Charles Dickens.
Reseña de: Santiago Gª Soláns.
Alianza editorial. Col. 13/20. Madrid, 2019 (2ª ed.). Traducción: Miguel Ángel Pérez Pérez. 365 páginas.
Intentar hacer una reseña de cualquier obra de Charles Dickens resulta seguramente un atrevimiento de lo más aventurado. Todo lo que debería decir es aquello de: «Leedlo», es un clásico indiscutible, un maestro, un gran prosista y una firma muy reconocible e interesante.., pero bueno, allá vamos. Este volumen recoge once cuentos publicados en otras antologías previamente —catorce si contamos que uno de ellos es Cuatro historias de fantasmas y que, en efecto, da lo que promete el título—, publicados entre 1836 y 1870, en que el autor ofrece su particular visión de lo fantasmagórico, inquietante y macabro, en apariencia muy alejados de sus novelas más socialmente realistas como Oliver Twist, Historia de dos ciudades o David Copperfield, aunque leyéndolos se hace evidente que le es imposible evadirse a un mensaje muy cercano a estas y su crítica social, y a un componente folletinesco propio de su época. Relatos con elementos sobrenaturales, ahora más cercanos al misterio que al terror, y que causan más miedo en los protagonistas que en el lector resabiado de nuestro siglo XXI, muy en la línea de su Cuento de Navidad, con un mensaje, cuando lo hay, de alguna manera más ejemplificante que moralizante, más inquisitivo que terrorífico. Una puerta a un pasado que no deja de volver.