Tras los muros de Cimmeria.
C.J. Daugherty.
Reseña de: Lyrenna.
Alfaguara. Madrid, 2012. Título original: Night School. Traducción: Victoria Simó. 510 páginas.
Con
 esta novela la autora, ya fogueada con la escritura de varias guías de 
viaje o de ciudades, inicia su carrera literaria embarcándose 
directamente en una serie para adultos-jóvenes que aúna intriga a 
raudales y un atractivo romance (y sin ninguna presencia, en principio, 
“sobrenatural”). Alyson (“Allie”) Sheridan
 es una chica con problemas; antaño estudiante modélica, la desaparición
 de su hermano ha destapado su “lado oscuro” y tras un nuevo acto 
vandálico que la ha llevado ante la policía sus padres van a decidir 
internarla en la Academia Cimmeria,
 una muy particular y elitista escuela donde nadie va a saber qué pinta 
ella realmente allí. Es pleno verano cuando Allie llega al internado, 
donde solo quedan unos pocos estudiantes, supuestamente los más 
sobresalientes, con los que debe intentar integrarse cuanto antes. 
Terriblemente enfadada con su situación, pronto irá descubriendo que la 
cosa quizá no sea tan mala como se temía: Hace amigos, se siente atraída
 por un chico que parece corresponderle y el lugar es francamente 
interesante. Pero al mismo tiempo empieza a descubrir extraños sucesos 
que no puede explicar, y todos parecen girar en torno a la misteriosa Night School,
 un “grupo de estudio” muy especial compuesto por alumnos de los cursos 
superiores con intrigantes tareas lectivas, por las que está prohibido 
incluso preguntar.
Allie
 es una joven inteligente pero llena de rabia, rebelde sin causa, 
confusa y enfadada con el mundo, como se suele decir con “la cabeza echa
 un lío”. Valiente y decidida, a veces actúa antes de haber reflexionado
 realmente sobre lo que va a hacer, algo que puede y le va a causar 
ciertos problemas. Cuando se inicia la novela se trata de una 
adolescente, víctima de sus propias malas decisiones, que vive dentro de
 un nubarrón que nubla su vida, que en realidad parece ser un grito 
pidiendo ayuda; con reacciones algo antipáticas, su integración en la 
escuela con sus nuevos conocidos y amigos es algo que va a dulcificar la
 dura imagen que el lector se hace de ella de principio.
A
 su lado, la autora coloca unos personajes bien caracterizados (en su mayoría), muy humanos 
en su forma de actuar, contradictorios en ocasiones, con reacciones 
absurdas por momentos, como la vida misma. Claro ejemplo de ello es el 
de Jo,
 la mejor amiga de Allie dentro del internado, un tanto inestable y de 
reacciones extremas que convierten su vida en un desbocado carrusel..
Y el acierto de Daugherty es situarlos a todos en un fascinante escenario. Apartada y oculta, Cimmeria
 casi parece un mundo fuera del tiempo, anclado en el pasado, donde las 
férreas reglas prohiben, por ejemplo, el uso de móviles u ordenadores. 
Un lugar secreto, de difícil acceso, que no figura en los mapas. 
Totalmente desconocido para el público en general, solo parecen tener 
acceso al internado los hijos de los poderosos, los miembros de viejas dinastías 
familiares o los más acaudalados. Un lugar paradójicamente muy estricto en
 ciertos sentidos y, sin embargo, muy relajado en otros (como el trato 
de “tú” a la directora y los profesores). Obligados por las antiguas 
reglas, los estudiantes están sujetos a castigos prácticos (como limpiar
 un jardín) si las incumplen; aunque el ambiente va a ser en general 
bastante relajado, con los típicos encontronazos con la chica “popular”,
 los flirteos, las tareas y deberes de estudio, los planes para el baile
 del verano..., hasta que las pistas extrañas se van acumulando en torno
 al lugar y los compañeros de Allie, y finalmente se desencadena la 
tragedia.
A la vez que va colocando los ladrillos para construir un intrigante 
misterio, Daugherty pone también las bases para un triángulo amoroso que
 hará que las cosa echen chispas. Como recién llegada, más perdida que 
otra cosa en el cerrado ambiente de Cimmeria, Allie va a encontrar en el
 apuesto y caballeroso Sylvain
 el apoyo necesario para integrarse y hacer su vida más fácil. O tal vez
 no, porque también va a recibir la atención, aunque aparentemente 
negativa, del esquivo y algo taciturno Carter West,
 quien no duda en advertirle en contra de las intenciones reales del 
anterior. Sin embargo, ambos parecen guardarse para sí ciertos secretos,
 algo que ella a duras penas va a soportar mientras siente que está 
internándose en una red de la que va a ser difícil escapar.
La
 autora consigue el equilibrio perfecto entre las diferentes tendencias 
del libro, sin potenciar una a costa de la otra, y ofreciendo un romance
 (el principal y varios secundarios)  para nada empalagoso, muy medido, 
con sentimientos que se antojan muy auténticos y que va a dar un giro 
terrible para llenar aún más de angustia la vida de la joven. Entre el 
perfecto Sylvain y el inadaptado Carter las cosas se van a poner 
interesantes para Allie, quien deberá decidir a quién dar su corazón, al
 tiempo que puede que su vida se encuentre en peligro. Y es que en medio
 de la confusión la joven deberá decidir en quién depositar su confianza
 y su corazón, pero, en un lugar donde todos, profesores y alumnos, 
parecen ocultarle algo, donde los secretos son la regla, ¿puede hacerlo 
en alguien?
Una
 novela que atrapa la atención, que juega con las deducciones del 
lector, intrigante, fácil y rápida de leer, de la que hay que advertir 
que, como principio de una serie, no termina de forma cerrada en 
absoluto. Como primer libro cumple a la perfección el objetivo de crear 
tensión e interés, pero su final deja un tanto colgado, con demasiadas 
preguntas por responder. Asesinatos, traiciones, mentiras, sociedades 
secretas, misterios planteados y sin resolver, pistas que llevan a la 
confusión, tensión romántica, desapariciones, revelaciones 
inesperadas... Night School deja con ganas de más.

2 comentarios:
La verdad es que me apetece leerlo, me llama el misterio... pero aún así hay algo que me hecha para atrás :S
Ya veré que hago.
Un abrazo =P
Hola Leyna.
La verdad es que a mí me ha parecido una novela muy equilibrada y emocionante. Romance (para nada empalagoso ni exageradamente calenturiento)y misterio intrigante (sin nada sobrenatural), con algo de acción y peligro.
Sin conocer los gustos es difícil hacer una recomendación, pero como supongo que queda claro en la reseña, a mí la novela me agradó mucho, la verdad.
Saludos
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