domingo, 23 de enero de 2011

Reseña: Ángeles extraños

Ángeles extraños.

Lili St. Crow.

Reseña de: Jamie M.

Versátil ediciones. Col. Versátil Juvenil. Barcelona, 2010. Título original: Strange Angels. Traducción: Patricia Sánchez Maneiro. 317 páginas.

En un mundo que bebe mucho de las primeras temporadas de la serie de TV Sobrenatural, Dru Anderson es una chica de 16 años acostumbrada a cambiar continuamente de ciudad dada la peculiar ocupación de su padre: cazador de criaturas sobrenaturales, desde poltergeist a cucarachas gigantes, pasando por todo tipo de espectros y sin olvidarse, cómo no, de vampiros y licántropos. Dru es plenamente consciente de la existencia del Mundo Real superpuesto al mundo normal. Es ese un mundo donde la magia existe, donde los chupasangre, los zombies, los hombres lobo y otras tantas criaturas sobrenaturales pululan frente a la vida «despreocupada» del común de los mortales. Y a pesar de todo lo que ha tenido que vivir ya, a todo lo que se ha enfrentado ayudando en diversas misiones a su progenitor gracias a su especial habilidad para detectar las situaciones y seres paranormales, tal vez no se encuentre en absoluto preparada para lo que se le viene encima. Cuando su padre no le permita acompañarle en su última salida nocturna y no haya vuelto a la mañana siguiente empezará a temerse lo peor. E incluso eso sería quedarse corta.

Con una narración llena de tensión, Ángeles extraños es la historia de una joven que debe enfrentarse a una situación límite sin dejarse vencer por las adversidades. Para ello contará con la ayuda de un ambivalente Chico Gótico, Graves, alto, delgado y desgarbado, que sin saber nada del mundo en el que se mueve Dru se verá envuelto en todo el lío sin echarse atrás a pesar de las revelaciones a las que tendrá que enfrentarse, convirtiéndose de alguna manera en la voz de la razón, en el freno a la impulsividad de Dru, a pesar de que toda la situación le supera.

Perseguidos y acosados, sin aliados a la vista y sin adultos en los que apoyarse, tendrán que descubrir lo sucedido al padre de la joven, investigar las pistas que el mismo estaba siguiendo y resolver su futuro mientras tratan por todos los medios de permanecer con vida. Poco a poco se irá desvelando la peculiar herencia de Dru por línea materna, irán creciendo sus habilidades innatas y saldrán a la luz partes de su pasado que permanecían en la oscuridad.

Sin apenas respiro, en medio de un tiempo atmosférico gélido, en una pequeña ciudad de las Dakotas inmersa en uno de los peores temporales de su historia, la acción avanza a ritmo constante entre enfrentamientos, luchas y huidas desesperadas. Dru necesita encajar todas las piezas, pero no es una tarea en absoluto fácil y va a encontrar muchos obstáculos en su camino.

Con una personalidad decidida, fuerte, dura, se podría decir que “cabezota” y con una amplia preparación en el manejo de armas, sigue necesitada de cariño a pesar de su aparente independencia y desconfianza hacia todo la que lo rodea; la joven hará frente a todo lo que se le ponga por delante sin desfallecer, aunque teniendo que superar muchas dudas internas, lo que consigue hacerla más humana si cabe.

Entre la desesperación de los sentimientos en que se encierra Dru ante lo sucedido a su padre y el dolor continuo en que se ha convertido su vida, Graves le da el contrapunto adecuado: un chico mestizo que utiliza su apariencia como medio de defensa ante el resto del mundo, introvertido y simpático, consigue levantar el relato en las ocasiones en que hace falta una salida más amable que la habitual respuesta armada de los cazadores de monstruos a la que está acostumbrada Dru. El muchacho, desgarbado y con poco éxito social, se convertirá en un apoyo vital para afrontar lo que se le viene encima a la joven.

Y entonces hace acto de presencia el enigmático Christophe, que da una nueva vuelta de tuerca a la trama, lanzándola en una nueva dirección (o imprimiendo una nueva marcha a la ya emprendida) cuando parecía avocada a un callejón sin salida. El misterioso joven parece poseer muchas de las claves de la existencia, pasada y presente, de Dru, y conocer demasiados de sus secretos, incluso aquellos que ella misma desconoce..., pero ¿se trata de un amigo o un enemigo? ¿Puede confiar en él sin saber cuáles son sus intenciones? ¿Puede dejarse guiar por un personaje que hace más bien poco para ganarse su confianza y que parece guardar demasiados ases en la manga? Sin apenas tiempo para la reflexión, en medio de la amenaza en la que están envueltos, la joven deberá fiarse de sus propios instintos para enfilar el camino correcto, a riesgo de tomar las decisiones equivocadas.

Sin embargo, tanta acción termina por enmascarar de alguna forma el trasfondo del mundo de Dru, que se desdibuja a pesar de los buenos esbozos que presentaba: la existencia de su abuela, una especie de bruja de los Apalaches y cuya alma parece residir en un búho que aparece ante la joven cuando va a ocurrir algún suceso dramático, todo el pasado de su padre, las referencias veladas a otras misiones (muy en plan Sobrenatural o Buffy), lo sucedido a su madre, la red de cazadores, los lugares de encuentro de esos buscadores de lo paranormal, la amplia panoplia de seres, la vida errante, la asistencia al instituto... quedan todas en un segundo plano algo insatisfactorio por el deseo que crea en el lector de saber más sobre todo ello (y mucho me temo que la dirección que se intuye al final del libro para la próxima entrega hace sospechar que no se va a profundizar precisamente en ello).

Ángeles extraños es una novela, por lenguaje y referencias (por ejemplo, las continuas alusiones al sexo por parte de Graves, algo inocentes e ingenuas por otra parte), destinada a jóvenes adultos, a aquellos ya bien adentrados o ya casi saliendo de la adolescencia. Las prosa sencilla dota a la lectura de un ritmo rápido, agradable y sin complicaciones. Al final es cierto que no hay un auténtico remate a la trama, una conclusión cerrada a todo lo relatado, sino que en el momento del supuesto clímax la resolución queda en el aire, pospuesta para una mejor ocasión. Es quizá esa frustración final lo peor de un entretenido y bien construido libro. Veremos cómo evoluciona la historia en las siguientes entregas.

8 comentarios:

Iraya Martín dijo...

Pues no tenía a este por un interesante libro entre los juveniles pero me has picado la curiosidad. Eso sí, la saciaré cuando salga el segundo en inglés porque los finales abiertos son mortales para mi salud.

alb dijo...

Con la reseña te me has ganado, me declaro seguidor de Sobrenatural, y tiene muy buena pinta. Voy a necesitar más tiempo para ir mirando los que se acumulan!

Jamie M. dijo...

Hola Elwen, a mí el libro me gustó, la verdad, tampoco destaca en exceso pero es más que digno. Sobre el final "abierto", no es que termine exactamente en un cliffhanger brutal que te deje colgado, sino que quedan planteadas muchas cosas para la próxima entrega.
Por cierto, que el segundo ya está disponible en inglés. En el mercado anglosajón el cuarto está ya anunciado para este mismo año.

Muy buenas Alb. Por si acaso, mira que digo que "bebe de las primeras temporadas de Sobrenatural", no que se encuentre a la misma altura que ellas. Es más una cuestión de trasfondo, el ambiente de los cazadores de seres paranormales en el que se desenvuelven Dru y su padre. Luego la trama en sí se separa un tanto de esa premisa, siguiendo su propio camino, cosa que tampoco está mal para no ser acusada de plagio ;-)

alb dijo...

jaja Gracias Jamie, me encantan los traumas paternofiliares, y si están ambientados en la caza de criaturas, aún le veo más atractivo. Hay más puntos que me llaman la atención, como por ejemplo la figura del "vigilante" orientador de dudosas intenciones.

Jamie M. dijo...

Bueno, pues "trauma" paterno filial te puedo asegurar que sí que hay, sí, y muy traumático ;-D

La caza de monstruos queda más como referencia de hechos pasados que como trama principal del libro, aunque también hay de eso, con la aparición de perros demoniacos, hombres lobo y vampiros varios.

alb dijo...

Jajajaja, lo dicho, el día que llegue a leerlo tendré una banda sonora en la cabeza "carry on my wayward son".... y cada vez que lo retome, frases como "the road so far".... XD.
es más que me gusta el género que otra cosa, no hace falta mucho para que me interese un libro así..
Saludos y gracias!

Unknown dijo...

No puedo decir que me haya gustado, aunque tampoco puedo decir que no. Me dejó una sensación rara y algo depresiva.
Lo que sí no entiendo es el título.
Saludos.

Jamie M. dijo...

En lo del título tienes toda la razón ;-)

Y también es cierto que el toque oscuro, la ambientación opresiva y ciertos elementos de la trama son bastante depresivos, sí.