lunes, 8 de abril de 2019

Reseña: Black Hammer

Black Hammer.
Orígenes secretos / El suceso / La Edad Sombría, Parte 1.

Guión: Jeff Lemire.

Dibujo: Dean Ormston.

Reseña de: FJ Arcos Serrano.

Astiberri. Col. Sillón Orejero. Bilbao, 2017-19. Título original: Black Hammer. Tomos rústica, 184, 176 y 144 páginas. Color.

Aprovechando que Astiberri acaba de publicar el tercer tomo de Black Hammer (La edad sombría Parte 1), voy a hacer una reseña conjunta de todo lo que nos lleva ofreciendo hasta ahora esta maravillosa serie.

Black Hammer es una historia donde vemos a versiones paralelas de algunos de los personajes más icónicos de la historia del cómic de superhéroes, con los que su equipo creativo crean su propia historia sin limitaciones editoriales que valgan; podríamos decir sin miedo a equivocarnos de que estamos ante una carta de amor al género superheroico, donde no falta una extraña melancolía debido a que no encuentran su lugar dentro del mundo en el que se han visto obligados a vivir.

Seis exsuperhéroes llevan una década atrapados en una misteriosa granja de la que no pueden escapar. En su momento, salvaron a Spiral City de la destrucción, pero desaparecieron, se les dio por muertos y acabaron cayendo en el olvido. Para la mayoría, se han convertido en leyendas urbanas… Sin embargo, mientras emplean sus superhabilidades para sobrevivir en este extraño purgatorio, un misterioso desconocido está tratando de llevarlos de vuelta a la acción…

Conforme vamos avanzando en la trama, Jeff Lemire sigue alternando entre historias del pasado y del presente, y vamos a conocer más a los héroes retirados de Spiral City y por qué se encuentran ahí y no pueden volver a su ciudad de origen. Estos pequeños retazos de vida  que nos van mostrando nos permiten conocer mejor a los personajes y entender cómo se observan en el presente con sus propios combates cotidianos.

La periodista Lucy Weber, hija de Martillo Negro, no renuncia a conocer qué ocurrió con su padre, así que cuando una de las sondas de Talky llega a Spiral City, logra llegar a Rockwood. A partir de aquí nuevos detalles que nos quedaban por saber de nuestros protagonistas verán la luz…

Al lector más veterano no le costará reconocer muchas referencias de cómics conocidos. Podríamos  incluso afirmar que Lemire ha escrito su propio Watchmen y todos los cómics de superhéroes que le encantan desde que era un renacuajo, bajo un punto de partida digno de Damon Lindelof (Lost), alargando el misterio, pero no revelando prácticamente nada hasta su tercer volumen y que parece prometer un nuevo cambio en la serie (¡y vaya si lo consigue!).

Finalmente, obtenemos respuestas detrás de lo que pasa con la granja, pero no antes de que Lucy haga un recorrido por el mundo análogo del sello Vertigo (aquí aparecen trasuntos de The Sandman o The Dreaming, por citar sólo un par de ejemplos). Me gusta mucho adonde se dirige Lemire, ya que parece que estemos ante un título de Vertigo, pero publicado por Dark Horse.

El guionista canadiense nos conduce por una nueva dirección, que para servidor ha supuesto un auténtico giro que no lo vi venir  ni por asomo…y ahí estriba la calidad de este creador, que por algo se ha ganado el merecido estatus que lleva manteniendo en el mercado americano desde hace años.

El apartado gráfico está muy bien cubierto con el trazo feísta de Dean Ormston, el dibujante titular de la serie que sigue haciendo un trabajo sobresaliente, creando una atmósfera oscura e incómoda marca de la casa. De hecho no me canso de señalar que su estilo tiene la peculiaridad de no ser nada “superheroico”, más bien parece un dibujo indie alejado diametralmente del pijameo.

En definitiva: este La edad sombría (Parte 1) merece un hueco en tu estantería (al igual que los dos tomos anteriores) ya que la dupla formada por Lemire y Ormston es de esa clase de combinaciones que ningún aficionado al noveno arte debe perderse por nada del mundo.

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