David Jasso.
Reseña de: Santiago Gª Soláns.
Apache libros. Col. Abraxas # 2. Madrid, 2016. 331 páginas.
Esta no es lo que habitualmente entendemos por una novela «normal» en absoluto, así que ésta tampoco podía ser una reseña normal en absoluto. Aunque… ¿qué es la normalidad? ¿Lo sabes tú? Pues eso. En todo caso esta es una novela sobre la locura, o puede que no, quizá sea sobre el amor, sobre el deseo, la libertad o la crisis en que estamos envueltos, sobre la sociedad enferma en que nos ha tocado vivir. Pero bueno, digamos que versa sobre la cordura. Esa cordura que todos buscamos aparentar y no es sino «la capacidad de disimular la locura». Sí, todos estamos un poco locos, ¿no? El caso es cómo gestionamos nuestra demencia. Jasso, es obvio, la vomita en el papel y nos la lanza contra la cara para que seamos partícipes de su mundo interior. Así que, ¿cómo podría calificarse esta novela? Esa es difícil. No llega a ser terror, ni siquiera es fantasía de ningún tipo. Todo es demasiado real, aunque haya ciertas presencias que pudieran llevar a engaño. Es cierto que el propio autor la califica como «terror anímico» —algo sabrá él de lo que ha escrito—, y vaya si te deja tocado el ánimo, sí. Es perturbador y hasta doloroso. Y lo peor es que todo está dentro de tu mente, lector, así que mucho cuidado. Hay que estar dispuesto a jugársela, a seguirle la corriente y dejarse llevar a lo profundo del pozo de la psique desequilibrada de los personajes que por aquí pululan. Aunque quizá desequilibrados no sea la palabra para definirlos; tal vez tan sólo sea que ellos ven la realidad de otra manera, enfocada o desenfocada eres tú quien debe decidirlo si te atreves a internarte en sus historias; quizá es que nadie está hecho para resistir un exceso de golpes propinados por la vida.