Ríos de Londres 4.
Ben Aaronovitch.
Reseña de: Santiago Gª Soláns.
Oz editorial. Col. Oz Nébula. Barcelona, 2019. Título original: Broken Homes. Traducción: Marina Rodil. 320 páginas.
Con ocho novelas publicadas hasta el momento, y un montón de historias cortas intercaladas entre todas ellas, Oz editorial nos trae con diligencia la cuarta de ellas donde Aaronovitch recupera la trama general del Hombre Sin-rostro, leitmotiv recurrente, junto a los soterrados ríos de Londres, de toda la serie. Una nueva muestra de thriller policial y fantasía urbana donde los asesinatos y crímenes, la magia y criaturas sobrenaturales, se introducen en la vida cotidiana de los habitantes de la gran urbe, dando lugar a peligrosas, intensas o divertidas situaciones. Enlazando casi con los sucesos de la entrega anterior, poco tiempo después de lo allí narrado, Peter y Leslie siguen adelante con su entrenamiento de magos a cargo de su mentor y jefe en Scotland Yard, Nightingale. El misterio, la intriga, la investigación criminal y la burocracia policial, el amor por Londres y sus callejas y secretos, y un humor plagado de referencias a la cultura popular —Doctor Who, Jamie Oliver, Harry Potter, películas varias…—, supuran por todas las páginas, ofreciendo un relato tan ameno como emocionante. Eso sí, resulta imprescindible haberse leído las entregas anteriores para hacerse con el trasfondo de esta. Aaronovitch no ofrece recapitulaciones ni resúmenes, e introduce a los personajes principales y secundarios como viejos conocidos, lanzando a sus lectores directo a la acción, los enfrentamientos mágicos y al retorno de antiguos amigos y enemigos sin presentarlos de nuevo. Hay que subirse al vehículo en marcha y el viaje va a ser movidito.