los Soprano o El Padrino tienes que ver Los Borgia, porque de estos polvos vinieron esos lodos". Y con esa premisa en mente ha visto la luz la primera temporada de Los Borgia.
Durante nueve episodios de cincuenta minutos de duración se nos presentan los primeros pasos como Papa de Alejandro VI (Jeremy Irons), un valenciano afincado en Roma que, como muchos otros cardenales, lleva una doble vida que vulnera, de manera sistemática, sus votos de castidad. Sus dos hijos, su hermosa hija, su "amante oficial" y su nueva "querída", conforman su familia y todos tienen como objetivo satisfacer los deseos de Alejandro: llegar a fundar una dinastia que se convierta en hegemónica en la convulsa Italia de finales del siglo XV e inicios del XVI.
Esta primera temporada se centra en los primeros años de papado. A las luchas en el seno de la curia romana se une el juego de alianzas con las grandes ciudades-estado italianas (Milán, Nápoles, Florencia) y la irrupción final de la poderosa Francia. Y es en ese ambiente dónde se desarrollan unos personajes repletos de luces y sombras que quedan absorbidos en buena parte por dos de ellos: el propio Alejandro VI y uno de sus hijos, César. En el caso del Papa es normal ya que, a fin de cuentas, una parte importante del marketing de la serie es la presencie de Jeremy Irons en el papel central de la misma.
¿Logra esta temporada de "Los Borgia" enganchar? Sí, sin ninguna duda. El truco es bien sencillo y sigue en la línea que se han marcado actualmente las series ambientadas en periodos históricos pasados o en mundos de corte medieval: mostrar un realismo crudo y sin concesiones al romanticismo. Eso implica rudeza y sexo (again), hipocresía e inmoralidad, en definitiva mostrar una naturaleza humana más cercana a lo banal y decadente que a lo idealizado y elevado.
Y en ese juego los guionistas, dejándose llevar en ocasiones, involucran a todos los personajes "Borgia" y a bastantes que no lo son. El Pontífice es un crápula, igual que su hijo César (interpretado por un interesante François Arnaud, que saca petróleo de un personaje que en ocasiones hace aguas por culpa de la situaciones en las que lo meten los guionistas), la bella y jovencísima Lucrecia (Holliday Grainger) se sitúa en un punto entre la lolita calienta braguetas y la incipiente viuda negra que está llamada a ser en la segunda temporada, Juan Borgia (David Oakes, mucho mejor en esta serie y en este papel que en el que le tocó torear en "Los Pilares de la Tierra", un William Hamleigh autenticamente idiotizado) queda un poco desubicado en la trama ya que su papel de "general" de la milicia pontificia no le deja mucho espacio para desarrollarse, eso sí, trinca como el que más.
Fuera del núcleo familiar quedan personajes que se muestran como claves en esta primera temporada, como son el archienemigo del Papa, el cardenal Giuliano della Rovere (interpretado por el majestuoso Colm Feore), el matón de César el enigmático Micheletto (un Sean Harris que, sinceramente, si me lo encuentro una noche por la calle me defeco en los pantalones, lo cual es signo de que el personaje está muy bien construido), Julia Farnesio (Lotte Verbeek) la amante del Papa y que se muestra como una auténtica cambia formas perfectamente acoplada en el papel de equilibrio al dominio de los personajes masculinos, Vanozza Cattaneo (una desdibujada Joanne Whalley) a la que le falta empuje y gracia pues aparece como excesivamente sobria e indefinida en su papel de ex-amante del Papa pero madre de la manada Borgia al completo (merece una mención el magnífico David Bamber, que ejecuta el papel de Teo, marido de Vanozza y, por extensión, cornudo oficial de Italia que aunque sólo sale en dos episodios -para que le partan la cara- luce mucho -lo confieso, su papel de Cicerón en la serie "Roma" me parece de lo mejorcito).
Y hay muchos más personajes que redondean con bastante acierto las tramas principales. Por ejemplo, y sin entrar en detalle, veremos pasar por la pantalla a Maquiavelo, Miguel Ángel, el rey francés Carlos VIII y alguna que otra sorpresilla que sirve para ambientar la trama y mostrar que existe un entorno histórico palpable que aporta credibilidad y rigor a los guiones.
En esta línea hay que reconocer que se han cuidado los detalles del atrezzo, los escenarios, el vestuario y los exteriores evitando en todo momento la sensación de "tramoya" que es relativamente fácil de percibir en otras producciones similares (como Los Pilares de la Tierra o, mucho más cerca, Hispania o la patética Águila Roja). De ese modo se despliega ante nosotros un entorno visual que permite que los personajes sean más creíbles y que facilita en gran medida que fluya una trama sencilla pero efectista. Cabe señalar, asimismo, que la música, obra del polifacético y excepcional Trevor Morris.
Buenos intérpretes, buena ambientación, trama interesante, desde luego Los Borgia lo tiene todo (por el momento) para que se convierta en una nueva serie de culto y con enganche si consigue mantener el nivel en la segunda temporada (prevista para principios de 2012). Además, le tocará competir con la versión europea de la misma que se estrenará en noviembre o diciembre de 2011 y en la que hay participación española. ¿Cual de las dos series sobrevivirá y se terminará por convertir en el referente televisivo para el futuro? Lo veremos en pocos meses... y allí estaremos para comentarlo :)
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