Nocturna. Trilogía de la Oscuridad 1.
Guillermo del Toro / Chuck Hogan.
Reseña de: Alb Oliver.
Editorial Suma de Letras. Madrid, 2009. Título original: The Strain. Traducción: Santiago Ochoa. 550 páginas.
Primera parte de la “Trilogía de la Oscuridad” en la que Guillermo del Toro devuelve a los vampiros a sus orígenes como criaturas sin alma en lugar de los enamoradizos y con cara de niño que nos traen True Blood o Crepúsculo. Al principio fui un poco reticente a leerlo, pero finalmente me atreví a dar el paso.
Nocturna es un libro que pertenece al género de terror, aunque conforme lo vas leyendo podría decirse que no te produce tal sensación. Tal vez sea por la cantidad de eventos que describe que te hacen olvidar que tienes una historia de vampiros entre manos.
La trama en sí es bastante simple, un avión aterriza en Nueva York, y cuando por fin se logra entrar en él, casi todos sus ocupantes se encuentran muertos sin ninguna causa aparente para tal situación. A partir de ese momento se analiza el problema tal cual ocurriría actualmente en Estados Unidos, basándose en el pánico que provocaría una alarma terrorista. Yo me quedo con esa parte del libro, pues tras un comienzo que promete, progresivamente se va convirtiendo en un popurrí que se alimenta de casi cualquier texto basado en vampiros que hayamos podido leer o ver en películas.
Como innovación, descubrimos que el vampirismo viene a ser generado por un organismo vírico, lo que hace que el protagonista sea Ephraim Goodweather, miembro del Centro de Control de Plagas al que se le encarga descubrir el motivo de la muerte de los pasajeros del avión. Divorciado, luchando por la custodia de su hijo y en una relación con Nora Martinez, su compañera de trabajo. Por la forma en la que se ve envuelto en la historia, quienes la lean podrán encontrar ciertos paralelismos entre él y Jonathan Harker, de la novela Drácula de Bram Stoker.
Para instruirle en el mundo de los vampiros, tenemos a Abraham Setrakian, quien sería el remake del profesor Abraham Van Helsing (como curiosidad, comparten nombre). Setrakian es un anciano superviviente del holocausto nazi, que logró escapar del campo de concentración en el que el “Amo de los vampiros” se alimentaba de los reclusos. Tras un intento de acabar con el líder vampírico, y terminar con sus manos mutiladas, se dedicó a prepararse para eliminarlo.
El papel de Mina Murray de la novela Drácula, viene repartido entre dos personajes, su esposa Kelly y la doctora Martínez, pero tal vez explicar esto sería dar demasiada información.
El estilo es completamente cinematográfico, alternando muchos personajes y cambiando de unos a otros para narrar unas cuantas historias paralelas. En muchas ocasiones acaban en cliffhanger, dejando a los lectores imaginar como termina una determinada situación, y en algunos casos dejando claro que la importancia de algunos de ellos se verá en la próxima novela de la trilogía.
Otra vez, el mito del vampirismo es reescrito a gusto de los autores:
Primero, los vampiros disponen de una lengua retráctil por la que se alimentan, y transmiten los organismos que infectan a su víctima para contagiarla.
Conforme se van transformando, sus órganos se licuan, transformándose en una sustancia blanca que es el caldo de cultivo para los organismos, que parecen ser similares a los espermatozoides.
Ajos, cruces o agua bendita pierden su efecto sobre ellos, pero sí les daña la luz solar, por lo que los protagonistas utilizan lámparas de radiación ultravioleta para atacarles.
Por algún motivo, la plata sí parece dañarles.
En lugar de no reflejarse en espejos, los usan sobre las posibles víctimas para verificar si han sido infectadas, habiéndolo sido cuando la imagen se distorsiona.
Como nota curiosa, el profesor Setrakian mantiene un corazón de vampiro vivo en un frasco, alimentándolo de cuando en cuando con gotas de sangre… y refiriéndose a él como mascota.
¿Qué me ha gustado? Por un lado el toque realista que tiene. Las situaciones que relatan cuando las primeras víctimas y los supervivientes regresan a sus hogares, aunque posiblemente vistas en otros textos, hacen que la lectura sea un poco más simpática. Tenemos conspiraciones para que no se descubra qué ha podido ocurrir, el como afecta todo a la vida cotidiana del protagonista, diálogos cuanto menos veraces, y que no se hace pesado de leer.
¿Lado negativo? Que poco a poco va convirtiéndose en una caza del rey vampiro, sin apenas originalidad. Se nota mucho la influencia de Guillermo del Toro como director de cine, pues puedes visualizar cada párrafo como si fuera una secuencia, pero parece que haya querido tocar todos los géneros vampíricos en uno. Partimos del amo vampiro que viene desde Europa en avión encerrado en su ataúd, hasta seres sin inteligencia que buscan sangre que luego evolucionan en otros cuya mejor referencia visual sería Nosferatu, para acabar con señores vampiro que parecen sacados del juego de rol homónimo.
Por la descripción de los vampiros en sus estados iniciales, inmediatamente me vino a la cabeza la imagen de los super-vampiros que se presenta en Blade II, para poco a poco darte cuenta de que la idea de plaga es similar a la de la saga de videojuegos Resident Evil, con la presencia de magnates e instituciones de por medio, con los disturbios callejeros e incendios incluidos.
Conforme te acercas al ansiado final, ves que todos los elementos se van preparando en apenas unas líneas. Te encuentras la típica situación hollywoodiense en la que si apostaras sobre cómo se va a resolver, difícilmente fallarías, pero eso sí, dejando varias líneas abiertas para la secuela, quedándote con la sensación de que se ha alargado demasiado para nada
Es una pena que pierda brillo por ese lado, pues por cómo describe los escenarios e intercala situaciones que al principio no parecen tener lugar para luego relacionarlas, podría haber hecho del libro una lectura mejor.
Por lo menos, puedes encontrar pasajes que te resultan entretenidos, despertando algo de interés, pero no puedes evitar pensar que más que una novela tienes entre tus manos el borrador de una película. En cuando a los personajes, puedes simpatizar con ellos, están bastante logrados, y haciendo tus propias conjeturas puedes dar por hecho que como primera parte de una trilogía solo ha sido una toma de contacto, dado que muchos de los planes expuestos no han sido realizados en este volumen. Para mí el fallo ha sido el intento de unificar distintas versiones de vampirismo, considerando a los que aparecen en este libro como larvas, seres de primera generación, que en un futuro irán a más e irán adquiriendo consciencia, lo que supongo ha hecho que los vampiros presentados aquí sean los llamémoslos “sosos”. Si cada vez que se refieren a ellos como vampiros, sustituyeran esa palabra por zombis, creo que apenas se notaría cambio en el argumento. No así cuando descubrimos que hay otros tipos, que seguramente darán más juego a la continuación.