martes, 23 de noviembre de 2010

Reseña: Flash. Renacimiento

Flash: Renacimiento.

Guión: Geoff Johns.

Dibujo: Ethan Van Sciver.

Reseña de: Alb Oliver.

Planeta de Agostini. DC comics. Barcelona, 2010. Título original: Flash: Rebirth # 1 – USA. 160 páginas. Color.

Repetimos tándem creativo respecto a Green Lantern: Renacimiento para devolver al universo DC a uno de sus personajes insignia de la Silver age, Barry Allen como The Flash. Nuevamente aviso de que quizá alguna parte del presente texto, podría contener algún spoiler, y no está de más avisarlo, porque aunque si a alguien le interesa el Universo DC ya habrá visto el protagonismo de Barry en La Noche más Oscura y su aparición en Crisis Final, su regreso es bastante reciente.

Haciendo un poco de historia, Barry Allen era natural de Central City, y miembro de la policía científica, lo que hoy llamaríamos un CSI. Considerado por sus compañeros como el hombre más lento del mundo, esto es así hasta que un rayo le alcanza vertiendo productos químicos sobre su cuerpo, haciéndole convertirse en Flash, el relámpago humano. Durante sus últimas andanzas como Flash, fue acusado de romperle el cuello al Profesor Zoom, el Flash reverso, tras creer que había asesinado a su esposa, Iris West. Tras su juicio, Barry viajó al futuro, de donde era originaria su esposa, que seguía viva, para formar una familia. Tras un tiempo, tuvo que volver al pasado para ayudar a sus compañeros ante una grave amenaza, sólo para morir a manos del Anti-Monitor en el clásico Crisis en Tierras Infinitas.

Como pasara con otros superhéroes que desaparecieron, Flash tuvo sustitutos, el hasta ahora Flash actual, Wally West, sobrino suyo y sidekick, tuvo que tomar su manto, siendo el que los lectores más jóvenes asocian con la identidad del velocista. También comparte nombre con Jay Garrick, el personaje original de la Golden age, ahora que la continuidad de DC cómics ha añadido esa etapa a su cronología, y tenemos un nuevo Kid Flash, como ya lo fuera Wally West en su juventud, me refiero a Bart Allen, anteriormente Impulso, nieto de Barry que viajó en el tiempo para ser entrenado por Wally.

Aunque la muerte de Barry en su inicio fue decidida porque se consideró al personaje poco comercial, la “familia” Flash ha crecido, y el hecho de que una de las preguntas más oídas entre los fans de DC haya sido “¿Para cuándo el regreso de Barry Allen?” hizo que finalmente lo devolvieran a la viñeta.

Por segunda vez al encargarse de un personaje ya mítico, Geoff Johns no busca una excusa inverosímil para hacer regresar al velocista escarlata. Siguiendo los títulos relacionados con Wally o Bart, descubrimos que Barry no murió realmente, sino que al alcanzar una determinada velocidad intentando salvar el multiverso, Barry fue arrastrado a lo que se llama “la fuerza de la velocidad”, descrita como lo que proporciona a los velocistas su poder. Poco a poco descubrimos que Jay Garrick era superveloz por su metagén (lo que sería el equivalente a los mutantes en Marvel cómics), pero al unirse a la fuerza de la velocidad, vio como podía sobrepasar sus límites.

Durante Crisis Infinita, para detener a Superboy Prime, los “Flash” lo arrastraron a la fuerza de la velocidad, en una viñeta en la que vemos a Barry y otros velocistas atrapados ayudándoles a contenerlo, para finalmente ser destruida. Wally desapareció, y Bart tuvo que tomar el manto, para descubrir durante esos números que no había sido destruida, sino que Bart la había absorbido, convirtiéndose en el más rápido que hubiera existido.

Es en este tomo en el que descubrimos qué es realmente la fuerza que une a todos los velocistas, y nos hacemos a la idea del cómo y el porqué del regreso de Barry. Otra vez, parece que los planes de Geoff Johns no acababan aquí, pues posteriormente algunos de los elementos que aparecen son utilizados en el resto de cómics relacionados con los velocistas.

La idea del regreso me gusta, vemos a un Barry Allen que antaño vivía la vida al ritmo de los demás, sintiéndose ralentizado, y sabiendo que algo no funciona bien. Otra vez pasamos de combates inútiles, para centrarnos en la psicología de los personajes, viendo el contraste entre su pesimismo y la alegría que despierta en algunos su regreso.

Como es lógico en el mismo tomo se cierra este arco inicial, explicando las manipulaciones de un viejo enemigo para el regreso, y las consecuencias que esperaba que tuviera. Tenemos guiños como el encuentro con Hal Jordan en el “Museo Flash”, donde intenta ponerse al día de todo lo que ha ocurrido en su vida, y homenajeando la relación de amistad que ambos compartieron en la Liga de la Justicia. También vemos el enfado de Bart, al notar algo raro en su abuelo, y enfadado porque fuera el quien regresase y no su mentor, Max Mercury, también atrapado en la fuerza de la velocidad.

Cada encuentro que Barry tiene, tiene el punto de ironía que Geoff Johns ya demostró en Green Lantern Renacimiento, dando diálogos que nos devuelven la actitud que se hizo característica del personaje, de sacrificio y esperanza, mientras también encuentras escenas cómicas como cuando Supermán le persigue diciendo que anteriormente ya había sido tan rápido como él, a lo que le contesta “Clark, eso era por motivos benéficos”, dejando al hombre de acero atrás. Tenemos una historia que aparte de mantener intriga, nos desvela una nueva visión sobre los velocistas, convirtiéndola en un ejemplar imprescindible para los fans.

En cuanto al dibujo, vuelvo a elogiar la labor de Van Sciver, repitiendo un trabajo detallado y pulcro, que recuerda gratamente a la estética de las mejores etapas de los autores de Flash. Es de notar la diferencia entre Green Lantern Renacimiento y éste, pasando de la oscuridad a la luminosidad, siendo un gran acierto su elección para este trabajo.

En cuanto a la importancia de Barry Allen dentro de DC cómics, se podría decir que es mucha, por ejemplo en la serie de acción real The Flash, emitida en España durante la década de los 90, se le eligió a él para ser el personaje, aunque por esa época Wally West ya llevaba bastante tiempo siendo su sucesor, no así en la serie de animación de La Liga de la Justicia, pero sí en un capítulo de Batman, The Brave and the Bold, en el que narran una situación alternativa a su desaparición y regreso.

Honestidad, esperanza, y lógica, convirtieron a Barry en un personaje mítico, incluso cuando era recordado dentro de alguna publicación de DC, por lo que esperemos que su regreso siga ampliando su leyenda.

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Reseñas relacionadas:

Green Lantern: Renacimiento.


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