Mike Hoffman.
Reseña de: Jamie M.
Tyrannosaurus Books. Barcelona, 2015. Título original: Madame Tarantula: Futurewest. Traducción: Tyrannosaurus Books. 72 páginas. B/N.
El título de este original cómic encierra en sí tanto el nombre de su protagonista como una especie de definición de su contenido, una declaración de intenciones acerca del escenario en que van a desarrollarse las aventuras de Madame Tarantula. Ese Futurewest o Oeste futuro que aúna a los grandes espacios y a algunos tópicos recurrentes del western clásico (pueblos fronterizos, forajidos, buscadores de oro —en este caso de “radilimito”—, embaucadores que venden remedios milagrosos, enterradores,…) un toque de ciencia ficción post catastrofista plagando el relato de robots, engendros mecánicos y seres mutantes, y una lacónica, salvaje, inteligente y bella protagonista de muy voluptuosas formas (y escasa vestimenta en ocasiones).
El volumen recopila todas las historias cortas, y autoconclusivas, que Hoffman ha dedicado al personaje, unas historias apenas hilvanadas entre sí, pero que van componiendo un atractivo y sugerente tapiz de exóticas aventuras. La primera de ellas, “Restos inmortales”, sirve de presentación de protagonista y escenario con una historia que “sonará” a todo amante del género del oeste: Una mujer vuelve en busca de la cabaña donde vivía en su infancia y rememora cómo fue raptada por los indios con los que pasaría los doce años siguientes. A partir de ahí se desgranan sus aventuras mientras se mueve por los desérticos parajes, de pueblo a pueblo donde nunca parece ser bien recibida y donde la muerte siempre se encuentra a tan sólo un paso.
Perros artificiales, vegetación sensitiva, ganado sintético, entes simbióticos entre máquina y humano, robots bastante desquiciados… La letal Madame Tarantula transita por un mundo devastado, desértico, árido y peligroso, donde afloran los restos de la tecnología alcanzada previamente, abandonados muchos de ellos tras la hecatombe que llevará al estado actual de las cosas. Hay indicios de restos de civilización avanzada en el este, que, sin embargo, se muere por la hambruna y cuyos ciudadanos intentan escapar mediante precarios cohetes que en muchas ocasiones sólo les llevan a su propia muerte, pero que se convierten en fuente de riqueza para los buscadores de tesoros del oeste.
Heredero de una larga tradición de dibujantes, Hofmann despliega un voluptuoso arte muy cercano al de Frazetta o Pepe González, y sus “poderosas” mujeres como fuera Vampirella. Un dibujo, en un blanco y negro matizado por el sugerente uso de los grises, que retrotrae a épocas pasadas, a la lectura de revistas clásicas del llamado “cómic adulto” y de terror del siglo pasado, como Creepy, Eerie o 1984, con una Bad Girl muy al estilo de aquellas que coparon los años 70 y 80 como protagonista, pero en esta ocasión de un Weird Western futuro, un Salvaje Oeste pulp y crepuscular pleno de ciencia ficción y fantasía.
Se incluyen al final del volumen unos cuantos apuntes y esbozos de personajes, flora y fauna y otro detalles que el autor había ido preparando como trasfondo para sus historias. Es una lástima que, a la vista de todo ese material, no llegara a desarrollar buena parte de todo ello, pues plantean muchas e interesantes propuestas para ese inquietante Oeste futuro.
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