La Primera Guerra Fórmica, vol. III.
Orson Scott Card y Aaron Johnston.
Reseña de: Santiago Gª Soláns.
Ediciones B. Col.Nova. Barcelona, 2018. Título original: Earth Awakens. Traducción: Rafael Marín Trechera. 461 páginas.
Con este volumen se cierra la —primera— trilogía precuela a El juego de Ender dedicada a narrar el primer encuentro, nada amigable, de la humanidad con los alienígenas fórmicos. Un encuentro marcado por la imposibilidad de establecer una comunicación entre ambas especies que lleva al inevitable conflicto por no poder entenderse, o no intentar entenderse, la una a la otra. Esta novela, que comienza prácticamente en el momento en que termina la anterior La Tierra en llamas, recoge el contraataque, tanto en el espacio como sobre la superficie, de la humanidad, o una parte de ella al menos, contra el invasor, el punto en que empiezan, muy dubitativamente, a cambiar las tornas y se abre una esperanza en una lucha que hasta entonces parecía perdida. Los fórmicos han llegado para colonizar y terraformar a su gusto el planeta, exterminando a todo lo que salga a su paso. La humanidad, tiene todas las de perder ante la tenacidad ciega y la superioridad tecnológica de los alienígenas. Card y Johnston ofrecen una space opera centrada dentro de los límites del sistema Solar, llena de acciones bélicas aunque no implique gran movimiento o enfrentamiento de tropas. El cierre de un conflicto inicial que tan sólo es un paso más en el camino hacia el mundo que los lectores conocieron en la serie madre.