Con
otros ojos.
Fabián
Plaza Miranda.
Reseña
de: Alb
Oliver.
Grupo AJEC. Col.
Arrakis Ficción # 8. Granada, 2011. 243 páginas.
Fabián
Plaza,
escritor y abogado, ha sido finalista de varios certámenes
literarios, y Con
otros ojos
la novela que a continuación reseño, fue finalista de los premios
Minotauro 2010.
Con
otros ojos es una novela ciberpunk
de género negro,
contando la historia de Raimon
Wang,
un "policía" en una sociedad en la que los implantes
nanotecnológicos han reducido el crimen a niveles mínimos, y la
conexión a una red casi global o la comunicación interpersonal
directa al cerebro es lo común.
Muchas
de las situaciones que plantea parecen guiños a esas películas de
cine noir,
partiendo de un asesinato misterioso, la viuda de la víctima y una
figura con poder, a la vez que una trama de intereses que poco a poco
va cogiendo forma.
Estamos
en una sociedad en la que la investigación policial-detectivesca se
limita a explorar las mentes de los presuntos culpables para
encontrar los recuerdos de sus obras, por lo que el resto de vías de
actuación apenas se utilizan y se depende de los nanitas para la
obtención de datos o pruebas.
El
problema llega cuando tras el asesinato de Tino
Vidal,
activista contra el uso de los nanitas para controlar todas las
acciones diarias, no se encuentra registro de lo que ha pasado, pues
parece que alguien haya podido modificar u ocultar grabaciones, y
ninguna de las entrevistas que realiza le aporta ninguna prueba.
Tino
Vidal parece haberse convertido en objetivo cuando se iba a votar la
implantación del programa Noosfera,
que unificaría los sistemas a nivel mundial para que todos usaran
los mismos protocolos, e intento comunicarse con políticos y un
grupo religioso (los
Shars)
cuya meta es que todo el mundo se una a ellos en una comunión
mental, lo que haría que todos compartieran todo y no existieran
diferencias, por lo que se alcanzaría un mundo utópico sin
disputas.
La
confusión le llega puesto que al haber confiado siempre en los
avances tecnológicos, el no poder seguir con lo que tiene, empieza a
hacer que su instinto le guíe, pero todas las vías que va siguiendo
parecen pistas falsas destinadas a que pueda ver más allá de lo que realmente hay detrás de todo.
Ésto
le va a llevar a utilizar a sus contactos e incluso requerir el uso
de tecnología con la que no está de acuerdo para intentar avanzar
en su investigación, creándole un dilema dados sus principios.
Si
bien la trama es bastante adictiva y se sostiene por sí sola, se
podría hacer una segunda lectura sobre la ética del avance de la
tecnología, en cuanto al respecto de la intimidad individual y la
deshumanización de la gente, pues el uso escesivo de la red (en este
caso a mayor escala) hace que las relaciones interpersonales se vean
limitadas.
El
autor juega perfectamente con la ambigüedad, creando personajes en
los que no sabes si confiar o dudar, aunque hábilmente te marca las
pautas de lo que va a ser el final, dejando pequeños indicios que si
pasan inadvertidos, una vez leida la obra llegas a interpretar.
Por
otro lado, y como curiosidad, existen una serie de capitulos
numerados de forma diferente, que pasen desapercibidos si estás
centrado en la lectura, y que yo interpreto de una forma tras el
momento en que aparecen, aunque desconozco si esa era la intención
del autor.
Realmente
es interesante ver la descripción del mundo que nos presenta, y cómo
imagina los avances que en un futuro podrían no parecernos tan
sorprendentes. Algunos aspectos ya existen pero simplemente han sido
llevados a un nivel superior, como por ejemplo las casas
informartizadas, y otros son avances ideados por el propio autor para
controlar la nanotecnología del relato.
Por
otro lado, también se refleja la lucha de intereses entre diversos
estratos sociales, basándose en el beneficio propio y el poder que
puede poseer quien domina la tecnología avanzada y la dependencia
que se genera.
Fabián Plaza incluye términos basados en una tecnología que a día de hoy parece un sueño, como ités (inspecciones telepáticas) o tepés (transmisión de datos entre cerebro y máquina) creando una atmosfera futurista en la que nos sumergimos de pleno, pues poco a poco podemos ir deduciendo el significado de cada cosa, y si no fuera el caso, disponemos de un glosario propio de los términos.
El
relato se va poco por las ramas, con algún pasaje personal del
protagonista, pero a la larga relacionado con la trama, por lo que mi
recomendación sobre la obra va por su equilibrio, y el uso de la
ficción en términos bastante creíbles. Si os gustan ambos géneros,
el ciberpunk
y la novela
detectivesca,
puede ser una buena elección.
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