martes, 24 de abril de 2007

Reseña: Wicked

Wicked. Memorias de una bruja mala.

Gregory Maguire.

Reseña de: Santiago Gª Soláns.

Planeta Internacional. Barcelona, 2007. Título original: Wicked, the life and times of the wicked witch of the west. Traducción: Claudia Conde. 508 páginas.

Antes que nada, para los que no estén advertidos, como fue mi caso, y para los que después de leer la sinopsis de contraportada no hayan caído en el detalle (hay muy pocas pistas, la verdad), este es un libro que se desarrolla en el mágico mundo de Oz y que prepara de algún modo la llegada de Dorothy al mismo para su crucial enfrentamiento con la Malvada Bruja del Oeste.

La narración se enmarca dentro de una corriente, que últimamente se está poniendo de moda, de revisar la historia previa para tratar de demostrar que no todo es como se nos ha contado, reivindicando muchas veces las figuras de los “malos” como las víctimas inocentes de quienes escriben la Historia. En este caso, la obra en cuestión a revisar es El mago de Oz y la figura a ensalzar es la Malvada Bruja del Oeste. Asistiremos al desarrollo de toda su vida, desde su nacimiento, su dura infancia, su aleccionadora juventud, su combativa madurez y su desgraciada muerte (no destripo nada, al fin y al cabo quien más quien menos ha visto la película, ¿no?). El caso es que la figura de Elphaba, la niña que más tarde será llamada a convertirse en la Bruja, se nos presenta como un juguete en manos del destino, predestinada a convertirse en el arquetipo malvado por el que es mundialmente conocida gracias a los libros de L. Frank Baum, a pesar de su buen corazón y sus acciones a favor de la justicia y el bien social.

En una azarosa vida que la llevará de una punta a la otra del país de Oz, a través de sus muy diferentes regiones y conociendo a multitud de gentes a cual más especial, asistiremos a su crecimiento como persona, a los momentos decisivos que irán conformando su imagen y a los actos que terminarán colocándola en el lugar en el que todos la conocimos. El autor no parece dar oportunidad al libre albedrío y mediante las figuras de un enano y una vieja que aparecen recurrentemente en la trama conduce a la protagonista hasta su inevitable final. No se puede luchar contra un destino que ya está escrito, parece decirnos Maguire, pero sí matizar la visión que historias anteriores han dado sobre los caídos.

Y es que la Malvada Bruja no era tan malvada. Todo lo contrario. Las circunstancias se confabularon para que el mundo tuviera esa visión de ella, pero nada más lejos de la realidad. A lo largo de las páginas iremos conociendo la verdadera personalidad de Elphaba, miembro de una familia cuando menos disfuncional, aislada y ridiculizada por los demás debido al tono verde de su piel, activista por los derechos de los Animales (animales dotados de conciencia y habla), defensora de la justicia, contraria al régimen dictatorial del Mago y empujada al fin por las circunstancias a asumir el rol que la Historia le tenía reservado desde un principio como la mala del cuento.

Dejando de lado lo que pueda parecernos esta corriente de reescritura de los clásicos (¿es que estos autores no tienen acaso ideas nuevas?) la novela se deja leer bastante bien, aunque peca de cierta pesadez en algunas ocasiones. El intento de convertir el enfrentamiento entre la bruja y el mago en una cuestión política, lleva a Maguire a perderse en divagaciones morales, sociales y políticas de escasa entidad dentro del contexto en el que son narradas y que poco ayudan en la trama dada la imposibilidad de modificar lo que ha de venir. Sean cuales sean las acciones de Elphaba tan sólo servirán para acercarla más a su papel de bruja malvada, así que toda discusión se antoja superflua, además de a veces tediosa.

El mundo es el que ya conocemos, con su Camino de Baldosas Amarillas, su Ciudad Esmeralda, sus Munchkins, sus Animales parlantes y sus hombres mecánicos entre otras maravillas. Las peripecias serán muchas y variadas y tratarán de cambiar la percepción previa que el lector podría llevar consigo sobre la protagonista. Lo que sucede es que el autor la pinta por un lado demasiado ambigua, demasiado cambiante y, por otro, la existencia de un destino que se nos muestra inevitable lastra en exceso el desarrollo de la trama. Hay demasiados elementos forzados, demasiados personajes que tan sólo llevan a justificar que se cumpla lo escrito. En ningún momento da la impresión de que Elphaba pueda escapar a su “maldición”, de que ni siquiera lo desee, y así la cosa no termina de resultar “creíble”. ¿Otra ocasión desperdiciada? ¿Quién lo sabe?

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Este libro es buenísimo. Ya me lo he leído, y me gustaría que hicieran la película y también que trajeran el musical a España. Espero que todo esto sea pronto...

Anónimo dijo...

Me ha parecido muy aburrido, se hace mas y m´´as pesado a medida que avanza la trama.

Aparte arrastra un problema que veo en muchos otros libros: en el momento en que un autor hombre intenta dar el punto de vista de una mujer me suena a falso y forzado.

Anónimo dijo...

wow, muy bueno el libro me encantó el trama y el cáracter que le puso el actor a Elphaba, qu aun siendo un personja, se ganó mi admiración y respeto.

Anónimo dijo...

Bueno, sin ofender a lo que dijo el autor de este comentario.
La obra de Wicked no pertenece a ninguna nueva corriente, forma parte de la narrativa contemporánea. La obra, por mas interesante que sea, no puede ser considerada literatura, por que no usa simbolismos y no hay nada dentro de ella que nos de a entender algo del contexto del autor. Esta obra al igual que la serie de Harry Potter y la serie de Twilight son subliteratura, y espero que no me mal entiendan pues ambas series me gustaron muchisimo. Y lo único que se puede obtener de ella es que al autor le gusta hablar de un personaje que en cierta forma es diferente a los demás, como es el caso de Son of a Witch o a Lion among men (obviamente del mismo autor).
En lo personal este libro si me gustó, pues el autor sabe como jugar con la vida de un personaje, que obviamente no podía escapar de su destino pues si no, no seguiría con lo ya establecido en la película (no menciono el libro por que el autor se basó en la película). Si a alguien le gusto la serie de Harry Potter y Twilight les recomiendo este libro, pero si buscan algo que si contenga un mensaje les recomiendo el libro de Pedro y el Capitán, Antígona o el Perfume.

Beatriz Bezares García dijo...

Con respecto al comentario anterior de Anónimo. ¿De qué símbolos habla y para que quiere saber el contexto del autor? Se ve que ni siquiera saber distinguir entre lo literario y lo que no lo es. Hay muchas personas que piensan que la literatura debe saturarse de metáforas y debe tener páginas compeltas de reflexiones. Y sobre todo, creen que literatura: es lo clásico, y no pueden comprender la literatura moderna. Existen muchos elementos a considerar para tacharlo de subliteratura, que por cierto, el término no existe.

Anónimo dijo...

Beatriz bien dicho!!!!!!!