Escuadrón # 2.
Brandon Sanderson.
Reseña de: Santiago Gª Soláns.
Nova. Barcelona, 2020. Título original: Starsight. Traducción: Manu Viciano. Ilustración de portada: Charlie Bowater. 458 páginas.
La segunda entrega de Escuadrón es, como alguien lo ha definido con bastante acierto, un auténtico pasapáginas palomitero, entretenimiento en grado superlativo, divertido y de ritmo y lectura rápidos, pero encierra una profundidad de sentimientos y unas reflexiones que ya quisieran muchos poder llegar a transmitir. Acción y aventura envueltos en intriga y misterio, space opera con un toque ominoso que casi la adentra en los territorios del terror espacial. Con algo menos de frescura, quizá, se siente no obstante una novela más sólida y algo más adulta —aunque sigue siendo para todos los públicos— que su precedente. La protagonista sigue su proceso de maduración y va a descubrir que el mundo no es tan en blanco y negro como se lo pintaba a sí misma, que quizá los absolutos no existen y que una vez conocido a fondo es difícil volver a despersonalizar al enemigo. Sanderson ofrece algunos espectaculares combates y algunas magníficas exploraciones espaciales, pero, en pos de la no repetición de los esquemas vistos en la anterior entrega, desplaza el escenario y hace que la aventura discurra por diferentes derroteros, sumergiendo a la protagonista de lleno en una intrigante civilización galáctica: La Supremacía. Aviso: es bastante necesario leer Escuadrón antes de hacer lo propio con esta segunda entrega, e incluso antes de leer esta reseña.