miércoles, 22 de enero de 2020

Reseña: Memento Mori

Memento Mori.
Una historia de Ora Pro Nobis.

Rafael Marín.

Reseña de: Santiago Gª Soláns.

Apache Libros. Col. Habeas Corpus # 5. Madrid, 2019. Ilustración de portada: Jordi Armengol. 338 páginas.

En el volumen precedente, Ora Pro Nobis, se recopilaban tres historias cortas del secreto brazo ejecutor del Vaticano, compuesto por tres agentes con licencia para matar en la eterna lucha contra el Maligno en cualquiera de sus encarnaciones. Marín presentaba un intenso e interesante thriller fantástico con tintes sobrenaturales, donde conseguía retratar a la perfección la contradicción de la defensa del Bien mediante las armas del Mal, en ese eterno enfrentamiento en que las víctimas siguen siendo los inocentes de ambos «bandos», y del hastío de unos defensores de la Iglesia que ya no parecen confiar en ese Dios al que están encomendados. De alguna manera lo narrado en las tres historias precedentes confluye en las páginas de Memento Mori, culmen y desenlace de muchos temas allí planteados, aunque tan sólo fuera de un modo tangencial. Una novela esta que presenta una trama totalmente nueva, más elaborada y compleja que la de las precedentes, y que atrapa, gracias al reconocido buen hacer del autor, a una intriga bien dosificada y a una prosa muy trabajada y elaborada, desde el principio.

Esaú Falconi, Ismael Nero, Ángela de Ory.
Bracchium domini, el brazo armado de Cristo. La némesis del mal. Arcángeles de carne y hueso con la misión de arrojar luz sobre las sombras. Su trabajo empieza allá donde el exorcista no llega. Ángeles exterminadores. Carniceros sin remordimientos ex officio. Modernos arcángeles. Samurais, monjes, guerreros…

La trama —las tramas más bien— de la novela se bifurca en diversas líneas tanto geográficas como temporales. Krishna Ballard-Dhawan se embarca en el intento de desentrañar la memoria de humo de Morgan Lawrence, la única mujer de la historia que llegase a formar parte del hermético y misterioso Club Pendragon. Debe desentrañar una oscura verdad enterrada en las erráticas revelaciones de la mujer, y esclarecer el terrible destino que supuso la desaparición de todos los miembros de una institución envuelta en el secretismo. En el periodo de entreguerras Don Giovanni Gentile, un sencillo sacerdote de un barrio pobre debe enfrentar una doble amenaza, el auge del incipiente fascismo italiano y los horrores sin nombre de las calles de Roma, donde una presencia elusiva y desconocida amenaza a los muchachos y muchachas bajo su cuidado. Una tarea, sospecha, muy por encima de sus capacidades. En la California del presente el Mal tiene muchas formas de manifestarse y no es la menor la industria del cine pornográfico y sus supuestas prácticas consentidas por actores y actrices. Cuando los componentes de Ora Pro Nobis acudan al llamado del padre Mike Astolfi y de su coadjutor Bob Keenan para tratar el caso de una joven que ha aparecido desmayada dentro de su iglesia, en la que parecía buscar cobijo, con signos de haber sido torturada y exudando maldad por toda su piel, ninguno de ellos sabe lo que les espera. El descenso a los más degradantes y secretos entresijos de la red oscura va a ser el menor de sus problemas.

Si bien es cierto que no se antoja imprescindible leerse el volumen precedente, dado que Marín recapitula con gran acierto parte de la historia precedente dentro de la acción, sin que resulte estridente ni excesivamente informativo, pero sí resulta muy recomendable, tanto por leer tres historias atractivas como por lo que significa de un conocimiento más profundo de aquellos personajes que vuelven, principales y secundarios, y de algunos eventos a los que se hace referencia un tanto de pasada y que resulta muy grato conocer de antemano. Cada componente de Ora Pro Nobis va a verse confrontado a su pasado, deberá enfrentar alguno de sus peores miedos. Y quizá no salgan indemnes de la ordalía. Hay heridas en el cuerpo y heridas en el alma, y a veces es difícil saber cuál de ellas es más terrible, más dolorosa e incapacitante. Esaú Falconi, Ismael Nero y Ángela de Ory van a sufrir ambos tipos en el desempeño de su misión. Y su destino está por escribir.

En la novela presente el autor, inmerso en una estructura que alterna los capítulos de los diversos puntos de vista principales, repartiendo el protagonismo entre pasado y presente, mantiene el misterio a lo largo de las diversas líneas, haciéndolas converger muy poco a poco, incluso haciendo sospechar en algún momento que alguna difícilmente pueda confluir con las demás. Pero es un temor injustificado. La novela se revela inteligentemente pensada y desarrollada. Mientras los protagonistas viajan por el mundo persiguiendo una conspiración que parece eludirles de la manera más insidiosa al mismo tiempo que les interpela directamente —al fin y al cabo, todos los caminos llevan a Roma, ¿no?—, el puzzle tridimensional cobra una dimensión sorprendente, mezclando un gran número de elementos que dificultan en gran manera su etiquetación Una parte detectivesca, otra fantasía urbana, parte relato histórico, algo de denuncia social, crítica política, y buenas dosis de aventura de acción sobrenatural…

Los que debieran ser la roca y el sustento de la Iglesia se demuestran personas llenas de incertidumbres, el mal se adentra en todos los recovecos de la sociedad, los arcángeles pueden morir y el monstruo no deja de ser humano. El retrato que el autor hace de un presente terriblemente cercano es tan verídico como aterrador, aún con las pinceladas sobrenaturales que le dan un inquietante color añadido. La industria del porno, el uso de las redes, el mal que se extiende cuando se mira a otro lado o cuando se guarda silencio por simple miedo… La Roma de los años 20 del siglo pasado da cuenta de cómo es posible que una ideología tan terrible como el fascismo puede extender sus tentáculos hasta hacerse con el poder de todo un país ante la impasibilidad de aquellos que debieran haberse opuesto a ello. La dimensión sobrenatural de la historia tan solo añade una capa más de horror al estremecedor alzamiento del mal. Un Mal que en este nuestro siglo XXI tiene cada vez más fácil extender sus redes y atrapar a los incautos, algunos de los cuales se entregan con gusto al mismo.

La novela, escrita con maestría, gran riqueza de vocabulario y un magnífico uso del lenguaje y los recursos narrativos, es entretenida y al mismo tiempo agente de denuncia social e invitación a la reflexión. No faltan enfrentamientos y combates, luchas cruentas, muertes, criaturas fantásticas de abyecto comportamiento, misterio e intriga, y mucha aventura como para dejar contento a quien sólo busque una buena lectura de acción. Pero también es fácil encontrar una sublectura plagada de denuncias hacia el uso torticero de la religión, a los peligros de las redes informáticas, al abuso de los débiles y de los niños —pederastia incluida—, al horror de los totalitarismos, a la miseria del porno, a la impunidad con la que actúan los poderosos convencidos de salir incólumes de sus transgresiones, a la ambición desmedida que no deja a su paso sino hombres y mujeres rotos como juguetes desechados una vez perdida su utilidad. El Mal tiene muchas caras y no siempre, casi nunca, hay que buscar en lo sobrenatural para encontrarlo.

El apoteósico, irónico y doloroso final cierra las tramas de forma milimétrica y muy satisfactoria. Marín lo tiene todo atado y bien atado. Los entresijos de la conspiración salen a la luz, y la profundidad de sus objetivos se revela mucho más ambiciosa y oscura de lo que pudiera sospecharse, consiguiendo sorprender al lector, dejándole con una sensación agridulce, triste sin duda. Una batalla más en la guerra contra el Mal. Un capítulo destacado en una contienda eterna. ¿Habrá más episodios de Ora Pro Nobis en el futuro, nuevas historias del brazo ejecutor del Vaticano? Ojalá, aunque Marín se lo ha puesto difícil a sí mismo.

2 comentarios:

Mangrii dijo...

Pues me apunto el título precedente, por que desconocía totalmente esta obra. Gracias Santi :)

Santiago dijo...

Hola, Mangrii.

De las tres historias precedentes, la primera entrega, "Llena eres de gracia", apareció en la antología del autor "Piel de fantasma" (publicada por Grupo AJEC), la segunda, "Gloria a Dios en las alturas", apareció en "Mariposas del Oesta, y otros relatos" (Sportula / Nova Fantástica), y creo que la tercera permanecía inédita hasta que Apache las recopiló con mucho acierto las tres en un sólo volumen, que es el que menciono al principio de la reseña.

la presente novela es totalmente inédita y, como digo, se puede leer de forma independiente, pero es muy recomendable hacerse con "Ora Pro Nobis", tanto por leer tres buenas historias como por el antecedente que suponen para esta ;-)

Saludos