No se trata de un intento de hacer una lista de " mejores libros de ciencia ficción publicados en 2016", sino de indicar aquellos con los que más he disfrutado durante este año. Podrían haber sido más, unos cuantos se han quedado a punto de entrar (Nexus, de Ramez Naam; Seveneves, de Neal Stephenson; Cuchillo de agua, de Paolo Bacigalupi; Luna. Luna nueva, de Ian McDonald; Trafalgar, de Angélica Gorodischer...), pero estos son los que son:
James S.A. Corey.
Ediciones B. Col. Nova. Barcelona, 2016. Título original: Leviathan Wakes. Traducción: David Tejera Expósito. 603 páginas.
Space opera desatada, imaginativa, divertida, irónicamente humana y profundamente inteligente y reflexiva. ¡Leedla! Ya está, esa es la reseña. Todo lo que viene a continuación es innecesario, pero supongo que habrá que justificarlo. Ahí va. El despertar del leviatán es la primera entrega de una serie llamada The Expanse —el mismo título que ha recibido la adaptación a la TV cuya primera temporada ocupa la mitad de esta novela— que por el momento ha alcanzado las 10 entregas entre novelas y novelas cortas, firmadas por James S.A, Corey, seudónimo —no es ningún secreto, lo pone en la solapa de portada— del tándem formado por Daniel Abraham y Ty Franck —«protegidos» ambos de George R.R. Martin—. Nominada a premios como Hugo y Locus, la novela despliega una trama de noir espacial repleta de acción con toques policiales y «militaristas», desarrollada dentro de los límites de un colonizado Sistema Solar, sobre todo en las estaciones y naves que pueblan el Cinturón de Asteroides. Una space opera moderna y muy clásica a un tiempo. Un auténtico western espacial con sus sheriffs corruptos, sus intereses mineros, sus forajidos, sus poblaciones en la frontera, su héroe dispuesto a enfrentarse a todos, y sus duelos a muerte —que para la ocasión tienen lugar entre naves espaciales y no entre pistoleros, no os toméis todo lo anterior al pie de la letra—, y donde el escenario marca realmente la diferencia.
Felicidad Martínez.
Sportula. Gijón, 2016. Edición digital (epub). 405 páginas.
Nos encontramos ante un volumen que reúne cuatro historias que ofrecen a los lectores todas aquellas virtudes que la buena ciencia ficción debiera siempre atesorar, uniendo especulación sobre cómo podrían ser realmente otras inteligencias extraterrestres, reflexión, amena aventura, ideas interesantes y un derroche de sentido de la maravilla. Martínez plasma cuatro relatos intensos, profundos e inquisitivos, jugando sin complejos con todas las posibilidades que el género le permite, planteando variadas y muy diferentes sociedades alienígenas de forma consistente, y presentando exploraciones culturales que llevan al lector a cuestionarse a sí mismo. Una ciencia ficción sin concesiones, sin facilidades, que fuerza al lector a poner detalles de su parte, a dominar los referentes y a dejarse llevar por el relato para ir descubriendo las claves sobre la marcha, pero que se revela enormemente satisfactoria conforme se va introduciendo en los diferentes mundos que Martínez le sugiere. Una ciencia ficción llena de matices, con cuatro narraciones, cuatro novelas cortas, «independientes», pero interconectadas y complementarias de una forma cíclica, que presentan diferentes ángulos de unas mismas historias de dos en dos. Una ciencia ficción sugerente, madura, intrigante, que aúna gran profusión de «ideas» a un imaginativo uso de la prosa, y, algo vital, muy entretenida.
George R. Stewart.
Gigamesh. Col. Gigamesh ficción # 59. Barcelona, 2016. Título original: Earth Abides. Traducción: Lluís Delgado. 340 páginas.
Gigamesh recupera, con nueva traducción por primera vez íntegra a nuestro idioma, el gran clásico postcatastrofista de finales de la década de los ‘40 del siglo pasado. Un clásico que presentaba la originalidad de que, en un mundo recién salido del horror de la II Guerra Mundial, en el que toda la población estadounidense —y mucha del resto del mundo— temían el estallido de la hecatombe nuclear que parecía inminente, el autor se atrevió a imaginar una humanidad prácticamente exterminada en más de un 99 % por una epidemia vírica de inusitada virulencia y mortandad. A ello suma un superviviente que se plantea preservar los restos de la civilización sin tener muy claro el camino a seguir. La tierra permanece es una novela generalmente tranquila, con escasos sobresaltos violentos —que nadie espere un Mad Max de acción desatada—, pausada, llena de dilemas morales y de candentes cuestiones sobre lo que supone la supervivencia y la reconstrucción, sobre la esencia misma y el significado de la naturaleza humana. Salvando muy pequeños detalles, su trama ha envejecido como el mejor de los vinos, con un aroma exquisito y un sabor poderoso, y la reflexión que encierra sigue hoy tan vigente como en el momento de su publicación original.
Karin Tidbeck.
Nevsky Prospects / Fábulas de Albion. Madrid, 2016. Título original: Amatka. Traducción: Marian Womack. 239 páginas.
Jagannath, carta de presentación de Tidbeck en nuestro idioma, daba cuenta ya de unas historias con amplias derivaciones hacia lo «raro», con una narrativa cercana al lector, pero con un aire sutil de extrañeza. Amatka es una distopía de corte clásico, un mundo de perfección utópica que esconde una realidad mucho menos amable. Una ciencia ficción distópica que no renuncia al toque new weird de la autora, con la acción situada en un escenario de localización indeterminada, con una sociedad de carácter colectivizado y donde el lenguaje y su uso cobran vital importancia, ya que son las palabras, los nombres de las cosas, las que establecen la realidad física de los objetos. Una historia de profundo calado, intensamente actual.
Cuentos fantásticos /2.
Richard Matheson.
Gigamesh. Col. Gigamesh Ficción # 57. Barcelona, 2016. Título original: Collected Stories. Traducción: María Alonso / Raquel Marqués. 539 páginas.
Si en Nacido de hombre y mujer —si no lo habéis leído ya tardais— se recogían los relatos escritos por Matheson en su prolífica etapa entre 1950 y 1954, en este segundo volumen se hace lo propio con toda su producción breve de corte fantástico entre 1955 y 1971 un periodo de pujante madurez y asentamiento marcado en cierta forma por sus muchas colaboraciones y adaptaciones para el medio televisivo. Cuarenta y tres relatos nada menos que, si bien hilando muy fino se podría llegar a considerar que han perdido algo del «riesgo» de los de sus primeros años, es innegable que han ganado enormemente en factura estilística, pulido, profesionalidad, dominio de la técnica y de los recursos narrativos, y en la imaginativa resolución —o en la inexistencia de la misma, que muchas veces el autor gusta de dejar todo en el aire a interpretación de los lectores— de las tramas propuestas, sin perder en ambición ni en giros sorprendentes. Cuentos que, sin renunciar alguno de ellos a la ciencia ficción más clásica, se adentran decididamente en los terrenos de la intriga y el suspense fantástico o el terror más cercano y cotidiano al ciudadano medio, resultando por ello mucho más aterradores. Al igual que en el primer volumen, aquí también cada relato viene cerrado por unas palabras del propio autor, explicando detalles de su génesis o de su destino posterior, un añadido muy de agradecer en este tipo de antologías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario