Alfa y Omega 1.
Patricia Briggs.
Reseña de: Jamie M.
Versátil. Barcelona, 2009. Título original: Cry Wolf. Traducción: Daniel Aldea Rossell. (Incluye: Alpha & Omega; traducción: Christopher Henly y Helena Muzas Calpe). 381 páginas.
Se inicia con Cry Wolf la publicación de la serie paralela a la de Mercedes Thompson, de la misma autora, y que comparte con ella el mundo y alguno de los personajes secundarios, así como el rico trasfondo creado para La llamada de la luna (publicado en España, curiosamente, por otra editorial). Versátil ha incluido, muy acertadamente, la novela corta que da título y origen a la serie, Alfa & Omega, que sirve para poner en antecedentes al lector, aunque precisamente por ese detalle mi recomendación sería que se leyese no al terminar, como se encuentra situada en el libro, sino antes de la novela “principal”, saltando de inicio a la página 315 y solo tras su lectura empezar con Cry Wolf propiamente dicho. Hacerlo siguiendo el orden en que se encuentra publicado es como empezar por el capítulo cuatro y solo al llegar al final leer los capítulos 1 a 3 (que son de los que se compone Alfa & Omega), pues en realidad la historia allí narrada engancha con la “principal” prácticamente sin transición ni fisuras. La lástima es que el cambio de traductores de una y otra historia propicia que esta fórmula pueda llevar a una mala impresión, pues la traducción de Alfa & Omega es bastante inferior a la de Cry Wolf, con frases traducidas directamente, palabra por palabra, del inglés al español, como “cerró la luz”, y con algunos otros fallos de redacción que sin terminar de ser del todo molestos sí que entorpecen de cierta forma la lectura, pudiendo dar una idea equivocada del total, ya que en la novela principal no tienen lugar.
La acción de Alfa & Omega, empieza poco después de los sucesos de La llamada de la luna, siendo parte de lo allí narrado desencadenante de alguna manera de este relato. Después de lo narrado allí, cuando Bran, el lider de todos los lobos de Norteamérica, recibe una llamada de socorro de Anna, una loba aparentemente sumisa, aumentan sus sospechas de que hay algo turbio en la manada de Chicago; así el Marrok debe descubrir qué está sucediendo y para poner orden envía a su hijo Charles, quien, en busca de los motivos para que el alfa local actuara como lo hizo, descubrirá que la joven licántropa ha sufrido mucho a manos del resto de la manada sin causa aparente, haciéndosele evidente sin embargo que es una loba muy especial.
Adentrándose ya en Cry Wolf propiamente dicho, y después de haber hecho “limpieza”, Charles, herido, decidirá llevar a la joven a Aspen Creek con la manada del Marrok, quien por su parte debe enfrentarse a una serie de asesinatos y ataques aislados en los inhóspitos bosques del Parque Nacional Cabinet en Montana que parecen obra de un hombre lobo solitario, al tiempo que debe decidir si saca a la luz pública la existencia de los licántropos y, en caso afirmativo, la mejor forma de hacerlo. Y es en la primera tarea donde Anna y Charles tendrán una especial participación.
Un detalle que llama la poderosamente la atención es que la novela carece del humor característico que la autora hiciera gala en los diálogos de la serie de Mercedes Thompson, pero lo cierto es que después de la ordalía sufrida por Anna es de esperar que no le queden muchas ganas de bromas. La joven ha sido trasformada contra su voluntad, ha sido golpeada y violada por el resto de la manada de Chicago con el beneplácito de su Alfa, con lo que parece muy normal su desconfianza hacia cualquier lobo que se acerque a ella, sean cuales sean sus intenciones. Es un personaje que une una enorme vulnerabilidad, en que cualquier cosa aparentemente inofensiva puede hacerle gran daño, con una fortaleza interior que le lleva a enfrentar de cara todas las adversidades sin rendirse ni dejarse vencer.
A Anna se le ha hecho creer que es una loba sumisa, lo más bajo en el escalafón de la manada, y deberá cambiar su forma de pensar para aceptar su nueva situación como Omega, un lobo fuera de la estructura jerárquica de los licántropos, que no se siente amenaza por los lobos dominantes ni, por tanto, obligada a luchar por demostrar continuamente su estatus; y que, además, provoca un efecto calmante en los demás lobos con su simple presencia, convirtiéndose en una valioso activo para cualquier manada
El protagonismo de la acción recae, aparte de la mencionada Anna, en Charles, hijo de Bran y hermano de Samuel (quien, tras tener una importante participación en La llamada de la luna, llega aquí a hacer alguna aparición, aunque no así Mercy, a pesar de que sí se haga varias veces referencia a ella). Charles, que une a la importancia de ser hijo del Marrok el poseer la magia chamánica heredada de su madre, es el ejecutor de la manada, un lobo aparentemente insensible que ha tenido que levantar una fuerte coraza en torno a sus sentimientos y que deberá enfrentarse a la difícil tarea de ganarse la confianza y la aceptación (y el amor humano) de Anna que se supone acompañan al vínculo que parece unir a sus dos lobos.
Es de agradecer que Briggs no haya intentado repetir sin más la fórmula de su serie paralela, y así Anna y Mercy son muy diferentes (salvo porque las dos son mujeres jóvenes que se han tenido que buscar la vida para sobrevivir trabajando por su cuenta sin que nadie les diera nada hecho). A diferencia de la serie de Mercedes Thompson, que está narrada en primera persona, la de Alfa & Omega lo está en tercera, marcando una diferencia muy importante a la hora de acercarse a los personajes, a sus sentimientos y sensaciones, siguiendo a diversos “actores” en vez de centrarse en una sola protagonista y repartiendo mucho más la acción y permitiendo conocer más cosas del Marrok o de lobos tan peculiares como Asil, también conocido como El Moro.
Anna, además, al ser ella misma una licántropa, participa de lleno en la manada, (Mercy no deja de ser tan solo una observadora “externa”, por muy cercana que se encuentre a alguno de los lobos más importantes de Norteamérica), y al estar la propia novela mucho más centrada en los licántropos y sus costumbres, sin apenas participación de otras criaturas paranormales (no aparecen ni vampiros, ni feéricos, ni hadas, apenas una bruja...), le permite a la autora desarrollar con mayor profundidad la psicología de sus hombres-lobo, dando relieve a esa curiosa dicotomía de que en cada uno de ellos convivan conscientemente las dos personalidades, humana y lobuna, en un inestable conflicto interno. La mente humana permanece presente y activa incluso después de la transformación y recuerda y participa de lo que el lobo hace, mientras en su forma humana, los individuos saben lo que su lobo está pensando o deseando. Es como tener dos personas en un solo cuerpo, cambiante eso sí.
En cuanto a su temática, Cry Wolf de alguna manera choca con la clasificación de unos géneros artificialmente creados, como la denominación (que tan poco me gusta) de Fantasía Urbana al que debería adscribirse la novela. Pero, ¿cómo puede ser “urbana” una narración que se desarrolla básicamente en los bosques nevados de Montana? ¿Deberíamos llamarla Fantasía rural o forestal? Creo que no.
Tras esta pequeña digresión, cabe decir que la novela tiene un mayor componente de “romance” que la serie paralela, con la relación que se establece desde el principio entre Charles y Anna, una relación que juega quizá demasiado con el destino y que sin duda está llamada a desarrollarse mucho más en los próximos libros.
Es, sin embargo, un “romance”, como poco, peculiar, donde sus lobos interiores se reconocen desde un primer momento como “pareja” (algo así como el amor a primera vista) y son sus personalidades humanas las que deben asimilar el hecho y hacerle sitio en sus vidas, casi como si estuvieran predestinados o no tuvieran ninguna otra opción que estar juntos. No existe un proceso de enamoramiento, cortejo y conquista, sino que se pasa directamente a la fase de estar juntos, del apareamiento, y desde ahí deben aprender a convivir y conocerse, lo que, con los antecedentes de Anna, tampoco va a ser algo fácil. Briggs consigue el equilibrio al unir los elementos “románticos” con la acción, ofreciendo al lector una historia atractiva y emocionante a un tiempo, algo lenta en ocasiones, pero llena de interés para los seguidores de este tipo de fantasía.
El estilo utilizado en esta ocasión se antoja algo plano, monótono, incluso brusco, como contagiado del ánimo taciturno de Charles y de la parquedad sentimental de Anna, pero consigue que la acción avance con rapidez con un ritmo muy adecuado para la historia que se está contando, sin artificios, yendo directamente al grano, profundizando en la sociedad de los hombres-lobo, narrando la trama desde diferentes ópticas aunque de una forma prácticamente lineal, sin rodeos ni rellenos que distraigan la atención de lo verdaderamente importante. Seguro que Anna y Charles nos depararan nuevas sorpresas y seguirán desarrollando su peculiar relación en La ciudad esmeralda. Todavía quedan muchas historias que contar de los hombres-lobo de Norteamérica.
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Reseñas de otras obras de Patricia Briggs:
La llamada de la luna. Mercedes Thompson 1.
5 comentarios:
Creo que, como se suele decir, me he hecho la picha un lío. ¿Alfa y Omega tiene una traducción inferior a Cry Wolf? ¿No son el mismo libro?
Tengo un cacao con las series de Briggs que no me aclaro.
Muy buenas.
Lo siento por explicarme tan mal. A ver: Alfa & Omega es una novela corta escrita para una antología y como parece que gustó la autora decidió continuarla en una nueva serie cuya primera novela "larga" es Cry Wolf.
Versátil, con muy buen tino, ha publicado ambas obras en este volumen, pero con diferentes traductores y poniendo al final, cuando en mi opinión debería haber ido al principio, la novela corta que da título a toda la serie.
Bueno, no sé si queda más claro ahora.Espero que sí ;-)
Olvidé darte las gracias por la aclaración. No sabía que había dos traductores dentro del mismo libro. Lo de que el relato debería ir delante lo había leído en otras reseñas y procuraré no olvidarlo cuando le de un bocado a Briggs
No hay de qué ;-)
Y te recomiendo que sí que le des ese "bocado" a Briggs; la verdad es que esta serie en particular a mí me está gustando mucho (pronto haré la reseña de la siguiente novela, "Vínculos sangrientos").
Saludos
Perdón, que me he liado con las dos series, me refería a "La ciudad esmeralda" (que "Vínculos sangrientos" es la continuación de "La llamada de la luna". De ambas caerán en breve sus correspondientes reseñas). De todas maneras, ambas series están bien, aunque es recomendable empezar por la otra, la de Mercedes Thompson, que es donde se hace la presentación del mundo donde se desarrollan ambas.
Saludos.
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