A.G. Howard.
Reseña de: Lyrenna.
Oz
Editorial. Barcelona, 2013. Título original: Splintered.
Traducción: Lorenzo Diáz / Sandra Sánchez / Paula Zumalacárregui.
411 páginas.
Más
que una continuación o secuela de las novelas de Lewis Carroll
(seudónimo del escritor británico Charles
Lutwidge Dodgson) Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas (1865) y A Través del espejo y lo que Alicia encontró allí (1871),
Susurros es una desmitificación de las mismas, con cierta
inspiración / influencia (confesada en los agradecimientos del libro) de la película de Tim
Burton, Alicia en el País de las Maravillas,
aunque con muchas referencias a la obra original (y alguna broma a
costa de la peli de Disney). Una novela juvenil (para adultos-jóvenes que se dice) en la que, en
la línea de Burton, Howard ofrece un mundo onírico, oscuro,
retorcido y peligroso, fascinante y tenebroso, caprichoso,
ambivalente, demente y simpático, mezclando aventuras, romance y
traiciones. Donde no todo, o nada, es lo que parece; y el intento de romper una antigua maldición puede conllevar el mayor de los riesgos.
Alyssa
Gardner
es una descendiente de Alicia
Liddell,
la niña en cuyas aventuras infantiles al parecer se basó Carroll
para escribir sus libros. Algo que no le ha causado más
que burlas por parte de sus compañeros de estudios. Unos desplantes
agravados, además, por el hecho de que su madre se encuentra
internada en una especie de sanatorio mental y que ella piensa que va
a seguir su destino, ya que, sin que se atreva a contárselo a nadie,
lo cierto es que escucha susurrar a plantas e insectos (de hecho, su
principal hobby es hacer preciosos collages con mariposas y
otros bichos, pinchados en alfileres para silenciar su voz,
entremezclados con cristales de colores y hojas y flores secas).
Extraños sueños pueblan sus noches y todo parece indicarle que en
algún momento seguirá los pasos de su madre hacia la locura.
Pero, ¿y si todo fuera
causado por una maldición recaída sobre la Alicia original y
heredada por todas sus descendientes? ¿Se atrevería Alyssa a hacer
lo necesario para reparar el daño y romper la maldición que afecta
a todo el linaje femenino? En su empeño de descubrir los secretos
familiares, la adolescente va a tomar una serie de decisiones que
podrían poner su vida en peligro y la llevarán a emprender un
“viaje” sorprendente y “maravilloso”. Un viaje para salvar a
su madre de la locura y que le servirá a ella como un perfecto
vehículo de autoconocimiento y reafirmación de su personalidad.
Siendo esta una novela destinada a un público de
adultos-jóvenes (YA), como es regla obligada
en el género nos vamos a encontrar con una joven, Alyssa, con
problemas (como ya se ha visto) y un conflictivo, por diversos motivos, objetivo romántico.
La protagonista es a partes iguales valiente e indecisa,
contradictoria, extravagante, una skater algo punky con
miedo a las alturas por lo que los saltos no terminan de salirle, y
sin embargo muy convencional, independiente pero necesitada de beneplácito y apoyo casi constante. Está enamorada del “chico de
la puerta de al lado” y amigo de toda la vida, Jeb, quien
está saliendo (inexplicablemente) con la odiada (y odiable) Taelor,
la típica niña rica acostumbrada a que se haga su voluntad y a
salirse siempre con la suya (por suerte aparece poco a lo largo de la novela).
Y para seguir a rajatabla con las reglas de toda literatura YA que se precie, debe haber un tercer interés romántico en discordia para completar la tensión del siempre agradecido triángulo amoroso. En este caso, Alyssa va a tener que lidiar con el encantador, intrigante, misterioso y manipulador Morfeo, un habitante del País de las Maravillas con el que la joven parece tener una enigmática conexión.
La trama contiene un buen
número de aventuras mientras Alyssa trata de “desfacer” los
entuertos causados por la Alicia original y romper así la maldición.
Se ve obligada a pasar una serie de pruebas, difíciles y peligrosas,
aunque no termine de entender su objetivo. Cuanto más avanza en su
afán, más empieza a sospechar que la dinámica del poder del País
de las Maravillas se encuentra algo desquiciada y que las cosas son
muy distintas de la la idea que ella se había hecho del lugar a
través de su lectura de las obras de Carroll. Debe reparar
algo más que los errores de Alicia y las ideas preconcebidas que
arrastraba con ella pueden conducirla a más de un peligroso engaño.
Susurros se
encuentra lleno de referencias que el lector puede ir rastreando con
agrado: los espejos, la madriguera del conejo, la bebida que encoge y
la galleta que hace crecer, la llave, la oruga, el gato de Chesire,
la fiesta del té, la reina Roja..., que hacen la lectura aún más
atractiva a quien haya leído los originales (o visto las películas
en todo caso). Aunque, obviamente, todo ello se encuentra tamizado
por la visión oscura, gótica y macabra del gusto actual. Alicia,
una niña pequeña cuando cruzó al País de las Maravillas,
malinterpretó muchas de las cosas que veía y otras muchas más se
malograron por su inocente, pero torpe intervención (que son lo que
Alyssa debe “enderezar”). Howard, como Burton, ofrece una
visión más lúgubre y mortal de la creación de Carroll. El Conejo
Blanco no es tal, las flores parlantes son más amenazadoras de lo
que pudiera pensarse, y existe todo un mundo poblado por crueles
criaturas allá abajo. La autora juega con lo que el lector cree
saber, retorciéndolo y recreándolo con nuevos giros e
interpretaciones.
Las dudas y momentos
sentimentales, que sin duda atraerán al público más joven,
entorpecen sin embargo en ciertos puntos la fluidez de la narración,
sobre todo con descripciones innecesarias y en ocasiones repetitivas.
Es ya un poco tópico el dilema entre el chico bueno / honesto /
tierno / fiable, y el chico malo / sexy / peligroso (¿y por eso más
atractivo?). Y es que sobre todo el personaje de Jeb no
termina de cuajar, sin que se puedan entender realmente las
explicaciones para sus acciones, sobre todo las previas a la
aventura, saliendo con Taelor y haciendo sufrir a su (aparentemente)
verdadero amor. Da la impresión de que ciertas escenas se han
incluido como parte de una “cuota”, de un peaje al género o una
concesión a su público directo, mientras (quizá) de haberse ceñido
a la aventura la narración se habría mostrado más compacta.
Susurros es un
cuento de hadas tenebroso, un reflejo oscuro de la obra de Carroll,
con toda la locura asociada al “¡Que le corten la cabeza!”
o al Sombrerero, pero con un toque si cabe un tanto más macabro y siniestro, y
alguna nueva incorporación ciertamente acertada. Un relato donde el
romance no termina de emocionar, pero la aventura y el escenario
compensan con creces. A pesar de que la trama del libro queda
totalmente cerrada (aunque quizá no, después de todo), ya se ha
anunciado que habrá una continuación titulada Unhinged (la posible portada la tenéis más abajo)
que seguramente no será publicada (en inglés) hasta 2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario