Orson Scott Card.
Reseña de: Santiago Gª Soláns.
Ediciones B. Col. Nova. Barcelona, 2012. Título original: Shadows in Flight. Traducción: Carlos Gardini. 223 páginas.
Continuación algo tardía de La sombra del gigante, dentro de la serie que en el «universo» de Ender Wiggins se dedica a glosar las aventuras de uno de sus lugartenientes, Julian «Bean» Delphiki, conocido ahora como el Gigante.
Aquellos lectores que no hayan llegado a este libro a través de la
lectura de todos los anteriores —que van siendo ya unos cuantos— se
pueden encontrar ciertamente algo perdidos ante lo que se está relatando
y las muchas referencias a sucesos que ya se dan por sabidos. Un
escollo acentuado por la sensación de que este Sombras en fuga
más parece un intento de dejar libre el tablero, atando todos los cabos
sueltos que pudieran quedar por ahí —e incluso introduciendo algunas
dudas sobre lo que ya se creía conocer—, que una novela con entidad
independiente, convirtiéndose realmente en un simple puente entre los
libros anteriores y el anunciado próximo relanzamiento y «refundición»
de ambas series con Shadows Alive. Así, se antoja más un apéndice a la serie paralela a la de Ender, un corolario final, que una novela con integridad en sí misma —al menos se agradece que va directa al grano y no se alarga innecesariamente—.
Tras
los sucesos narrados en la novela precedente —y si no se la ha leído,
es muy posible que se puedan «destripar» aquí algunos acontecimientos
importantes de la misma o del resto de la serie—, Bean y
tres de sus hijos, aquejados todos ellos de la misma dolencia genética
que hace que tengan una inteligencia prodigiosa con la contrapartida de
un crecimiento corporal acelerado que les condena a una esperanza de
vida de, como mucho, unos veinte años, han elegido el camino del exilio
espacial, confiando que la velocidad relativista de su viaje haga que la
investigación en la Tierra encuentre una cura a su «enfermedad», la Clave de Anton, al tiempo que las condiciones de baja gravedad alargue algo su probabilidad de vida.
Ahora, 5 años después en tiempo de la nave, la Heródoto, pero 421 transcurridos en la Tierra,
los cuatro se encuentran encerrados en un ambiente un tanto
claustrofóbico —de hecho, Bean, casi al final de su vida, ha crecido
tanto que ni siquiera puede abandonar la bodega especialmente
acondicionada para él—. Los niños se han convertido en tres pequeños
genios de seis años, cada cual interesado en muy diferentes
especialidades —mecánica y tecnología espacial Carlotta; investigación científica y genética Andrew Ender; y táctica y estrategia militar Cincinnatus, a quien han dado en llamar Sergeant—,
entre los que se establecen unas difíciles y tensas relaciones con la
jefatura del pequeño grupo en juego. Se produce una interesante
dicotomía entre su inteligencia y su edad, pues el desarrollo
intelectual no va parejo al social o psicológico —siguen siendo niños
con reacciones de niños y, encima, un tanto malcriados—.
Es
la suya una carrera contra la muerte, pues si no se encuentra una
solución los chicos no vivirán más allá de los 25 años —y eso si no
abandonan su nave—, y las noticias que van recibiendo, los resultados de
las investigaciones, no son precisamente nada halagüeños. La brecha que
se abre cada vez más con el tronco común de la humanidad los convierte
en una nueva especie, y el desarraigo crece también en ellos.
Siempre
a la sombra de su padre, sintiendo que les han privado del amor de su
madre y de una vida plena, y teniendo la sensación de que en la Tierra
parecen haberse olvidado de su existencia, mientras se extiende entre
los tres la idea de que se encuentran embarcados en un viaje sin sentido
y sin objetivo, la rebelión se fragua entre ellos, al punto de que la
violencia podría estallar en cualquier momento.
En
la tensa situación, el encuentro de un pecio espacial aparentemente
abandonado que órbita en torno a un planeta habitable, va a convertirse
en la excusa para aunar fuerzas y dejar a un lado sus diferencias,
demostrando que la unión y el compartir las habilidades que cada uno
posee los hace más fuertes que si cada cual va por libre. Los hermanos
deben dejar a un lado sus rivalidades y aplicar a la misión sus —tan
convenientemente— dispares áreas de conocimiento. Deberán aprender a
trabajar juntos frente a una nave que les llena de preguntas, no siendo
precisamente la menor, dada su obvia construcción alienígena, la de
quiénes la han construido y qué les ha sucedido. Lo cierto es que no hay
mucha acción en el libro, y que casi todos los enfrentamientos son más
dialécticos que otra cosa, pero al menos el lector va a asistir a un
¿primer contacto? alienígena bastante esclarecedor —aunque parezca
contradecir algunas de las cosas que ya se daban por sentadas—.
La
narración va alternando capítulos vistos desde la óptica de cada uno de
los cuatro protagonistas, observando sus particulares esperanzas,
planes y frustraciones, cambiando la perspectiva de los hechos según sea
el punto de vista. Card factura
así una historia esas que tanto le gustan, de crecimiento, de
aprendizaje y de madurez, de sacrificio, de familia, de amor paterno, de
entrega y sacrificio, de perdón, de la forja del propio destino y de
convivencia en difíciles condiciones.
A pesar de las muchas referencias al Ender original y al «desconocido» Portavoz de los muertos,
lo cierto es que la novela no da la sensación de aportar demasiado al
corpus general, salvo quizá unas sorprendentes revelaciones sobre los fórmicos,
que parecen chocar con todo lo que se sabía o suponía sobre ellos con
la información que el autor había ido incluyendo en las obras anteriores
de la serie de Ender principalmente, y que puede ser una línea a seguir
en futuras entregas.
Sombras en fuga
es una novela que se lee en un suspiro dada su brevedad y el buen hacer
habitual de su autor en la escritura, con una prosa efectiva, agradable y fluida
—aunque en la traducción se han introducido una serie de modismos que,
aunque perfectamente correctos, son cuando menos poco habituales—. Dadas
sus particulares características de personajes y contenidos, es más
recomendable para completistas y amantes de la obra de Card que para no iniciados en la misma. Un libro de transición o de relleno que hace de puente entre las dos series del «Enderverso»,
para hacer tabla rasa y poder empezar de nuevo uniendo probablemente
ambas. No es imprescindible, pero resulta cuando menos curiosa.
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Reseña de otras obras del autor:
Con Aaron Johnston:
2 comentarios:
Lei todos los libros que son narrados desde la perspectiva de Bean asi como tambien Sombras en fuga pero he quedado con una gran duda ¿Qué sucedio con el 9no hijo? El que se llevo River creo que se llamaba asi¿hay algun libro que narre que ocurrio con el? Si es asi me encantaria saber su nombre,no creo ser la única persona en tener curiosidad en saber que sucedio con el niño,en fin, si tienen información agradeceria me la suministrara,hasta luego..
Lee el libro ender en el exilio
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