martes, 3 de agosto de 2010

Reseña: Hush, hush

Hush, hush.

Becca Fitzpatrick.

Reseña de: Jamie M.

Ediciones B. Barcelona, 2010. Título original: Hush, Hush. Traducción: Pablo M. Migliozzi. 366 páginas.

Dicen los “expertos” que el próximo género paranormal de moda, después de los zombies, es el de los ángeles, y Hush, hush es uno de los ejemplos de lo que viene. Cabe decir que la novela, situada dentro del “romántico paranormal”, se inclina más por lo romántico que por lo paranormal, ya que si no fuera por el anuncio de la propia portada (ilustración y frase promocional) el ángel caído en cuestión, tras una ambigua introducción situada en el año 1565 y donde se presentan a los Nefilim (seres que son mitad hombre mortal y mitad ángel caído), no aparece nombrado como tal hasta el tercio final de la novela. La trama sobrenatural brilla, con la excepción de pequeños detalles fantásticos, por su ausencia durante gran parte del libro y cuando por fin lo hace el lector se queda con la sensación de que en realidad está asistiendo a una introducción de lo que puede venir en posteriores libros (la secuela ya está en marcha).

Nora Grey es una estudiante de 16 años que recientemente ha perdido a su padre y vive prácticamente sola, pues su madre, al tomar un nuevo trabajo para mantenerlas a las dos, pasa mucho tiempo de viaje lejos de su casa. Nora es una chica fuerte, supuestamente inteligente, muy independiente, estudiosa y decidida (o tozuda), y algo retraída. Su mejor amiga es Vee Sky, alguien para quien se inventó la frase de con amigos como estos, quién necesita enemigos, que le sirve de apoyo al tiempo que no duda en arrastrarla a ciertos líos (también hay que decir que llega a arriesgar desinteresadamente su vida por Nora) y a hacerle la existencia ciertamente interesante, sobre todo por sus intentos de encontrarle pareja. La vida de las dos jóvenes es de lo más normal hasta que el profesor de biología decide cambiar a los compañeros de mesa y empareja a Nora con el enigmático Patch, un chico algo mayor, taciturno y algo mal-encarado, aparente repetidor, típico joven duro con un halo de misterio peligroso y un atractivo físico innegable.

Pero Nora pronto sospechará que Patch oculta secretas motivaciones en su aparente desinterés por los temas académicos. Y es que sabe demasiado de la vida y la personalidad de la joven, y tiene la inquietante “habilidad” de aparecer allí donde ella vaya, hasta el punto que la hará sospechar que la está siguiendo con inconfesables propósitos. Nora sentirá a un tiempo un sentimiento de rechazo y de atracción por el joven, sin poder explicarse a si misma sus impulsos, intentando distanciarse de él a la vez que desea saber más sobre su pasado y sueña con sentirse en sus brazos.

Y es que Patch no es exactamente lo que parece, detrás de la apariencia del típico joven malote, oscuro y al que acompaña el riesgo, guarda otros secretos que se intuyen sorprendentes. Cuando otros personajes entren en escena, sembrarán la duda sobre las verdaderas intenciones de cada uno, creando un misterio que hace subir el interés de la narración. Fitzpatrick introduce en la trama a Elliot y Jules, dos jóvenes estudiantes provenientes de un selecto internado, del que Elliot parece haber sido expulsado por truculentos motivos, y a los que al autora dota de una intrigante ambigüedad, jugando a dar una de cal y otra de arena, haciendo que se muestren alternativamente interesados en congeniar amigablemente con Nora y Vee, en establecer una relación sentimental y en conseguir algo de ellas. Así, se siembra la duda de quién o quiénes se encuentran tras todos los extraños e inquietantes sucesos en los que se ven envueltas las protagonistas y que es lo que se oculta tras la persecución implacable, física y psíquica, a la que es sometida Nora. La aparición de una antigua pareja de Patch, con una oferta suculenta y una fuerte tendencia a no aceptar las negativas, darán un poco más de pimienta al guiso.

El retrato que Fitzpatrick va realizando de los personajes principales, sin una gran profundidad también es verdad, consigue que el lector vaya tomando diferente partido por cada uno de ellos. Nora, muy en la línea de las protagonistas instaurada por Crepúsculo, se muestra insegura e inestable, valiente, un tanto veleidosa, arriesgada y llena de dudas a un tiempo, y con un toque de estupidez que la lleva a ponerse continuamente en peligro y a meterse directamente en la boca del lobo de forma que lo que de verdad dan ganas es de que alguien le suelte un rapapolvo y le diga que espabile.

Patch, en su papel de chico duro, es casi durante toda la novela un puro estereotipo que termina por hacerse bastante detestable; egoísta, hedonista, que solo busca su propio interés, con una retorcida idea del amor y con un peculiar sentido del humor (si es que puede llamársele así), y cuyos motivos durante toda la novela, incluso en su conclusión, no pueden ser definidos sino como confusos.

Vee es la típica chica algo descerebrada, muy amiga de sus amigos (tampoco parece que tenga tantos) pero que no duda en meterlos en cualquier lío con sus rocambolescos planes, se apuntaría a un bombardeo sin dudarlo, y a pesar de salir escaldada siempre vuelve a por más; parece no tener padres ni familiares que la controlen ni la cuiden, pues cuando debe pasar por el hospital no hay mención de que ninguno de ellos la acompañe ni visite (claro, que la policía tampoco se cuestiona los motivos que la han llevado allí).

Y por su parte, lo cierto es que Elliot y el callado y tendente a la desaparición Jules, para la importancia que luego han de tener, están muy escasamente retratados, casi como meras comparsas que solo al final adquieren un poquito de profundidad; lo malo es que se les ve venir desde lejos y su papel no es de los más agraciados.

Tras la elocuente frase de portada: Un ángel caído. Un amor prohibido, al lector tan solo le queda por descubrir quién es quién, al haber sido eliminado desde un buen principio el suspense sobre la existencia de seres paranormales y de lo que ha de ocurrir. Entretanto, la trama va avanzando de forma algo lenta, con un poquito de acción, muchas dudas, algunas revelaciones sorprendentes, algunos intentos de asesinato contra Nora (con Vee cruzándose por en medio), un pequeño toque paranormal de vez en cuando (como una especie de telepatía o Nora teniendo visiones que no coinciden con la realidad), un planteamiento que podría haber sido mucho más interesante de lo que termina siendo, bastante romance de lo más retorcido (ya sabemos que los chicos malos molan, pero es que lo de Nora casi roza lo enfermizo; si tienes miedo continuamente de la persona de la que supuestamente estás enamorada, creo que ya no se trata de romance exactamente) y con un final que habría requerido alguna explicación adicional.

Esperaba mucho más de esta novela, la verdad, ya que parece prometer más de lo que finalmente da (aunque muy posiblemente sea culpa mía por crearme expectativas). Hush, hush es un libro que se lee de un tirón y de forma suave (a pesar de ciertos detalles que chirrían bastante [y es que todos sabemos que google siempre te lleva a la página que deseas al primer intento, por muy ambiguo que sea lo que buscas]) y fluida, con una aceptable atmósfera oscura y un misterio esquivo en el que se centra la atención permitiendo que el lector se dedique a adivinar quién será el ángel caído de la portada, pero que una vez cerrado, mientras se le da algunas vueltas en la cabeza y se analiza un poco, va resultando cada vez más ambivalente, con cantidad de pequeños defectos y detalles escabrosos, y un mensaje un tanto negativo en cuanto a que la relación romántica resultante no tiene al amor, precisamente, como primer componente De todas maneras, le daré un voto de confianza a su continuación, Crescendo, cuando la publiquen o sí la publican en español. Una vez establecidas las bases del mundo, quizá la cosa mejore. Ya se verá.


6 comentarios:

Iraya Martín dijo...

Por mucho que digan los "expertos" a mí me da que lo de los ángeles se va a quedar en agua de borrajas. De todos los que se han publicado hasta ahora no veo ninguno que destaque especialmente. Este me gustó y me entretuvo hasta el final. Como siempre, y para llevar la contraria a muchos, yo lo hubiera dejado como está y en estos momentos no me parece necesaria una segunda parte.

Jamie M. dijo...

La verdad, yo tampoco veo a los ángeles como el género paranormal en el presente o en el futuro, pero vaya usted a saber ;-)

Y yo sí creo que "Hush, hush" precisa de una segunda parte, aunque solo sea para quitarme el relativo mal sabor que me ha dejado.

como digo, la disfruté mientras la estaba leyendo, pero luego, analizándola, empecé a verle muchos, demasiados defectos (sobre todo en las motivaciones de los protagonistas) que me hacen desear una continuación donde se pueda resolver, para bien o para mal, todo el tema.

No sé, igual sou masoquista :-D

Elwen dijo...

Jajaja algo masoquista sí que pareces xDDDDD

¿Has probado el Dan Brown de los ángeles? Es decir, ¿Angelology?

Jamie M. dijo...

;-)

No, no he leído la Angelología esa y desde luego, por los comentarios que me van llegando, lo cierto es que no tenga ninguna gana de hacerlo. Me consta, sin embargo, que algún otro colaborador de la página sí que tiene ese libro en su poder, así que habrá que esperar a ver qué opina para darle una oportunidad o no.

Un libro con ángeles incorporados (o con un ángel y un demonio), aunque no sean los protagonistas, que me encantado y con el que pasé un rato muy divertido es el segundo de "La Guardiana" de Tanya Huff (en Nabla). Algún día tendré que hacerle la reseña. Es el típico libro intrascendente pero que cansigue hacerte pasar un muy buen rato entretenido de lectura.

Saludos

Iraya Martín dijo...

Juer pues tuve los de Tanya Huff en mi wishlist pero luego leí que eran bastante malillos e incluso algo tostón. Vas a tener que hacer la reseña sí xDDDD

Jamie M. dijo...

Del primero sí que hice la reseña:

http://sagacomic.blogspot.com/2009/11/resena-la-guardiana.html

Del segundo, por circunstancias personales en el momento en que lo leí, lo fui dejando y al final no la he hecho (todavía).

A mí me gustaron bastante ambos, pero hay que remarcar que son en plan humorístico y así hay que tomárselos. Si te los tomas en "serio" desde luego pueden decepcionar bastante.