Picnic extraterrestre.
Arkadi y Boris Strugatski.
Arkadi y Boris Strugatski.
Reseña de: Santiago Gª Soláns.
Gigamesh. Col. Gigamesh Breve # 5. Barcelona, 2015. Título original: Piknik na obochine. Traducción: Raquel Marqués. 179 páginas.
Tradicionalmente han sido pocos los autores de la ciencia ficción rusa que han llegado a ser traducidos en nuestro país —aunque afortunadamente, y gracias a editoriales como Nevski Prospects, las cosas pueden estar cambiando—, pero sin duda dentro de esos escasos nombres destaca el de los hermanos Strugatski gracias a obras como Qué difícil es ser dios o precisamente esta que nos ocupa, publicada con anterioridad en español con el mismo título o también como Picnic junto al camino, y que ahora Gigamesh ofrece con una nueva traducción directamente del ruso que permite una mayor cercanía al original, recuperando la versión sin censura e incorporando además una introducción escrita por Ursula K. LeGuin para su edición USA —y que quizá sería mejor leer al final de la novela y no al principio—. Alejada de cualquier intención panfletaria propia de la época de la Guerra Fría en que fue escrita —más bien todo lo contrario—, los hermanos Strugatski ofrecen una aventura de especulación post «primer contacto» muy diferente de lo habitual, ya que los extraterrestres no llegan a estar «presentes» en momento alguno. Una reflexión cercana sobre el lugar de la humanidad en el universo, de contenido social, cercana a la novela criminal —negra— y de bajos fondos, con la búsqueda de la felicidad como último trasfondo.