Terry Pratchett /
Stephen Baxter.
Reseña de: Santiago
Gª Soláns.
Fantascy.
Barcelona, 2014. Título original: The Long Earth. Traducción:
Gabriel Dols Gallardo.460 páginas.
La Tierra Larga es
una novela fruto de la colaboración de dos autores de estilos tan
dispares que se hacía difícil imaginar que pudieran unir sus
talentos de forma fluida y sin fisuras. ¿El un tanto aséptico
estilo de Baxter junto al sarcástico humor de Pratchett?
¿El toque hard de acontecimientos a gran escala de uno frente
a la disección del espíritu humano del otro? ¿La seriedad del
primero frente a la extravagancia del segundo? ¿Qué esperar? Pues
lo cierto es que Pratchett «dulcifica» el estilo un tanto
árido y prosaico de Baxter, pero a cambio se echa en falta
buena parte de su humor, del que sólo se observan pinceladas sueltas
―la «cruzadora», a la que ya volveré luego, es
Pratchett en estado puro
con su fuente de energía mediante patata―. Es de rigor advertir
que, desde luego, no es un libro que emule de ninguna manera a sus
novelas del Mundodisco. Tiene ramalazos divertidos,
situaciones irónicas, y diálogos y certeras reflexiones con un
punto surrealista, pero el tono general es mucho más «serio» que
el de aquellos. No induce a la carcajada, aunque sí produzca
sonrisas. ¿Es por eso un mal libro? En absoluto, tan sólo es
«diferente» de lo que algunos podrían esperar. Por eso, para el
lector habitual de Pratchett sobre todo, es conveniente saber dónde
se está uno metiendo. Casi se podría afirmar que, en el fondo más
que en la forma, es éste un «libro» de Baxter con una prosa más
expansiva de lo habitual, con unos diálogos más chispeantes y con
más «alma», y
con una profundidad de caracterización de personajes inhabitual para
él. La trama, por otra parte, no carece en absoluto de interés,
emoción e intriga, y se «deja leer» más que bien.
Casi por casualidad el
mundo descubre que existen miles, millones de Tierras «paralelas»,
que parecen compartir un mismo espacio-tiempo, pero diferente
dimensión cuántica, y cuya gran diferencia con la nuestra, la
«Tierra Datum», es que en ninguna de las «otras» se ha
desarrollado la vida humana; al contrario que otras muchas formas de
vida que han tenido una evolución cada vez más divergente según se
alejan de la nuestra. Un científico ha descubierto la manera de
cruzar de uno a otro y cuelga en Internet los planos para construir
la «cruzadora», la máquina que permite el cruce. Es un dispositivo
tan fácil de construir que todo adolescente que se precie se pone a
ello con entusiasmo y resultados un tanto traumáticos. Desde
Madison, Wisconsin, ciudad de residencia del científico, el
fenómeno se extiende como una imparable infección al resto del
mundo y se desata una ola colonizadora de resultados imprevisibles.
Unas colonias que, por una paradoja del salto que impide transportar
cualquier cosa fabricada con hierro, deben partir de unas condiciones
de bajos niveles tecnológicos, que hace que la expansión sea más
lenta de lo que a muchos gustaría, además de obligar de principio a
unas condiciones de vida casi medievales.
Con un un punto de
partida más fantástico que da lugar luego paso a un relato con
ciertas derivaciones que incluso rozan el hard, tras la
presentación del fenómeno y de algún individuo con ciertas
características especiales respecto al mismo, Baxter y
Prattchet se toman su tiempo en mostrar las consecuencias
socio-económicas en la Tierra Datum y las primeras expediciones,
casi siempre individuales a las Tierras más cercanas. Después, la
organización profesional de una expedición de dos «hombres», el
cruzador natural Joshua Valienté y el mecánico tibetano
reencarnado en Inteligencia Artificial Lobsang, que ha de
llevarles lo más lejos que puedan llegar, hace que la novela se
retrotraiga de alguna manera a la ciencia ficción de los años 50 y
60 del pasado siglo y se convierta en una atractivo relato de viajes
de exploración y observación de las múltiples amenazas y
maravillas que se pueden encontrar a lo largo de la Tierra Larga.
Con el grueso del relato
centrado en la expedición de Joshua Valienté y Lobsang, los autores
intercalan apariciones de terceras personas con una estructura que va
saltando entre los muy diversos personajes y sus muy diferentes
situaciones con pequeñas historias como la de la policía Monica
Jansson, la de la familia Green en su papel de arrojados
colonos, la de la independiente Sally o la de aquellos
«fóbicos» que quedan atrás en la Tierra Datum amargados por ser
incapaces de hacer el salto a las otras tierras. Algo que permite a
los autores profundizar en temas como el espíritu pionero
desencadenado por la nueva situación de tierras para todo el que lo
desee, como la deriva política de los intentos de mantener gobiernos
centralizados o de aferrarse a un poder que ha dejado de tener
sentido tal y como lo conocemos, de las implicaciones sociales y
religiosas a lo largo de los muchos mundos, del odio del que se
siente injustamente discriminado, de la influencia en la sombra de
las grandes corporaciones…
Como punto controvertido,
se antoja que las descripciones de las decisiones que la gente toma
se basan quizá en demasía en la de los pioneros de la «conquista
del Oeste» norteamericano; dejándolo todo y partiendo hacia una
«nueva vida» sin mirar atrás... Pero los tiempos han cambiado
demasiado y quizá haya decisiones que entonces parecían normales y
asumibles, en la «frontera», que ahora necesitarían de mucha más
reflexión. Parece un tanto inverosímil que, en esta época ―aunque
el presente del relato sea nuestro futuro cercano― de dependencia
de móviles, Internet y demás tecnologías, tantas personas elijan
alejarse del mundanal ruido y de todas sus «comodidades»: ni redes
informáticas, ni televisión, ni tantas otras cosas, muchas veces
insignificantes, que damos por sentadas.
Es en la expedición, sin
embargo, donde se desarrolla la mayor parte de la acción de la novela. Es a través
de los ojos de los dos expedicionarios y de la interacción que se
establece entre ambos, que el lector va a ir descubriendo una serie
de «mundos» a cada cual más fascinante, con sus muchos e
inesperados peligros. No obstante, el rápido paso de una Tierra a
otra impide dar más que brochazos de cada una de ellas, describiendo
los distintos caminos que la geografía y la evolución ha seguido
allí libres de la influencia humana, de sus divergentes flora y
fauna, o pequeñas visiones de las nuevas sociedades que se van
desarrollando en ellos, pero sin llegar a mostrar más que una
pequeña parte de las consecuencias de la nueva realidad que se está
creando. El descubrimiento de varias especies de homínidos con
cierto grado de inteligencia y la aparición de una amenaza
desconocida que parece acercarse a la Tierra Datum desde las más
lejanas tierras sirven para dotar a la narración de un dramatismo ―y
cierta intriga― que imbuye a la expedición de una urgencia de la
que carecía al partir.
En
La Tierra Larga los
autores plantean tal cantidad de temas interesantes que se
siente de alguna manera que algunos quedan desaprovechados en pos de
la «simple»
exploración. La extraña Inteligencia Artificial con consideración
de «humana» y su relación con su compañero de viaje ―y con
aquellos con los que se van encontrando―; la evolución de las
especies que da lugar a muy diferentes ramas de una misma familia de
animales; la mecánica cuántica implícita en la existencia de
millones de tierras paralelas y las sugerentes diferencias de unas a
otras; el desarrollo de un geología y ecología planetarias; la
posible aparición de otras inteligencias que quizá ya nos hayan
visitado; el nuevo modelo social...
Junto a todas estas
consideraciones, un controvertido ―y, si se piensa en profundidad,
un tanto absurdo al menos para los implicados― final hace que, de
alguna frustrante manera, se termine el libro con la sensación de
que el lector se encuentra ante una prolongada presentación a tan
sugerente universo; que se ponen en la palestra muchas situaciones,
muchos misterios, muchos conceptos, muchas incógnitas, muchos
conflictos… en los que no se termina de profundizar a fondo en
estas páginas. Los autores, más interesados, pudiera ser, en
mostrar la intrigante aventura que el planteamiento les permite, se
quedan un tanto en la superficie, mostrando los mundos pero sin
terminar de «entrar» del todo en ellos. Y es que en La Tierra
Larga se esbozan tantos temas apasionantes que se antoja
imposible que los autores hubieran podido profundizar en todos, algo
que es de esperar sí vayan reparando en las siguientes entregas.
==
Reseña de otras obras de los autores:
Terry Pratchett:
Pies de barro. Una novela de Mundodisco.
Papá Puerco. Una novela de Mundodisco.
¡Voto a bríos! Una novela de Mundodisco.
Carpe jugulum. Una novela de Mundodisco.
El último héroe. Una fábula del Mundodisco.
Nación.
Sólo tú puedes salvar a la Humanidad. Una aventura de Johnny Maxwell..
Johnny y los muertos. Una aventura de Johnny Maxwell.
Johnny y la bomba. Una aventura de Johnny Maxwell.
¡Zas! Una novela de Mundodisco.
El Atlético Invisible. Una novela del Mundodisco.
Snuff. Una novela del Mundodisco.
Pies de barro. Una novela de Mundodisco.
Papá Puerco. Una novela de Mundodisco.
¡Voto a bríos! Una novela de Mundodisco.
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El último héroe. Una fábula del Mundodisco.
Nación.
Sólo tú puedes salvar a la Humanidad. Una aventura de Johnny Maxwell..
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El Atlético Invisible. Una novela del Mundodisco.
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Stephen Baxter:
Inundación.
El Arca. Inundación 2.
Inundación.
El Arca. Inundación 2.
Stephen Baxter con Arthur C. Clarke:
El ojo del tiempo.
Tormenta solar. Una Odisea en el tiempo 2.
El ojo del tiempo.
Tormenta solar. Una Odisea en el tiempo 2.
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