martes, 7 de enero de 2020

Reseña: Cuentos para Algernon, Año VII.

Cuentos para Algernon, Año VII.

VV.AA. Sel. Marcheto.

Reseña de: Santiago Gª Soláns.

Cuentos para Algernon. 2020. Edición digital (ePub —también en otros formatos digitales—). Traducción: Marcheto. 174 páginas.

En noviembre de 2012 nació en la red el blog Cuentos para Algernon con el propósito de publicar traducciones de relatos anglosajones, de ciencia ficción, fantasía y terror, inéditos hasta el momento en español. Tras siete años de andadura Marcheto sigue adelante con sus generosas —porque las hace tan sólo por amor al arte y a la literatura breve de género— traducciones y vuelve a recopilar el trabajo de esta séptima temporada en un volumen gratuito de lectura imprescindible. Como en las anteriores, el lector se va a encontrar con una antología con algunos nombres consagrados, otros que empiezan a sonar con fuerza y a hacerse un hueco en el mercado español, y algunos más que son primicia absoluta en Cuentos para Algernon —incluso uno a nivel mundial—. Relatos de gran calidad, de variadas longitudes, incluidos varios ultracortos, y muy diferentes temáticas y tendencias, todos de primer nivel. Pueden llegar a gustar más o menos según los intereses de cada lector, pero en general no defraudan, siendo muy, muy disfrutables la mayoría de ellos. Como cada año, una antología que ningún amante de la Literatura Fantástica y de las buenas traducciones debiera dejar pasar. Thanks a million, Marcheto.

Abre la recopilación un relato que encierra un declarado homenaje a Arthur C. Clarke —incluido en origen, de hecho, en el libro-homenaje al autor británico titulado An Odyssey in Words— y que viene a tratar acerca de la Paradoja de Fermi y del silencio estelar, del difícil contacto entre civilizaciones galácticas en la inmensidad del tiempo. En Los coleccionistas, de Adrian Tchaikovsky, un mensaje recibido desde una lejana galaxia dirigido a la Tierra hace saber a la humanidad que una civilización galáctica nos está esperando. Pero, ¿qué será lo que encuentre la misión enviada a tomar contacto? Es este un cuento, un tanto aséptico, sobre el inmisericorde paso del tiempo, sobre la perduración de las obras más allá de la vida da quienes las construyen, y sobre la memoria y el recuerdo. Buen comienzo.

Y todavía mejor es A veces cazas al oso y otras…, de Tim Pratt. Uno de los más estremecedores y a la vez bellos cuentos del volumen. En el mundo del relato la Muerte tiene una existencia palpable, física, bajo la forma de un oso cavernario. Su presencia y acción resulta dura y terrible, igual para todos, un zarpazo en el momento del tránsito, sangriento y horroroso para quien lo contempla, sobre todo para los seres queridos del finado. Pero, ¿qué sucedería si alguien decidiera darle caza y acabar con el oso? ¿Acabaría también con la Muerte? Una imaginativa historia sobre obsesión desmedida, venganza desencaminada, empatía y misericordia. Cada acto tiene su consecuencia, y a veces el remedio es peor que la enfermedad. Tim Pratt siempre resulta una apuesta segura, y este cuento vuelve a demostrarlo.

Consejos de seguridad para corredores humanos, de Marissa Lingen, es un divertido relato, ultracorto, de acerada ironía, no exento de un estremecedor sentimiento de pérdida y de ominoso destino para la humanidad. Una «invasión» alienígena, o una alianza un tanto impuesta en todo caso, presenta unas repercusiones inesperada para algo tan cotidiano como la práctica deportiva. Salir a correr tiene sus riesgos y he aquí unos cuantos consejos para minimizarlos, ya que evitarlos del todo parece tarea imposible. Es este un relato en el que es más importante lo que queda por decir, el trasfondo intuido, que el listado de consejos en sí mismo. Divertido, produce un escalofrío cómplice, de esos que median entre la satisfacción y el horror.

¿De dónde viene la creatividad? ¿Es innata, genética o adquirida? ¿Pudiera ser el Arte el remedio para los grandes males del mundo? En Los relojes de Dalí, de Dave Hutchinson, un arquitecto de cierto éxito, gracias al duro trabajo, va a ver cómo de la noche a la mañana, debido a la acción de cierta cápsula que le entrega un viejo amigo del colegio, su vida es trastocada a todos los niveles. Surrealista, repleto de imaginación y echando mano de cuestiones eternas, el relato es a la vez divertido y reflexivo. Una crítica a la sociedad occidental y a muchos de sus procesos de mercantilización, y a la necesidad tan humana de recibir el beneplácito y la alabanza por parte de los demás respecto a las obras que realizamos.

En una Gran Bretaña que se intuye paralela a la nuestra, en Dígitos, de Robert Shearman, el alquimista real recibe el encargo, igual que lo recibiera su padre, por parte del rey de convertir metales corrientes en oro. Como no lo consigue y para «motivarlo», su esposa es tomada como rehén en la corte. Fracaso tras fracaso, el alquimista obtendrá un resultado inesperado y no buscado, un nuevo número, que dará al rey británico una sorprendente ventaja sobre sus adversarios del otro lado del Canal. Inteligente, sugerente y muy divertido, resulta muy emotivo por la relación del alquimista con su hija, con un final que casi hace brotar la lagrimita.

Cuento motivacional, de Eric James Stone, es ni más ni menos que lo que promete su título. ¿Cuántas veces se ha estado a punto de tomar un camino vital y se ha desdeñado por falta de alicientes o de impulso? Aquí está, un muy breve cuento metaficcional y motivacional que interpela directamente a cada lector y le invita a tomar riesgos en la vida, a salir de la zona de confort y a elegir la promesa de cambio por encima de la seguridad de lo rutinario.

En Monstruos caseros, de John Langan, Godzilla, el monstruo gigante por antonomasia, protagoniza indirectamente este cuento cargado de nostalgia y de amor a una afición no siempre comprendida. Un muchacho, un friki se le llamaría hoy, enamorado las películas del monstruo japonés, en un momento en que no estaba nada de moda serlo en los EE.UU., se hace su propia figurita de Godzilla para poder revivir en su casa sus aventuras. Su único amigo, su vecino, es un chico abusón y mezquino, que gusta de romperle todos sus juguetes preferidos; hasta que un día va demasiado lejos… Un canto a la memoria de la infancia y al niño que cada cual fue y que todavía palpita en su interior, precioso, impactante, nostálgico, melancólico y vindicador de una época y de un tipo de joven que siempre terminaba apaleado.

Perteneciente también al especial de ultracortos La lepidopterista doméstica, de Natalia Theodoridou, es una breve e intimista invitación a revisar los sentimientos y a coger lo mejor de ellos a través de un mensaje hermoso utilizando la figura de una mujer con una especial sensibilidad y cuidado con las mariposas. Podría parecer casi intrascendente, pero deja poso.

Uf. Ahora le toca el turno a la constatación de que sobre gustos hay mucho escrito pero que lo más importante es que cada uno tiene el suyo. Historias bíblicas para adultos, nº 31: La Alianza, de James Morrow, es mi piedra en el zapato. Entiendo que a muchos gustará, pero para mí, tras dos lecturas, este es el cuento que baja la nota media a toda la recopilación. Cosa de gustos, entiendo, pero no le encuentro ni la gracia, ni el mensaje, ni el ritmo, ni nada de nada. Un cero para mí. Pero es cierto que no se puede contentar siempre a todo el mundo, o eso dicen. Una tergiversación de los textos bíblicos, con mucho sarcasmo, pero poco humor. Una gracieta sin gracia que se queda en la anécdota sin dar demasiada historia. Not my cup of tea.

Sí lo es, en cambio, el misterioso Siete minutos en el cielo, de Nadia Bulkin. ¿Está el destino escrito en piedra? ¿Se puede escapar a pesar de todo? ¿Cuánto tarda el alma en llegar al cielo, en pasar a la otra vida? Una joven crece en un pueblo cerca del cual reposan las restos abandonados y silenciosos de otro en el que todos sus habitantes murieron. ¿Por qué ese pueblo fue afectado y el suyo no? Su particular atracción y su obsesión por la muerte, que hará que visite el lugar en varias ocasiones a lo largo del tiempo, conseguirá sacar a la luz la verdadera historia del lugar, que es su propia historia también. Una historia llena de misterios y silencios, de secretos y sacrificios. Un precioso relato sobre los giros de la vida, sobre las decisiones de vida o muerte, sobre el hogar y la familia, y sobre los caminos irreversibles de la existencia.

Otro ultracorto, Tu cara, de Rachel Swirsky, y seguramente gracias a su brevedad y concreción, es otro de los grandes descubrimientos del volumen. ¿Y si se pudieran grabar los recuerdos y la familia pudiera recuperarlos, en un trasunto virtual de la persona del ser querido, después de su muerte? Una madre dialoga con su hija fallecida, o con su emulación aal menos, pero quizá la conversación no sea lo que esperaba. Un emotivo e inclusivo relato sobre la culpa y la pena, sobre lo que queda atrás, sobre el amor y el perdón. Encierra mucho más de lo que el texto estricto revela; todo lo que queda por decir, lo que se intuye, es una historia que la brevedad de la propuesta hace crecer de forma exponencial.

Y cierra la recopilación Las guías de la bruja: vías de escape. Compendio práctico de portales a mundos de fantasía, de Alix E. Harrow. Un auténtico homenaje y carta de perdón, si acaso lo necesitase, que no, a la Fantasía y a las ansias de escapar de un mundo agobiante e inmisericorde; un canto de amor a las bibliotecas, a cierto tipo de bibliotecarias y a los libros que abren la mente a nuevos mundos, a esos libros que llegan a cada lector en el momento justo y cambian su vida. Genial cierre del volumen, un tanto agridulce, cargado de ternura, de dureza y de crítica social; y una interesante lección sobre hacer las cosas correctas por los motivos correctos. Muy, muy bueno, y acertado. Conviene leerlo con papel y lápiz al lado para ir tomando nota de todas las magníficas obras citadas, lecturas imprescindibles, incluida La colina de Watership, incomprensible e injustamente desdeñada por el joven lector a quien cierta bibliotecaria provee de historias. una historia que habla directamente la corazón del lector, y por encima de todos, a aquel que comparta los referentes literarios. Grande.

Un año más Marcheto construye con sus traducciones una antología a tener muy en cuenta, a no dejar pasar. En esta ocasión se deja notar cierta tendencia o preeminencia por el riesgo temático, el surrealismo y el humor, aunque también es cierto que conforme avanza la lectura de los cuentos se va acentuando cierto tono nostálgico y añorante. Una delicia, imprescindible, ante todo porque se trata de un auténtico, y literal, regalo.

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