Marcos Prior / Gustavo Rico.
Reseña de: FJ Arcos Serrano.
Astiberri. Col. Sillón orejero. Bilbao, 2021. Cartoné. 104 páginas. Color.
Una espiral de violencia provocada por una serie de acciones y reacciones con el denominador común de la venganza (alimentada por el fuego del mal por amor al mal), se van turnando hasta el paroxismo final con el que culminan no pocas de las obras atribuidas a la figura central del problemático canon occidental: William Shakespeare.
William Shakespeare escribiría, en 1593, la tragedia Tito Andrónico, considerada por muchos su obra más violenta y sanguinaria. Marcos Prior y Gustavo Rico nos traen la adaptación al cómic de esta tragedia shakesperiana llena de venganza, crueldad y violencia desmedida.
El guión de Tito Andrónico corre a cargo de Marcos Prior (con una exhaustiva y rigurosa tarea de documentación) y del cual podemos decir que seguramente no haya sido nada sencillo de trasladar al medio. Contamos con diálogos densos, pero lo hace de tal manera que la trama te atrapa con unos acontecimientos que suceden uno tras otro sin dejar respiro al lector, transmitiendo el dolor y la angustia de esta historia que no deja indiferente a nadie.
Prior utiliza en sus profusos diálogos un lenguaje poético típico del teatro, dividido en cinco actos con unos personajes que reaccionan de la manera más violenta e irracional. Quiere que sientas el sufrimiento de sus personajes y que empatices con ellos, no escatimando por el camino en violencia y en incomodidad.
Aquí hay ríos de sangre, muchos cadáveres y gore, pero no es una violencia explícita en plan gratuita, sino que la dureza de la obra representa ese contraste de civilización/barbarie, poniendo en relieve que en épocas de crisis política y decadencia moral, el salvajismo se abre camino en la sociedad “civilizada”
En el apartado gráfico tenemos a Gustavo Rico, cuyo dibujo materializa a la perfección ese tipo de violencia hiperbólica que desprende el guión de su compañero; dota a los personajes con un aspecto “malrollero” y muy lúgubres, gracias al coloreado en acuarela y a la paleta prácticamente bicolor, rota solamente por el color intenso de rojo sangre que salpica las viñetas en alguno de sus actos.
La atmósfera que imprime el dibujante es casi de película de terror, con unos escenarios tétricos y sombríos, representando a esa Roma decadente que ya apenas es un débil reflejo del esplendoroso imperio que fue.
Merece la pena detenerse en la edición: cartoné, una reproducción excelente de los materiales y ese dorado de la portada…, sinceramente, de las mejores ediciones que me he podido encontrar en los últimos años; Astiberri vuelve a dar en la diana (y van ya…).
En definitiva: Tito Andrónico es una excelente y crepuscular obra ideal para adentrarse en la temática shakesperiana llevada a cabo por dos de nuestros mejores autores nacionales como son Marcos Prior y Gustavo Rico. Un cómic nacional a tener muy en cuenta en la lista de lo mejor del año.
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