Reseña: El fénix en la espada

El fénix en la espada.

Las crónicas nemedias /3.

Robert E. Howard.

Reseña de: Consuelo Abellán Colodrón.

Sportula. Gijón, 2021. Edición digital (ePub). Traducción: Rodolfo Martínez y Antonio Rivas. Ilustración de portada: Breogán Álvarez. Ilustraciones interiores: Juan Alberto Hernández. Ensayo introductorio: Antonio Rivas. 412 páginas.

Sportula continúa la serie Crónicas Nemedias con esta tercera entrega, El fénix en la espada, en la que recopila los relatos originales de Robert E. Howard sobre Conan, no en el orden en que fueron publicados, sino según una posible biografía del personaje. Esta elección permite ir leyendo los relatos, en principio independientes y sin conexión entre ellos, como una historia con una continuidad temporal que los hace aún más disfrutables, en mi opinión.

El contar con todos los relatos originales de Conan, ordenados de acuerdo a su cronología interna y con nueva traducción en una colección homogénea en cuatro volúmenes ya es suficiente para hacer las delicias de cualquier aficionado al escritor o al personaje. Pero creo, como ya dije por aquí alguna vez, que el principal valor añadido de esta serie son los amplios y documentados ensayos que incluye cada tomo.

Ilustración de Juan Alberto Hernández

En Nacerá una bruja, primer libro de la colección, fue el propio Rodolfo Martínez, editor de Sportula y traductor de la mayoría de los relatos de la serie, el encargado de escribir el ensayo introductorio titulado «Bienvenidos a la era hibórea», en el que hacía un amplio repaso de la vida y obra de Howard y también sobre el propio personaje de Conan. En la siguiente entrega, El gigante de hierro, Armando Boix aportaba «Torres resplandecientes y altares ensangrentados», un documentado y exhaustivo texto sobre el mundo hibóreo imaginado por Howard.

Así que no podía tener más que curiosidad infinita por saber qué nueva sorpresa nos había preparado la editorial en este tercer volumen, El fénix en la espada. Tras haber leído los dos ensayos anteriores, tan completos y detallados, me preguntaba si el tema daría mucho más de sí. Está claro que la respuesta es afirmativa. En este caso, Antonio Rivas, además de traducir la mayoría de los relatos, nos deleita con el ensayo «Mucho más que Conan (otros personajes y otras series de Robert E. Howard)», en el que se centra precisamente en otras creaturas howardianas, no tan conocidas por el público en general como nuestro cimerio favorito.

Y en ese «público en general» me incluyo. Ya reconocí en este mismo blog que mi conocimiento previo de Howard se limitaba a los cómics de Conan. Los ensayos introductorios de las obras anteriores me permitieron profundizar en el personaje, su mundo y su creador. Pero el ensayo de Antonio Rivas me abre un universo totalmente desconocido. Como su título indica, se centra en otros personajes creados por Howard, protagonistas de sus propias series en la mayoría de los casos, pero que no han alcanzado el nivel de proyección de Conan. Aunque algunos, como Kull o Solomon Kane, hayan llegado a tener adaptaciones al cine y al tebeo, Rivas menciona decenas de otros personajes y series de los que ni siquiera había oído hablar.

Así, encontramos, entre muchos otros a De Montour, un hombre lobo, Steve Costigan, Dennis Dorgan y Kid Allison, boxeadores, James Allison, un personaje que recuerda sus vidas pasadas, El Borak o Kirby O’Donnell, aventureros en Afganistán o, el que más curiosidad me ha despertado, Breck Elkins, protagonista de una serie humorística.

Ilustración de Juan Alberto Hernández

Además, Antonio Rivas no se limita a ofrecer una lista de personajes y series, sino que adereza el conjunto con detalles de la vida de Howard que ayudan a entender en qué circunstancias escribió cada serie o personaje, comparaciones entre protagonistas y jugosas anécdotas, todo salpicado con ciertos toques de humor que hacen la lectura muy amena.

Como en volúmenes anteriores, El fénix en la espada también ofrece una serie de apéndices finales, con la posible biografía de Conan, en la que se basa el orden elegido para la publicación de los relatos, extensa información bibliográfica sobre Conan y sobre el propio Howard y un mapa de los reinos occidentales con los viajes del cimerio.

Para terminar de comentar la edición, no puedo dejar de alabar la magnífica portada de Breogán Álvarez, en la que se reconocen fácilmente algunos de los personajes que aparecen en este volumen, y las fantásticas ilustraciones en blanco y negro que acompañan cada relato, obra de Juan Alberto Hernández.

Hablemos ya de los textos incluidos en el libro: además del que da título al volumen, se incluyen «El estanque del negro», «Clavos rojos», «Las joyas de Gwahlur», «Más allá del Río Negro» y «La ciudadela escarlata».

En El estanque del negro, Conan abandona a los piratas barachanos y se embarca como tripulante en un barco zingario, que se adentra en aguas desconocidas en busca de un tesoro. Como es de esperar, encontrará el tesoro, pero también algo mucho menos agradable, eso sí, en compañía de la bella Sancha.

Le sigue Clavos rojos, el último de los relatos de Conan que escribió Howard. Es uno de los mejores relatos, en mi opinión. Conan y Valeria abandonan la Compañía Libre de mercenarios y se embarcan juntos en una aventura en la que tendrán que participar en una guerra fratricida en una ciudad misteriosa, además de enfrentarse a traiciones, dragones y hechiceras milenarias. Los afilados diálogos entre Conan y su compañera ponen un punto de humor socarrón que, si bien está presente también en otros cuentos, creo que en este es especialmente disfrutable. También puede ser que tenga alguna preferencia personal por Valeria como compañera de Conan.

Ilustración de Juan Alberto Hernández

Cuando comienza Las joyas de Gwahlur, Conan ejerce de capitán de los ejércitos de Keshan, un reino de sabor africano, solo con el objetivo de hacerse con su tesoro más preciado: los legendarios Dientes de Gwahlur. Se verá envuelto en un juego de intrigas en el que se enfrentará al estigio Thutmekri –ya sabemos que de Estigia no podemos esperar nada bueno– y sus ladinas triquiñuelas, con la intervención de un falso oráculo. Este relato tiene un final trepidante y digno de película de Indiana Jones.

El siguiente relato es Más allá del Río Negro, donde vemos a Conan como una especie de Buffalo Bill o trampero en un escenario de western, con colonos, fuertes y pictos en vez de nativos americanos. Por supuesto, también hay una amenaza sobrenatural a la que nuestro cimerio favorito deberá enfrentarse, sobreponiéndose a sus terrores más atávicos.

El fénix en la espada es el primer relato en el que vemos a Conan como rey de Aquilonia, y también en el que debe enfrentarse a la primera conspiración para arrebatarle el trono y a la traición por parte de sus allegados. En este caso, la magia no será la enemiga de Conan, sino una inesperada aliada.

Cierra el volumen La ciudadela escarlata. En su arranque vemos a un rey Conan derrotado, prisionero y encadenado en unas catacumbas en las que acechan peligros ignotos. De nuevo nuestro protagonista se enfrenta a un reto aparentemente imposible pero, como siempre, conseguirá escapar y vengarse de sus enemigos, con la ayuda de un improbable aliado.

En resumen, seis relatos de aventuras con espada y brujería para disfrutar y un ensayo introductorio para descubrir nuevos personajes. El libro perfecto tanto para completistas de Conan como para nuevos lectores que quieran conocer más en profundidad al autor y al personaje que dieron origen a todo un género nuevo dentro del fantástico.