William S. Maltby
Reseña de: Amandil
La publicación de esta obra (en realidad una nueva edición en español de la obra editada por la editorial Turner en 1985) en el año 2007 respondió a la conmemoración, extremadamente silenciosa y casi únicamente a nivel familiar, del quinto centenario del nacimiento del tercer Duque de Alba. La editorial Atalanta, fundada por Jacobo Siruela, Conde de Siruela, cuarto hijo de la actual Duquesa de Alba, decidió volver a poner en el mercado la que, hasta el momento, era una de las pocas biografías del celebérrimo duque.
Pero sobre toda la obra siempre flota, en parte provocado por el propio autor, una especie de sensación de "necesidad de justificación" que, en realidad, es un intento de explicación de porqué, cuando llegó el momento de actuar contra Guillermo de Orange y los demás rebeldes holandeses, el duque de Alba optó por la política de firmeza y mano dura que, por ejemplo, evito utilizar en las campañas contra el Papa o incluso contra los franceses o los electores alemanes.
Alba, explica Maltby, cuando fu destinado a los Países Bajos, acudió en contra de su voluntad y confiando en que en pocos meses el propio rey Felipe II iría en persona a hacerse cargo de la lucha contra los rebeldes. Su misión en Holanda sería pues la de un general pacificador, que habría de derramar la sangre necesaria para terminar con la revuelta y que así, cuando el Rey hiciese su aparición y tomase el control directamente, pudiese asumir el papel de príncipe benevolente que traería un perdón general y restauraría el orden natural de las cosas. Alba, pues, asumiría la carga negativa y Felipe II la positiva.
Pero pronto el duque fue consciente de que el Rey no acudiría a los Países Bajos y que su gestión como gobernador estaba encaminada al fracaso. Además, como el autor explica de manera sobervía y muy amena, las conjuras en la corte española (la lucha entre los Toledo, liderados por el propio duque, y los Mendoza, liderados por Ruy Gómez, Príncipe de Éboli) en contra de Alba impedían que se le hiciesen llegar los recursos necesarios en hombres y dinero para salir victorioso de aquél trance.
Es entonces, en aquél trance, dónde se forjará en el mundo anglosajón y holandés, la peor leyenda de Alba. Sus métodos, en absoluto ajenos a la época, así como su inamovible fe católica y su férrea creencia en el "orden divino del mundo" (en el que la rebelión contra el legítimo Rey equivalía a ir contra la Ley Natural y por tanto los designios de Dios), le convirtieron en objetivo fácil de los panfletos propagandísticos de sus enemigos y, en última instancia, acabaron por convertir al duque en el mito que daría carta de naturaleza y existencia a la legítima resistencia de los holandeses. Y, como indica Maltby, aquellos rebeldes serían posteriormente los fundadores de Holanda y, por tanto, los héroes nacionales a los que su propia exaltación histórica contribuiría a la conversión de Alba en algo así como la encarnación del mal absoluto.
¿Consigue el autor proyectar luz sobre la figura de Fernando Álvarez de Toledo? Sin duda ninguna lo hace de un modo más que correcto, saca a la luz los aspectos menos conocidos del duque y no duda en señalar sus errores y sus aciertos. En los Países Bajos, en Portugal, en Italia, en Alemania, en el norte de África e incluso en su periodo en Inglaterra, como ayudante del rey consorte Felipe, se nos muestra a un hombre de su tiempo, que supo forjarse un prestigio militar inmenso, al que admiraron sus enemigos y sus amigos, que supo prever el desastre que sería seguir en Flandes y que no dudó en ignorar las órdenes del rey, fuese Carlos o Felipe, cuando consideró que supondrían un desastre.
Alba no fue un hombre común y, como afirma el autor, si hubiese sido menos virtuoso quizá habría podido salir mejor parado de su etapa flamenca. Un hombre con unas convicciones religiosas y políticas más flexibles quizá hubiese podido granjearse la simpatía de algunos de los que se vieron abocados a rebelarse. Pero entonces el Duque de Alba no hubiese sido él.
Este libro, si te gusta la Historia y la época, es indispensable para entender un momento de nuestro pasado en el que se dieron algunos de los momentos más intensos, hermosos y tristes en la Europa que ya avanzaba, sin posibilidad de freno, hacia los turbulentos años de las Guerras de Religión y la temible Guerra de los Treinta años. Merece la pena ser leído y disfrutado.