Guión: Roberto Malo.
Dibujo: XCar Malavida.
Reseña de: Santiago Gª Soláns.
Editorial Cornoque. Zaragoza, 2018. 72 páginas. Color.
¿Quién no ha soñado en un momento dado con lo que haría de tener superpoderes? ¿Cómo reaccionaría alguien si por un azar del destino descubriese que puede hacer cosas que nunca había soñado y que ponen a al alcance impartir justicia ante los delincuentes con los que se cruza en su día a día? Estaría bien, ¿no? Pero ¿qué sucede si esos poderes se obtienen en un periodo de la vida tan delicado como pudiera ser el del embarazo? Pues sí, tal es la historia que ha imaginado y escrito Malo con su habitual desparpajo —y con algún apunte autobiográfico y familiar, me atrevo a sospechar— y puesto en expresivas y caricaturescas imágenes XCar. Es este un relato que de alguna manera recoge todas las claves del género superheroico, pero imbuidas además de enormes dosis de humor y de mucha, mucha humanidad. Una historia para todos los públicos, niños, jóvenes y adultos por igual, con guiños y diferentes niveles de lectura para cada uno de ellos según su edad, para leer, disfrutar con la vista, releer, divertirse sin más o reflexionar y gozar de toda su profundidad.
Y sí, con unos mimbres que podrían considerarse muy clásicos, Malo les da la vuelta, empezando por la protagonista femenina, haciendo de este un tebeo para todos los públicos con varios niveles de lectura y de disfrute. Desde el sencillo, accesible, llano, divertido, gamberro y sano entretenimiento para niños y adolescentes, hasta una reflexión más aguzada y profunda, para lectores formados o en formación, sobre algunos de los problemas más candentes y preocupantes de la sociedad actual: la pederastia, la inseguridad callejera, la tercera edad o la violencia machista. Sin olvidar, por supuesto, los más divertidos, tiernos y acertados apuntes sobre las relaciones de pareja, el embarazo y la maternidad —y la paternidad, claro—. Malo y XCar facturan un magnífico tebeo a medio camino entre el costumbrismo familiar y la parodia superheroica.
Un tebeo que construye su estructura en torno al embarazo de la protagonista. Nueve meses, nueve episodios repletos de gags ingeniosos —aunque también haya alguno más «grueso» o directo— en los que el lector va a asistir tanto a los más significativos hitos del periodo de la gestación de su bebé, desde la aparición de los primeros antojos —pepinillos, cómo no— hasta el mismo parto, pasando por las ecografías, los cambios corporales acordes al desarrollo del feto o los nervios maritales, como a los principales eventos de las carrera superheroica de Pilar, en su «lucha contra el crimen». Una lucha en que se enfrentará tanto a ladrones de poca monta como a viejos verdes que acechan a niños indefensos, y en la que tendrá que descubrir por las malas que, a pesar de todos sus superpoderes, no puede reparar todos los males que saldrán a su encuentro. Y es que en un tebeo repleto de humor desenfadado, fina ironía, humanidad y ternura, especialmente doloroso resulta su Capítulo cinco, en el que la superheroína va a constatar que no hay nada fácil, que a veces, por muy buenas intenciones que se tengan, hay cosas que ni los superpoderes pueden solucionar. Malo y XCar no facturan un tebeo moralizante, en absoluto, sino tremendamente realista dentro de su fantasiosa propuesta, dejando que sea el lector quien entresaque sus propias conclusiones.
Con un dibujo atractivo y colorido, fiel al estilo paródico y monigotero —en el mejor sentido— de XCar, Supermala es un tebeo refrescante, muy fácil de seguir, entretenido y divertido, con un mensaje positivo, una invitación a luchar por conseguir un mundo mejor, a cambiar los estereotipos, a dar a la mujer el sitio que le corresponde en la sociedad, a aceptar a cada uno como es, a convivir juntos todos y a no aceptar resignadamente las injusticias. Un tebeo que retrata con mucha ternura un tema como el de la maternidad o del amor cotidiano dentro de la familia. Un tebeo que, sobretodo para el lector zaragozano o aragonés, se muestra lleno de guiños en forma de cameos de gentes y objetos muy de la tierra. Un tebeo entrañable en el que, después de la última página, la pregunta es inevitable: ¿habrá tebeo de Supermalilla? Sólo cabe desear que sí.
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