Todo lo que siempre quise saber sobre cine lo aprendí de “El Vengador Tóxico”.
Lloyd Kaufman.
Lloyd Kaufman.
Reseña de: Francisco José Arcos Serrano.
Tyrannosaurus Books. Barcelona, 2015. 412 páginas.
Esta es la verdadera historia del dúo de cineastas que fundaron un estudio independiente hace 40 años en un armario de conserje…que usaban hamburguesas podridas, sirope a modo de sangre y Bromo Seltzer como vómito para crear películas de cuestionable valor artístico y moral…que lucharon contra el cuadro de calificaciones de la MPAA para llevar su escandalosa visión del mundo a la pantalla…que rechazaron a Madonna tras una audición…que desafiaron el sistema de Hollywood y abofetearon a la industria en la cara…y que construyeron un imperio del cine de serie B lleno de surfistas nazis, policías kabuki, bárbaras ninfómanas y un héroe solitario conocido como el Vengador Tóxico.
Esta es la historia de los Estudios Troma. Una historia de cine de guerrilla en su forma más barata, una historia de cómo alcanzar el Sueño Americano a base de arrancar extremidades y una historia sobre starlets en topless siendo amenazadas por obscenos títeres de goma.
Para quien no conozca a este enfant terrible del séptimo arte haré un pequeño resumen de su figura:
Lloyd Kaufman (Nueva York, 1945) es director de cine, productor y guionista. En 1974 fundó, junto a Michael Herz, Troma Entertainment, responsable de numerosos clásicos del cine de bajo presupuesto como Sgt. Kabukiman NYPD, Terror Firmer, Tromeo & Juliet, Mutantes en la universidad y, la que es su película (y personaje) más conocida: El vengador tóxico.
Para un amante del cine de bajo presupuesto como servidor este libro supone una auténtica reliquia, ya que Kaufman levantó todo un imperio prácticamente desde la nada, convirtiéndolo sin lugar a dudas, en una de las figuras más emblemáticas y respetadas del cine de serie B, género que cada vez tiene más adeptos.
Digámoslo ya: Troma es algo más que un mero estudio independiente. Para muchos cineastas que estaban empezando en esta época (Quentin Tarantino, Peter Jackson, Kevin Smith o Sam Raimi) significó un auténtico revulsivo y un ejemplo a seguir (en estas páginas también nos vamos a encontrar algunas prácticas “poco ortodoxas” que el amigo Kaufman tuvo que llevar a cabo para que sus películas salieran adelante: así de comprometido estaba con su carrera este singular rey del trash).
Hay un dato que quizás a los más escépticos les eche para atrás y es que Todo lo que siempre quise saber sobre cine lo aprendí de ‘El vengador Tóxico’ fue publicado originalmente en el año 1998, lo cual puede hacer creer que su contenido haya perdido vigencia debido al avance exponencial de este arte; pues tengo que decir que los trucos y anécdotas de Kaufman representan una inmortal filosofía artística que no ha perdido fuerza desde que se estrenara en el año 1974 con la productora más longeva de la historia.
Uno de los datos que desconocía totalmente es que este titán del bajo presupuesto había trabajado antes en la Cannon, una productora que seguro os suena a más de uno, responsable de clásicos indiscutibles de videoclub de consumo rápido y que llenaban nuestras tardes de verano.
Otro de los detalles que me ha sorprendido es que la Troma fue pionera también en el género de comedias sexys (su primera película enclavada dentro de este género data de 1979), lo que hizo que otras majors siguieran su ejemplo y produjeran títulos como Porkys o Hot Dogs, clásicos indiscutibles de los años 80 (aunque algunos sigan renegando de ellas…).
En definitiva: Todo lo que siempre quise saber sobre cine lo aprendí de ‘El vengador Tóxico’ es una lectura imprescindible para saber cómo triunfar (o al menos intentarlo) en esto del cine de bajo presupuesto, donde además se incluyen recetas caseras para poder hacer efectos especiales resultones y baratos, y una completa guía para conocer todos los detalles del proceso de producción de una película: ¿Quién da más?
No hay comentarios:
Publicar un comentario