Alastair Reynolds.
Reseña de: Santiago Gª Soláns.
Este es tanto el tercer libro escrito por Reynolds como el tercero que nos ofrece
La amenaza de los inhibidores reaparece con todo su peligro, pudiendo llevar a la total extinción de la humanidad como ya sucediera en el remoto pasado con el resto de las culturas inteligentes que trataron de extenderse por la galaxia. Las armas que contiene la bodega de
El voluminoso tamaño del libro le sirve al autor para contar muchas cosas, plantear algunas nuevas preguntas y resolver, aparentemente, el misterio de los inhibidores, explicando, de forma algo peregrina quizá, la razón que empuja a estas máquinas asesinas de culturas a realizar tal tarea a lo largo de miles de años y de toda la galaxia.
Es curioso que precisamente el libro más largo de la serie, con sus casi 600 páginas de letra muy menuda, sea el que más colgado deja su final. Si en los anteriores la trama, dejando dudas y cabos sueltos en el aire, se cerraba de forma bastante aparente, por lo menos en cuanto a lo planteado en los propios libros, en esta Arca de la redención todo queda “colgado” al terminar la última página. Los protagonistas, aunque alcanzan una serie de objetivos, sobre todo en torno a la carrera por las armas de destrucción masiva, quedan desperdigados y embarcados en diversas misiones de importancia considerable en vistas de vencer la amenaza de los inhibidores y asegurar la continuidad de la existencia de la raza humana en la galaxia. El autor deja así todo preparado para Absolution Gap, novela en la que, al parecer, se cerrará la serie y, suponemos, se desvelará el destino final de la humanidad y los inhibidores.
A pesar de que, como a mí me ha pasado, cuando uno cierra un libro de este tamaño y se pregunta si de verdad la historia se merecía tantas páginas, es que algo ha fallado (en una historia “redonda” todas las páginas son pocas), lo cierto es que con sus altibajos y todo la novela es interesante, llena de acción, misterios, amenazas galácticas y hombre y mujeres (aunque algunos apenas los reconoceríamos como humanos) ¡y cerdos! dispuestos a enfrentarse al destino con las peores cartas posibles pero resueltos siempre a salvar el día. Aventura con alto contenido tecnológico, mucha especulación, y el futuro de la humanidad en juego. No da más de lo que promete, pero a veces eso no es poco.
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